Smiling Seas

Preguntas respondidas, preguntas forjadas [14]

-Era mi mayor rival, pero un hombre al que respetaba profundamente... -Barbablanca continuó, les contó quién creía que era Roger, su carácter y su valor como hombre. Sabo casi podía sentir la confusión de Ace, pero Luffy ni pestañeó. Su hermano pequeño sonrió con cariño, como si hubiera oído hablar de ese hombre antes de alguien que lo apreciaba.

-Y antes de morir, encontró el mayor tesoro que jamás haya existido. -Sabo se inclinó hacia delante, con los ojos muy abiertos mientras la historia lo atrapaba. Incluso Ace, que había estado rígido y furioso, estaba prestando atención, con los ojos entrecerrados por el sol mientras miraba al capitán pirata. Luffy temblaba en su asiento, con los ojos muy abiertos y una sonrisa tensa en sus mejillas. Su sombrero estaba apretado entre sus manos, agarrándolo como si su vida dependiera de ello.

-¿Así fue como se convirtió en rey? -preguntó Ace junto a él y se enderezó, con los labios entre los dientes.

Barbablanca tarareó y sacudió la cabeza. -No exactamente. Hace falta algo más que encontrar un tesoro para convertirse en rey. Era muy respetado y fue durante su viaje que lo logró. Por supuesto, navegar por el mundo también significaba que había conquistado todo lo que había que conquistar.-

Los gritos de asombro de Luffy aligeraron el corazón de Sabo y no estaba dispuesto a dejar pasar este momento tan fácilmente si hacía feliz a su hermano. Sacó a relucir un recuerdo, manteniendo viva la conversación. -Es el One Piece, ¿verdad? ¿El mayor tesoro del mundo? ¿Supuestamente en la última isla de la Grand Line?-

Luffy giró la cabeza hacia él y la sonrisa desapareció de su rostro por un momento. Sabo se preguntó si le había preguntado algo que no debía. Si Barbablanca notó el cambio de humor de Luffy, no lo mencionó.

-Roger siempre decía que él era quien lo había redescubierto. Y aunque eso en sí mismo no lo convirtiera en rey, fue entonces cuando ya nadie pudo negarlo.-

-Entonces, ¿encontrar el One Piece te convierte en el rey de todos los demás? -Ace puso los ojos en blanco y se reclinó, apoyando su peso con las manos- Qué forma tan patética de ser coronado.-

La risa baja de Luffy desvió su atención de Ace y arqueó una ceja cuando vio a su hermano pequeño con las manos cubriéndose el rostro, con un atisbo de su amplia sonrisa a través de sus dedos. Sus hombros temblaban y finalmente echó la cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados de alegría mientras movía las manos para agarrarse los costados. Sabo parpadeó, sorprendido e inseguro de qué le parecía tan gracioso, pero conociendo a Luffy, podría haber sido cualquier cosa.

-¿Lu? -Luffy no respondió, su risa solo se hizo más fuerte y tan estridente que todo su cuerpo temblaba con cada carcajada. Barbablanca lo miraba, divertido, pero había algo en sus ojos que hizo que Sabo se sintiera incómodo, algo que lo sabía.

-¿Luffy? -Intentó de nuevo, levantándose y caminando hacia Barbablanca. Se puso de puntillas para agarrar la pierna de su hermano, con la esperanza de estabilizarlo."

-¡Qué gracioso!- exclamó su hermano.

Ace resopló molesto detrás de él y Sabo pudo escuchar el ceño fruncido en su voz-¿Qué es tan jodidamente gracioso-

Luffy finalmente se giró para mirarlos, con los ojos brillantes por las lágrimas y las mejillas rojas por el esfuerzo-¡Estoy feliz de que eso no sea todo lo que se necesita para ser rey!"

-¿Ehh? -Ace apartó a Sabo de su camino y agarró a Luffy, tirando de una mejilla gomosa, sin importarle que prácticamente se estaban desparramando sobre las piernas del capitán gigante-¿Por qué? ¡Pensé que estarías más molesto, es más trabajo!

Luffy asintió con la cabeza -¡Sí, lo es!-Parecía feliz por ello y Sabo tuvo la sensación de que estaba a punto de decir algo que no podría convencer a su hermano menor de que no dijera. Antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, Luffy volvió a hablar entre risas.