Lecciones de una nerd [LDUN #1]

22. Como mariposas revoloteando

FELIZ NAVIDAD A TODOS <3

Segundo día de mis dieciocho años y ya me estoy arrepintiendo de mis decisiones pasadas.

—Creo que podría arrancarme todo el pelo y ni siquiera eso sería tan doloroso como esto.

Suelto una risa y me arrepiento inmediatamente por la punzada que me da en la cabeza, algunos flashes de lo que hicimos anoche haciendo que mi cabeza duela el doble. A pesar de los consejos que mi hermano me dió cuando llegué a casa, el dolor sigue presente.

—Es una resaca monumental Summer, en serio, me duele todo y no recuerdo nada.

Aunque luego de burlarse de mí, me gané una fuerte reprimenda por parte de mi hermano mayor, por los peligros de andar en ese estado tan indecoroso. Pero el discurso no le duró mucho porque él venía hasta peor que yo.

—Me lo imagino, además luego de lo que hiciste era imposible que no te doliera nada... ¿Has llamado a Jesse para preguntarle cómo está? Ah y le debes una disculpa a Thomas.

Escucho su gemido de dolor del otro lado de la línea, muerdo mi labio para evitar volver a reírme de su sufrimiento.

—¿¡Qué fue lo que hice!?

Tsk, qué no hizo.

Me siento en el borde de mi cama a secar mi cabello, con mi móvil entre mis piernas para ir escuchando a mi mejor amiga desde el altavoz.

—¿Quiere saberlo? ¿Realmente quieres que te diga?

A diferencia de ella yo si me acuerdo del ridículo que hicimos —hice—, y de todo lo que pasó luego de que ellos decidieron poner música. A pesar de que el ambiente luego se aligero muy rápido y nadie más volvió a tocar ese tema, me mantuve lo más lejos de Jake para evitar cualquier otra situación bochornosa.

—No, mejor no me digas nada. Si eso me hace mantener mi dignidad no me digas.

Realmente su dignidad se perdió en el momento que confundió a Thomas con Jesse y le susurró cosas al oído que solo April y Thomas saben, pero que podemos hacernos una idea ya que Thomas pasó de estar muy tranquilo bebiendo para de un momento a otro escupirlo todo y terminar más rojo que un tomate reluciente.

También hay algunos rastros de eso en el espejo del baño porque la pelirroja lo encontró... romántico.

—Como tú lo prefieras.

Terminar de secar mi cabello se llevó todas mis energías, pero al menos estoy más despierta ahora y no en el estado zombie en el que mis padres me vieron esta mañana.

Un ruido en mi ventana llama mi atención, muy similar a un click.

—¡Santo Dios! ¡April Jodie Kenneth! ¿Qué es esto que está escrito en el baño? ¡¿Quién es Jesse?!