Los Signos del Zodiaco

XI

Me limpio la sangre del cuerpo con un pequeño trapo, salgo por la puerta trasera del hospital con calma. Si Tauro no me hubiera noqueado, Sagitario no existiría... y sería un problema menos para mí. Mas la vida es cruel y está en cuidados intensivos mientras los otros tienen moretones y fracturas.

— ¡¿A dónde crees que vas maldita?! —exclama Leo arrastrándose con ayuda de una enfermera—. ¡¿A dónde?!

— No sé exactamente, pero sí sé que no debo quedarme aquí —suspire acercándomele, retrocede—. No corro, ni huyo. Pero esta vez es indispensable. Todos deben estar odiándome y con ganas de matarme; no los culpo.

— ¿No te atreverás a irte? ¿Verdad Escorpión?

— ¿No crees que es lo más adecuado?

— Todos te queremos mucho y no soportaríamos que te fueras. No te vayas, todo sabemos que nos lastimaste porque perdiste el control. ¿Es normal no? ¿Perder el control de vez en cuánto?

— Las personas con problemas de ira lo hacen seguido —apretó mi camisa—. ¿Qué tal si vuelve a pasar? ¿Si las cosas se ponen más difíciles y no pueden detenerme? ¿Si termina en algo peor a esto? —agacha la cabeza—. No quiero Leo. No quiero volver a lastimarlo, aun cuando ustedes me lastimen. Así que me iré un tiempo, unos días.

— ¿Volverás?

— ¿Quieren que vuelva?

— Es genial tenerte cerca maldita. Claro que queremos que vuelvas.

— Consigue que todos se pongan de acuerdo y hablamos —grita "imposible" haciéndome reír—. Bueno, tratare de volver. De que no me maten —le doy un golpe seque que hace que se desmaye, la enfermera grita—. Llámame si están en problemas. Con eso volveré, te lo aseguro. Los vigilare de cerca.

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Observo el teléfono que tiene más de cien mensajes de todos los del Zodiaco: unos me insultan, otros me piden que vuelvan y varios me suplican perdón y otras peticiones. Pero lo que no saben es que dije: "LLAMADA" si había emergencia, NO mensajes. Miro mi Jack Daniel's medio vacío, tendré que comprar otro.

— Mierda —me levanto de la cama y arrastro mis piernas por el suelo como si fuera lo único que puedo hacer. El teléfono suena y casi me mato por el—. ¿QUE?

— ¿ESCORPION? ¿HOLA, ESCORPION?

— ¿Qué?

— ¡ESTAMOS EN GRAVES PROBLEMAS! —exclama Leo y se escucha un grito—. ¡Te necesitamos!

— ¡Que no sea una broma o alguna trama de ustedes!

— ¡MALDITA! ¡CLARO QUE NO! —alejo el teléfono— ¡TODOS VENDIERON SU ALMA!

— ¡¿QUE HICIERON QUE?!