War of hormone- Boy in luv

~CAPÍTULO 19~Melany

-mmm—emití un sonido gutural naciente de mi garganta. Mierda ¿Por qué cuando trato de deshacerme de Jimin, siempre termino dejándolo convencerme que me quede con él?

Sus manos me empujaban la cabeza hacia la suya, presionando sus labios a los míos con ferocidad. Su lengua recorría cada rincón de mi boca, masajeando mi lengua en movimientos acelerados y rítmicos. Una de sus piernas se colocó sobre las mías, separándolas y arrodillándose allí con una pierna, y con la otra a un lado de mis caderas—

-mmmm—Jadeé ante un estremecimiento que erizó cada vello de mi piel, ante el acto de Jimin, quien había subido su rodilla hasta mi entrepierna y había presionado con delicadeza, pero resultando ser tan placentero y doloroso.

-Jimin—ahogué otro gemido ahogado en su boca, arqueando el cuerpo y obligándome a tratar de no tirarlo sobre mí, y pedirle que me follara allí mismo. Su pierna se apretó nuevamente sombre mi intimidad, mandando otro estremecimientos doloroso en mi intimidad, dejándome tan húmeda en solo instantes. Mi sexo latía contra mi ropa y su pierna, generando espasmos que se extendían por mi vientre y aumentaba en calor en mi cuerpo, considerablemente.

Mis manos bajaron hasta sus laderas, la parte baja de su chamarra de cuero y se introdujeron por debajo de la tela y el cuerpo, dejándome sentir el contacto de su suave piel y el calor de su cuerpo. Jimin separó mis piernas con rapidez como un reflejo de mis manos trazándole la piel, ocasionando gemidos ahogados.

Otro espasmo me sacudió el cuerpo, esta vez dejando que jadeara en su boca. Jimin había apretado el bulto duro de sus pantalones contra mi sexo, generando que deseara que me hiciera suya en este instante. Lo quería dentro de mí, aliviándome este dolor provocado por desear que me penetrara.

Mi cuerpo ardía y mis manos rasguñaban a la piel de su espalda, haciendo que me apretara su miembro endurecido contra mi intimidad, estando es pantalones y mis bragas.

-Ahhh—solté un gemido y un suspiro, como si hubiese estado reteniendo el aire por bastante tiempo. Me escuché a mí misma, pareciendo una maldita puta suplicando por sexo.

Mis manos tomaron fuerza y lo empujaron como pude, logrando tirarlo a un lado, pero no completamente lejos de mí. Me reincorporé con rapidez y me senté agachando el rostro y sin saber que decir o hacer ¿Marcharme y dejar solo a Jimin? ¿O quedarme con él y tratar de hablar?

-(TN)—me llamo Jimin jalándome de las caderas para levantarme y hacerme sentar en su regazo, con las piernas separadas.

Levanté los ojos hacia los suyos. Ojos tan negros como la noche solitaria. Ojos tan negros y brillosos, reflejando deseo y lujuria. Creí que lo único que diría tal vez, sería que quería llevarme a un lugar y follarme, incluso ahí mismo podíamos tener sexo. Pero lo que dijo fue todo lo contrario—

-Perdóname—Suplicó aun con la voz ronca- Perdóname, (TN). Perdóname. Soy un maldito hijo de puta. Por favor, no te vayas. Quédate conmigo... quédate conmigo. Para mí eres la única de ahora en adelante.

Abrí la boca para disponerme a gritarle; pero se me fue la voz y me ahogué con mis propias palabras. ¿Cómo era capaz de reclamarle? Él se había dignado en contármelo...yo... yo ni siquiera tenía el valor de contarle lo de Suga.

Cerré los ojos y apoyé la barbilla en su nuca, cerrando los ojos y sintiéndome un peor—

-Vámonos—Pedí abrazándolo—Vámonos Jimin. Ya no digas más o juro que te mandaré a la mierda. Te lo juro.

Jimin vacilo débil en mi oído, y luego se empujó el cuerpo, con migo en brazos para levantarse. Rodeé las piernas en su cadera y me aferré a él tanto como pude. Jimin caminó a duras penas conmigo en brazos hasta llegar a su moto, luego nos dirigimos hacia la cabaña del bosque. ¿Hace cuánto tiempo que no veía esa casa? Más de un año—