Control ***Shanks x Buggy****

XI

Buggy estaba sentado entre las piernas de Shanks, dándole la espalda, mientras el pelirrojo deslizaba el cepillo por su larga melena azul con una paciencia infinita. Sus dedos, expertos y conocedores de cada mechón, se movían con una familiaridad inquietante, deshaciendo los nudos que él mismo había provocado horas antes. Cada movimiento era suave, casi hipnótico, y Buggy no podía evitar sentir cómo su cuerpo se relajaba, como si el peso de sus preocupaciones se desvaneciera bajo el cuidado de Shanks.

—Tu cabello... podría pasarme todo el día tocándolo y aún así no me cansaría—murmuró Shanks, con una sonrisa ladina que Buggy no podía ver pero que podía sentir en su voz, cálida y cercana.

El otro bufó y bajó la cabeza, con un calor incómodo subiendo por su rostro. No quería admitir cuánto disfrutaba de ese momento, cuánto le gustaba la sensación de las manos de Shanks en su cabello, pero su cuerpo lo delataba. Cada roce, cada movimiento, lo hacía sentirse más vulnerable, más expuesto.

—Es tan suave que me encanta cómo se siente entre mis dedos... casi tanto como me encanta joderte—continuó Shanks, en tono juguetón.

Buggy ya, completamente rojo, chasqueó la lengua y le dio un codazo ligero en las costillas, más por costumbre que por verdadera molestia —Eres insoportable —murmuró, con vergüenza.

Shanks sonrió, rozando con los dedos el lugar donde lo había golpeado, no porque le doliera, sino porque le encantaba verlo reaccionar así. Buggy estaba demasiado relajado entre sus piernas, demasiado cómodo dejando que sus manos lo recorrieran. Era un momento que Shanks quería grabar en su mente para siempre, un momento de paz en medio del caos que siempre los rodeaba.

"Si tan solo todos los días fueran así", pensó con añoranza el capitán, mientras dejaba el cepillo a un lado y se inclinaba sobre Buggy, rodeándolo con sus brazos y apoyando el mentón en su hombro. Buggy, casi sin darse cuenta, entrelazó sus dedos con los de Shanks, permitiéndose ese pequeño gesto de intimidad que tanto le costaba admitir.

—Días como estos me recuerdan a cuando te tenía únicamente para mí—murmuró Shanks, con voz dulce y cargada de nostalgia, como si estuviera compartiendo un recuerdo preciado, algo que atesoraba en lo más profundo de su ser.

Y entonces, Buggy se congeló. Sus dedos, que antes descansaban sobre los de Shanks, se crisparon de inmediato. Un escalofrío de repulsión le recorrió la espalda, y su rostro se endureció en cuestión de segundos.

—No puedo creer que realmente hayas dicho esa mierda—gruñó, intentando levantarse de la cama, pero el agarre en su cintura se volvió más firme, impidiéndoselo.

—No te vayas...—la voz de Shanks era suave, casi inocente, como si no entendiera la reacción de Buggy —No digo estas cosas para hacerte rabiar—continuó Shanks, con voz baja y melancólica—Es solo que... lo extraño.

Los ojos de Buggy se endurecieron, sintiendo un nudo áspero y pesado formándose en su pecho. La incredulidad se apoderó de él.

—¿Extrañas tenerme encerrado como un jodido prisionero?—preguntó, con la voz temblorosa pero llena de amargura.

Shanks suspiró, como si la pregunta le pareciera absurda —Extraño que fueras solo mío—corrigió, con una naturalidad que heló la sangre de Buggy— Extraño que cada vez que te tocaba, supieras que era el único que podía hacerlo. Que te despertaras y la primera persona que vieras fuera yo. Que no existiera nadie más en tu vida que no fuera yo.

Buggy no podía creerlo. Para él, esos días habían sido una jaula, una tortura lenta y constante. Había contado cada hora, cada intento fallido de recuperar su libertad con desesperación. Y ahora, Shanks hablaba de ello con añoranza, como si hubieran sido días felices compartidos. Se sintió tonto por haber creído, aunque fuera por un momento, que Shanks realmente lo lamentaba. Que el peso de lo que había hecho pesaba en su conciencia. Pero no. Para Shanks, todo había sido algo dulce, algo soñado.

Ahora se daba cuenta de que a Shanks no le importaba lo que él sintiera y eso lejos de enojarlo lo entristeció. 

—Estás enfermo—fue lo único que atinó a decir, con notable decepción en sus palabras.

Y Shanks sonrió, como si esas palabras no le afectaran en lo más mínimo —Tal vez—musitó con indiferencia, apartando con cuidado un mechón de su rostro— Pero es lo que causas en mí, tú me haces de esta manera, así que hazte responsable.

Y ahí estaba de nuevo, el culparlo por cada locura que hacía.

Buggy, aburrido de lo mismo y sin querer seguir hablando de ese tema, cerró los ojos un instante, sintiendo el tacto de Shanks en su rostro. Esa familiaridad, ese calor envolvente... era demasiado fácil dejarse llevar por él. Demasiado fácil olvidar, aunque fuera por un momento, todo lo que había sufrido a su lado. Miró por la ventana, que daba al mar, notando cómo el cielo se teñía de tonos naranjas y rosados, y en un destello de claridad, se dio cuenta de cuánto tiempo había dejado escapar: un día entero perdido en una paz efímera, en una comodidad que, por más real que pareciera, estaba condenada a desvanecerse. Y entonces, la consciencia de lo fácil que había sido caer en esa calma lo golpeó con fuerza.

"No puede seguir así. Luffy de seguro sigue esperando a que salga de este cuarto", pensó con un poco de culpa Buggy.

—Se está haciendo tarde—murmuró, sin querer irse realmente, sintiéndose un verdadero masoquista por despreciar a Shanks y al mismo tiempo querer estar a su lado— Luffy debe de estar preocupado por mi... debería salir a hablar con él, después de todo lo he dejado solo todo un día.

Shanks ante esas palabras no respondió de inmediato. Solo lo observó en silencio, como si evaluara sus palabras. Y no le gustó lo que escuchó. "Porque a mí sí puedes hacerme a un lado sin problema. Pero con Luffy... con él te sientes mal", pensó con indignación el capitán.

Reprimiendo un ceño fruncido, el pelirrojo trató de no mostrar su malestar. —¿Para qué quiere verlo?—preguntó con aparente indiferencia, apoyando un codo en su rodilla flexionada mientras su mirada se perdía en algún punto lejano, como si intentara ocultar la tensión que se filtraba en su voz— ¿De qué tanto pueden hablar tú y ese niño?—añadió, con un tono que pretendía ser casual pero que no lograba disimular del todo el dejo de frustración que se escondía tras sus palabras.

—Solo será por un momento y después volveré—dijo Buggy, con una voz que sonaba más una petición que una afirmación. Sabía que podía simplemente irse, que no había nada que lo obligara a quedarse, pero algo en la mirada de Shanks lo mantenía allí, quieto entre sus piernas.

—Puedes hablar conmigo —Respondió finalmente el capitán con voz firme.

—Shanks...

El pelirrojo no esperó más. Con un movimiento lento pero deliberado, deslizó sus dedos por el cuello de Buggy, trazando una línea que descendía hasta su clavícula. Su tacto era firme, posesivo, como si cada roce fuera un recordatorio silencioso de quién tenía el control en ese momento.

—Siempre estás con él ¿Qué te cuesta darme este día solo para mí? —su voz era baja, envolvente, sus labios rozaron la oreja del chivo y el suspiro que escapó de los labios de Buggy fue casi imperceptible, pero Shanks lo captó al instante, una pequeña victoria que lo animó a continuar— Puedes por este día pensar solo en mí, centrarte solo en mí, solo somos tú y yo, Buggs.

Buggy tragó en seco. Algo en la manera en que Shanks lo decía, en la forma en que sus manos lo sujetaban con tanta facilidad, lo hizo sentirse atrapado. Como si ceder fuera la única opción. Y maldita sea, parte de él quería hacerlo. Shanks realmente le había jodido el cerebro, pero solo por hoy se dejaría llevar. Solo por hoy haría todo lo que el capitán ordenara.

—Tienes una forma de pedir las cosas que me irrita, ¿sabes?—murmuró con resignación.

Buggy maldijo por lo bajo, pero no se movió. Shanks lo abrazó por la espalda, pegándolo más a su pecho, mientras el sol se filtraba tenuemente por las cortinas.

Y estando así Buggy supo que caía rápidamente ante Shanks, pero también que, por hoy, solo por hoy no le importaba sumergirse entre esos brazos y dejarse querer.

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Hello, volví, más pronto de lo esperado, pero aquí está un nuevo capítulo, estoy editando el siguiente, no sabía que escribir y esto salió, espero les guste, a mi no tanto pero buenoooo, es lo que hay :/

En fin bye bye.