Capitulo 2 (El mundo cambia.)

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-¡Tienes que venir conmigo! ¡Tenemos que hablar!- espeté viendo a Arthur fijamente a los ojos.

Él me vio sorprendido.

-¿Qué demonios pasa contigo...?- me preguntó.

-Yo soy quien tiene que hacer las preguntas. Vamos.- lo tomé de la mano.

Comencé a jalarlo hacia el edificio de dormitorios y a mi habitación mientras que él se quejaba y decía que eso era secuestro, aunque no se resistía mucho y de todas formas me daba trabajo llevarlo a jalones. Pinche Arthur... Finalmente llegamos. Abrí la puerta como pude y entramos. Por suerte para mí, mi compañera de habitación no estaba, su presencia me hubiera sido un problema.

-Siéntate ahí.- le dije señalando la silla de oficina frente al escritorio.

Arthur se sentó ahí mientras decía algo entre dientes, lo cual ignoré. Dejé los libros sobre mi cama y saqué un pequeño cofre de debajo de ella, lo abrí y saqué el unicornio de juguete que estaba en su interior. Me giré hacia Arthur y se lo enseñé.

-¿Reconoces esto?- le pregunté.

Arthur observó el unicornio en silencio y luego lo tomó en su mano.

-Yo... Se lo regalé a una niña hace un tiempo... ¿Cómo es que lo tienes?

-... Yo soy esa niña, Arthur.

Me vio con sus ojos como platos y se paró. Me observó de pies a cabeza.

-Fue hace 12 años, Arthur...- hice una pausa y tomé aliento -Pasaron 12 años y tú te vez igual que entonces. ¿Por qué no envejeces?

-Yo...- parecía que quería salir corriendo -Bueno, verás...

-¡Dime la verdad, Arthur!- lo señalé -Tú no eres una persona normal, tú eres...

-¡Soy Inglaterra!- me interrumpió -Soy un país y por eso no puedo envejecer... Tonta, se supone que no debe saberlo nadie además de los otros países y los superiores...- suspiró frustrado -¿Ahora qué haré contigo? No puedo dejar que vayas por ahí divulgando esto...

-... Tenía que saberlo... Tú me hiciste sentir mejor dos veces y 12 años pasaron entre esas dos ocasiones... No podía dejar de pensar en que no habías envejecido hasta saber por qué...

Miré al suelo, a mis pies. Arthur se me acercó.

-... Creciste mucho desde ese entonces...- me dijo, tomando mi mano para levantarla y devolverme el unicornio.

Levanté mi mirada y lo vi algo apenada.

-... No diré nada, Art... Inglaterra.

-No, llámame Arthur, tonta.- frunció el ceño -Ya sé que soy Inglaterra, pero también soy una persona.

-De acuerdo.- le sonreí por un momento -Entonces... ¿Ludwig, Kiku y Feliciano...?

-¿Hablas de Alemania, Japón e Italia Veneciano?- sonrió.

Ambos reímos. La puerta se abrió entonces y alguien entró. Ambos giramos a ver a esa persona, era...

-¡Bairre...!- exclamé.

Bairre miró a Arthur de mala manera. Era más que evidente que haría una escena de celos...

-Vaya- dijo y señaló a Arthur -, eso no es uno de tus libros de estudios.

-¿Este idiota quien es?- me preguntó Arthur.

-Bairre, él es Arthur. Arthur, Bairre es... mi novio.

-Si, exacto.- dijo Bairre, acercándose más a Arthur y cruzado de brazos -Yo soy su novio, el ser más importante del mundo para ________. ¿Qué haces tú con mi novia y en su habitación?

-Definitivamente no la hago llorar como tú, idiota.- le respondió Arthur.

-Cierra la boca y lárgate. _______ no te necesita, doble idiota.

-¡Bairre!- le dije molesta -¡Tú no tienes derecho a echarlo de aquí!

-¿Disculpa? Tú eres mía, así que yo decido si puedes verte o no con este tipo.

-¡_______ no te pertenece!- protestó Arthur.

-_______, estoy esperando a que lo eches.- me dijo Bairre.

-Vete.- dije.

-Así es, Arthur, ve...

-No, Bairre. Tú vete.- le dije con firmeza.

-¿Perdón...?- dijo molesto.

-¡Buscate otra novia, ya no quiero estar contigo, solo me haces sufrir!- le grité -¡Vete!

-... Bien, si así es como lo quieres... Quédate con tu "amiguito", zorra nerd. ¡Ya vas a pedirme que vuelva contigo!

Bairre salió dando un portazo. Arthur hizo un movimiento como si fuera a ir detrás de él para gritarle alguna cosa, pero lo detuve.

-Déjalo, es mejor que se vaya, tenía pasar tarde o temprano...

-Pero qué idiota es... ¿Qué le veías a ese tipo?- me dijo Arthur.

-Ya ni me acuerdo...- suspiré -Necesitaba hacer eso.

Arthur me despeinó.

-Al menos ya no te hará llorar...- dijo.

-Tienes razón.- le sonreí.

Nos vimos a los ojos unos segundos. Así que un país... ¿eh? Siempre creí que un país era el conjunto de territorio + población + gobierno, pero ahora acabo de descubrir que los países también son personas... El mundo ha cambiado para mí ahora...

Dejé de mirar a Arthur cuándo recordé que estaba a dos días de mi examen de final de semestre y aún no había estudiado.

-¡AHH! ¡MALDICIÓN!- grité, dándole a Arthur un leve susto -¡Mi examen es en dos días y no he estudiado nada!- comencé a caminar en círculos alrededor del dormitorio -No es posible, voy a reprobar y tendré que recursos todo el semestre... ¡Esto es malo, muy malo!

-¡Oye, cálmate!- me dijo Arthur con su expresión tsundere -... Te ayudaré a estudiar, pero deja de ser tan ruidosa...

-Recuerda que estás en MÍ dormitorio, Arthur.- le dije con seriedad luego de que me llamara ruidosa.


Arthur y yo pasamos el resto del día estudiando, hasta que Ninel; mi compañera de dormitorio, entró preguntando si era verdad que había terminado con Bairre y disculpándose por interrumpir segundos después, cuando notó que no estaba sola. Arthur decidió irse en ese momento, pero no sin antes decirme que lo viera al mediodía siguiente en la biblioteca.

Ninel y yo nos quedamos solas. Ella me vio con picardía y complicidad.

-¿Acaso dejaste a Bairre por ese chico?- me preguntó -Él te gusta, ¿verdad?

-No es así, mi ruptura con Bairre no tiene nada que ver con Arthur...- me sonrojé y fruncí el ceño.

-Yo creo que sí. ¡_______ ama a Arthur~!- gritó.

-¡C-claro que no! ¡Ya basta, Ninel, tengo mucho que estudiar!- le di la espalda e intenté seguir estudiando.

-Kolkolkolkolkolkolkolkol...- oí a mis espaldas.

Me recorrió un escalofrío, esa rusa siempre daba miedo cuando se molestaba. No quería voltearme a verla por nada del mundo o el miedo sería aún peor...

-No me mientas, _______- me dijo al oído -. Kolkolkolkolkolkolkolkol...

-¡AHHHH!- grité -¡¡Juro que no miento!!

El Secreto de la Universidad de Dublin.Where stories live. Discover now