-n... No tengo por qué explicarte nada ¡pequeño duende! - grito Gajeel tomándome de la muñeca una vez más... me sentía como si fuera un juguete por el que se pelean dos niños emberrinchados.

En un movimiento rápido la chica le dio una patada a Gajeel con la cual logro derribarlo y se acercó a mi lo suficiente para sostenerme en sus brazos y como si se tratara de un vals me alejo de Gajeel, estaba tan confundida que simplemente me deje llevar por el compás que ella marcaba.

-desde ahora...- susurro abrazandome por la espalda sin soltar mis manos haciendo que cruzara mis brazos -yo me encargare de proteger a la pequeña princesa – una sonrisa burlona cruzo sus labios

-suelta a la enana...- susurro gajeel sin levantar la mirada, su tono de voz era lo suficientemente tétrico como para poder helar mi sangre

-la semilla esta plantada en tres princesas... Si no me equivoco... y lo que has hecho es algo completamente imperdonable- contesto la joven sin perder de vista a gajeel

-quien eres...- susurro Wendy

Se podía sentir la tensión en el ambiente, Makarov se acercó a la multitud de una forma indeciso... si esto era una declaración de guerra tendría que ponerle fin de la manera menos problemática posible. Pero antes de que pudiera detener a la chica Laxus ya había lanzado el primer ataque seguido por Natsu.

-si te acercas más te vas a arrepentir- advirtió Laxus

La chica una vez más solo sonrió ligeramente y camino hasta el maestro que seguía observando la situación de manera neutral, la joven se inclinó ante el maestro haciendo una reverencia profunda llena de respeto. Solo acerté a alejarme de la multitud necesitaba aire para calmarme y procesar lo que acababa de ocurrir, Gajeel trato de acercarse a mi pero solo pude caminar más rápido en dirección a la biblioteca. Necesitaba pensar en soledad.

****fin del punto de vista****

El tiempo paso de manera pesada dentro del gremio el bullicio se concentraba en tratar de comprender lo que había sucedido y cómo era posible que esa chica aun estuviera respirando después de todo el alboroto que había provocado.

Mientras tanto cerca del gremio tanto lucy como levy se observaban confundidas sin saber exactamente si estaban hay por la misma razón la incomodidad solo incrementaba, hasta que la chica de cabello negro apareció en la escena seguidas por; Wendy, Mirajane y Charly lo cual solo ayudo a que la confusión de las amigas aumentara

-gracias por venir- hablo con tranquilidad Kitsune –aunque si no lo hubieran hecho las habría traído a la fuerza-

Sus palabras hicieron temblar a todas las presentes, en cualquier otra situación no se preocuparían; pero acababan de ver como kitsune podía tratar con tranquilidad una batalla con los Dragon Slayer por lo que sus palabras podrían tomarse como una amenaza importante

-¿disculpa que es exactamente lo que necesitas de nosotras?- preguntó lucy con nerviosismo

-antes que nada... quisiera ir a un lugar más privado- contesto de manera simple kitsune mientras se estiraba –un lugar libre de hombres-

-deberíamos ir a fairy hills solo hay mujeres en ese lugar- susurro Wendy algo nerviosa

-ya veo entonces vamos a ese lugar- anunció kitsune –tu guías pequeña-

La caminata a los dormitorios no fue tan agradable como se esperaría de un grupo de chicas, no está de más decir que el silencio era incómodo y sofocante, ninguna estaba segura de como terminar con esa situación incómoda y a Kitsune no parecía importarle en lo absoluto. Llegaron a los dormitorios, eligieron la habitación de Wendy para poder hablar con tranquilidad, dentro se encontraron con un prolongado silencio que parecía irrompible no sabían por dónde empezar y eso... era simplemente INCOMODO.

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