♡Get a rich boy♡ |L.S|

{editado}♡4: daddy's little princess♡

Capítulo 4: Daddy's little princess.

"Harry me vistió con ropas elegantes y me presentó a todos como suyo"

Me gustaba preguntarme qué pasaba por la mente de las personas interesantes. Por ejemplo: Harry. Quería saber qué pasa por su mente cuándo busca sugar babies, qué pasa por su mente cuando les ofrece su ayuda, qué pasa por su cabeza cuando nos llama de esa forma.

Un semana había pasado, cada día y momento en que tenía la oportunidad de mirarlo, de sólo mirarlo, en silencio, lo hacía y trataba de descifrar sus hermosos ojos, quería que la frase en la que dicen que los ojos son las ventanas del alma tuviera razón y que, observando con suficiente atención en las orbes de Harry, pudiera describir porqué él se prestaba a esas cosas.

Como decía, teníamos una semana saliendo, bueno, él me llevaba a su casa, me preparaba la comida y comíamos mientras hablábamos de cualquier cosa. La buena noticia es que 'hablar cualquier cosa' con Harry, era mantener una entretenida charla, no me molestaba en lo absoluto.

― ¿Por qué crees que nos soportamos? ―Pregunté antes de cambiar de página.

Ambos nos encontrábamos en su sala, yo estaba sentado leyendo otro libro de los que me había comprado y él estaba en el otro sillón, junto a la mesa de centro, tenía un montón de papeles encima de ésta, estaba leyendo y marcando algunas cosas en ellos.

Me miró cuando escuchó mi pregunta.

― ¿A qué te refieres?

―A que tú eres mayor que yo, debes considerarme un mocoso― bajé la vista a mi libro y fingí prestarle más atención a la lectura.

―No lo creo de esa manera― negó―. Eres interesante.

Dejé mi libro de lado y lo miré esperando una respuesta seria.

― ¿Por qué me miras así, Lou?

―Porque no creo ser interesante, dime que pretendes― me crucé de brazos.

―Escucharte; aprender de ti todo lo que pueda, eso me gustaría, Lou― respondió―. Eso pretendo.

¿Qué puedes aprender de mí, demente?, esa era mi siguiente pregunta pero me mantuve callado.

―No eres como todos― dijo más para sí mismo, bajando su atención a su trabajo.

Odio tener que reflexionar acerca de todo, todo el tiempo pero no dejaba de darle la vuelta a mi idea de que me sentía como un estudiante ante el maestro Harry.

Ese día, Harry me llevó a casa pero me dejó una manzana atrás, prácticamente tuve que rogar para que lo hiciera y al final cedió.

Mis padres estaban en la mesa, junto a Lottie. Entré con cuidado y me senté en un lugar vacío en la mesa.

―Lamento llegar tarde― con la mirada de todos sobre mí.

―Está bien― sonrió mi madre―, hay que cenar.

Ella sirvió la cena, no era más que una sopa caliente.

―Louis, estábamos discutiendo sobre tus estudios― habló mi padre―, recordamos que es la semana del pago mensual y bueno, no estamos seguros de que debas seguir yendo a ese colegio.

― ¿Qué? ―Fruncí el ceño.

―No podemos pagarlo y tú puedes asistir a una escuela pública― prosiguió.

―No.

―Sí, Louis― dijo firme.

Tragué saliva, yo ya había pagado mi colegiatura.