Capítulo 1: Imbécil, cerdo y... ¿que más?

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Dylan me quitó las gafas y las alzó para que no pudiera cogerlas. Yo me levanté de golpe.

- ¡Eh! ¡Damelas! - dije y empecé a saltar para intentar cogerlas. Era inútil. - Agg... Sois unos imbéciles, que no teneis nada mejor que jodernos. - dije dejando de saltar, frustrada.

- Si las quieres cogelas. - me dijo en el momento que las tiró a la papelera y todos empezaron a reír. Yo enfurecí por completo, cogí mi baso de zumo y se lo tiré a Dylan a la cabeza. Él lanzó un grito ahogado - Yo la mato - rápidamente cogí las gafas y salí corriendo fuera de la cafetería. Dylan me perseguía, y mientras corría por el pasillo, choqué con el profesor James.

- Señorita Grant, a que vienen esas prisas.

- Eh... yo... yo... - empecé a tartamudear. Apareció Dylan corriendo. Quedó sorprendido al ver al profesor.

- Señor Marks, ¿tambien tiene usted prisa? - dijo el profesor James. - Y eso de tu pelo... ¿es zumo?

- Si... Es una larga historia. - dijo, fulminando-me con la mirada.

- Bueno... Yo me voy ya. - dije y me fui al baño de chicas, escopeteada.

- ¡Eh, espera! - oí que Dylan me seguía y empezó a llamar a la puerta. - Sal de ahí maldita hija de perra. - hubo silencio - En algún momento tendrás que salir, no serás capaz de saltarte una clase. - Mierda...

Vi una ventana, que daba al patio trasero. Podía saltar por ahí, y luego entrar por la puerta de la cafetería. Hice eso. Por suerte, Dylan no estaba en mi clase y no me lo crucé.

A la salida, me encontré a Mia y a Live.

- Hola chicas. - dije.

- ¡Chloe! Saliste corriendo perseguida por Dylan, ¿que pasó?

- Nada, nos encontramos con el profesor James y yo me escabullí. No lo volví a ver. - contesté y me encogí de hombros, quitándole importancia. - ¿Vamos?

- Claro, subir al coche. - dijo Live, abriendo la puerta del conductor. Mia y yo nos subimos y Live arrancó el coche. Una vez en marcha, habló. - Aún no me creo que después de tirarle zumo por la cabeza a Dylan, salieras ilesa.

- Pues creetelo. - dije.

- Pero te dejo en paz, ¿sin más? - preguntó Mia esta vez.

- Bueno... En realidad me metí en el baño y salté por la ventana. Estuve esquivando-lo las últimas horas. - cuando lo dije, empezaron a reírse a carcajadas. Yo también reí. - ¿Que pasa?

- Tía, en serio, eres una suicida. - dijo Mia.

- Pero es probable que la venganza sea muy mala... - se preocupó Live. Y yo supe que tenía razón.

Me dejaron en mi casa y yo me despedí de ellas. Tenía que pensar en cómo librar-me de Dylan.

- Hola Chloe. - me dijo Melisa des del sofá, al entrar. Jim estaba a su lado. Veían dibujos en el televisor.

- Hola chicos, ¿qué tal? - dije.

- Yo bien, pero a Jim le han... - en ese momento Jim le tapó la boca a Melisa.

- A Jim... ¿que? - pregunté.

- Nada... Yo estoy perfectamente. No pasa nada. No tienes que preocuparte por nada. - dijo Jim, sin mirarme. Su insistencia me inquietaba y a la vez me preocupaba.

- ¿Qué es lo que pasa? - dije poniendo los brazos en jarras.

- Ya te lo he dicho, nada de nada. - se defendió Jim, muy nervioso. En ese momento Melisa se deshizo del agarre de Jim, y vino corriendo hacia mi.

- ¡A Jim le han pegado y tiene un ojo morado! - dijo muy rápido y se escondió detrás de mí, cuando Jim se levantó para perseguir a Melisa, dejando ver el moratón del ojo.

- ¡Serás chivata! ¡Te dije que no dijeras nada! - dijo él dirigiéndose a Melisa, muy enfadado.

- Déjame ver. - le dije acercándome, en un tono relajado. Le rocé delicadamente el ojo con los dedos y se quejó. Aparté la mano. - ¿Quien te a hecho esto?

- Nadie... Me... me di contra una puerta... - dijo Jim.

- No me mientas, ¿quien a sido? - insistí. Jim suspiró.

- Un niño un curso mayor. Se llama Edgar.

- ¿Por que te golpeó?

- Porque él y sus amigos le quitaron la mochila a una niña y jugaban a pasarsela mientras ella la perseguía. - empezó a explicar Jim - Y entonces yo, fuí hacia ellos, les quité la mochila y se la devolví a la niña. Luego, Edgar me acorraló y me pegó.

- Voy a ir a hablar con la directora. - dije.

- ¡¿Que?! ¡No! No puedes hacer eso. - dijo él muy alarmado.

- Claro que si. Esto no puede seguir así.

- Por favor, Chloe, no intervengas. - suplicó Jim.

- Y ¿esperas que me quede de brazos cruzados? - pregunté mirándole.

- Por favor, solo... no hagas nada. Solo te pido eso. - giró sobre sus talones y subió corriendo las escaleras, hasta su habitación, cerrando la puerta de un portazo.

Melisa había vuelto al sofá en medio de la conversación, y veía tranquilamente los dibujos. Yo me fuí a mi habitación a estudiar y a hacer deberes.

Luego me quedé en la habitación, tumbada en la cama, pensando. ¿Cómo podía defender-me de Dylan? Podía esquivarlo todo un día, pero en algún momento me cruzaría con él. Era inevitable, lo tenía en algunas clases, y lo vería en la cafetería. Lo único que podía hacer era atacar yo, antes de que él atacara.



Hola al que me lea.
Esta es una de mis primeras novelas. Llevo un tiempo recopilando ideas para esta, y espero que pueda gustar.

Iré publicando capítulos cuando pueda, pero voy a intentar ir subiendo lo antes posible.

Si te gusta y quieres que continúe, vota o comenta. ;)

Un saludo a esos que me leeis. :D


[*CORREGIDO*]

Eres mi chico maloWhere stories live. Discover now