Capitulo 1

3.2K 217 7
                                    

Desperté sobre saltada de la cama, a pesar de haber pasado cinco años de la terrible masacre de mis padres las pesadillas aun me atormentaban.

El viejo señor canoso que salvo mi vida aquel día me llevo su casa y cuido de mí como si fuera su propia hija, me entreno cada día durante tres años y luego de eso viajaba con él a exterminar a esas horribles bestias, con cada viaje ganaba más experiencia y conforme fuimos exterminando decidimos hacerlo al incognito ya que no queríamos asustar o alterar a las personas.

Con los viajes fuimos adquiriendo más información de las bestias, en realidad las bestias adoptaban forma humana y en la noche regresaban a su forma original por lo cual siempre debíamos estar precavidos y no podíamos confiar completamente en las personas.

Cuando cumplí quince años, Richard me dijo que iba a retirarse ya que su edad ya no le permitía sobre esforzarse así que yo también decidí dejar de hacerlo ya que quería acompañarlo y ayudarlo por cualquier cosa que necesitara.

Por todas las cazas nos daban una gran cantidad de dinero por lo cual podíamos vivir tranquilamente sin preocupación alguna, pero eso solo duro un año ya que Richard enfermo gravemente y no aguanto mucho en su condición. A pesar de no haber sido mi padre, lo considere como uno así que su muerte causo una gran devastación para mí.

Richard ya no estaba, me había quedado completamente sola, ya no tenía motivos para quedarme en la pequeña cabaña que había comprado para vivir en paz con Richard.

Recuerdo que un mes antes del fallecimiento de Richard el estado quiso que hiciera una misión en un pueblo llamado a lo cual me negué ya que en ese entonces estaba retirada; pero ahora que estaba sola no tenía nada que perder.

Termine de incorporarme de mi cama y agarre el pequeño teléfono que se encontraba en mi mesita, marque el número que me habían dado por si cambiaba de opinión y espere a que alguien contestara, sonaron tres timbrazos antes de que alguien contestara.

-¡Hey Ely¡ sabía que llamarías, ¿quieres realizar la misión que te ofrecí? –resople frustrada, entre todas la personas me había contestado el.

-Sí, acepto –respondí.

-Bien, mañana te envió los detalles de lo que debes hacer.

-Entiendo, si eso es todo, adiós –respondí y colgué antes de esperar una respuesta suya.

Damon era el hijo de Marco, no me confundan, estoy completamente agradecida con el también por haberme salvado esa noche, pero su hijo era completamente irritante aunque era lo más cercano a un amigo que tenía, aunque también era el único.

Mire la hora, 10:30, perfecto, fui a la cocina y me prepare un jugo de piña, al terminar lave lo que había utilizado y me dispuse a cambiarme para ir al cementerio a visitar a Richard.

Como el lugar en donde habíamos decidido quedarnos era aislado de la sociedad solo tuve que caminar por diez minutos para llegar al cementerio.

Recuerdo que el entierro fue una de las cosas más dolorosas en mi vida, no habían asistido demasiadas personas ya que no teníamos un lugar predeterminado y siempre viajábamos.

Me quede admirando en silencio la lápida que estaba al frente mío, deje un pequeño ramo de margaritas que había recogido antes de salir de la pequeña cabaña y la coloque a lado de la lápida.

Cuando me levante para regresar a mi hogar el sol ya estaba decayendo, las horas habían pasado demasiado rápido, antes de que terminara de anochecer fui corriendo a la cabaña y me adentre en ella.

No tenía demasiada hambre así que me fui a mi cama aunque todavía fuera temprano, realmente me costaba dormir sin que nadie más estuviera cerca, me sentía desconfiada, pero aun así logre dormir después de un rato.

Desperté por el sonido de la puerta, había alguien que no paraba de tocar la puerta, así que me levante todavía algo somnolienta y abrí la puerta, al abrirla me encontré con una ingrata sorpresa: Damon.

-¿Qué haces aquí? –pregunte fastidiada.

-Buenos días para ti también –respondió ignorando mi pregunta mientras se adentraba a la cabaña sin permiso

-Bueno, ¿Qué haces aquí? –volví a preguntar.

-Vine a explicarte en lo que consta la misión –respondió, pero esta vez su voz se volvió seria. Cuando se ponía serio era porque las cosas eran muy importantes así que hice un movimiento con mis manos para que siguiera con su explicación.

-Han estada habiendo varios asesinatos en y necesitamos que vayas de encubierto para que los elimines, no iras sola, iré yo también, pero debemos ser lo más discretos posibles por lo cual para disimular un poco más tendremos que ir a la escuela, pero eso no es todo, para evitar sospechas de ellos tendrás que hacerlos creer que tienes una discapacidad, tendrás que fingir ser ciega mientras estés en plena luz del día, y bueno yo no necesitare fingir ya que si hay sospechas irán directamente a mí y podremos anticipar sus ataques.

Asentí algo abrumada, después del incidente no volví a ir a la escuela, Richard se encargaba de enseñarme todo lo necesario, pero volver a la escuela, me iba a ser algo difícil adaptarme.

-Salimos en tres horas así que alístate –dijo.

-¿Qué?, ¿por qué no me avisaste ayer? –dije para luego soltar un grito de frustración.

Damon solo soltó una carcajada y luego se sentó en el sillón, me gire para ver la hora y me quede estupefacta, 6:14 a.m., iba a reclamarle a Damon pero antes de hacerlo me miro y me señalo su reloj como símbolo de que no tenía mucho tiempo, me gire frustrada y me adentre a mi habitación a empacar todas mis cosas.

Iba a ser un día muy cansado.


BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora