Capitulo 2

227 12 4
                                    

Se abrió la puerta repentinamente, y la enfermera entro a dejarme la bandeja con la comida. Al igual que todos los días, la dejo en la mesa movible, y luego se fue. Yo encendí la televisión en frente de mi cama y acerque la mesita hacia donde estaba recostada. Tome uno de los miles de controles remotos que se encontraban en una mesita pequeña a mi izquierda y subí las cortinas. Este era un hospital muy lujoso, por lo que había controles remoto para todo, incluso subir y bajar las cortinas. Sentí como el sol alumbraba mi rostro, cerré los ojos con satisfacción y sonreí, hoy saldría de aquel hospital y trataría de rehacer mi vida. Había pasado una semana entera en ese lugar, por lo que ya estaba ansiosa de salir.

Entro Luci, la enfermera del pelo castaño claro en la coleta y los ojos verdes. Ella venia todos los días a hacerme un chequeo general y charlar un poco, se podría decir que ya éramos como amigas.

-¿Cómo estas hoy Cat? ¿Emocionada por el ultimo día?- tomo mi brazo y me puso una de esas cosas que te aprietan y te toman la presión. Yo le sonreí alegremente, era la primera sonrisa sincera desde hace días.

-¡Sii!- sentí como el aparato se pegó a mi piel y mi brazo se tornaba rojo- No te ofendas pero, no veo la hora de levantarme de esta cama e irme.- Ella rio

-Si hubiera estado una semana encerrada en esta habitación, estaría peor que tu.- reímos y por fin me saco esa molesta cosa. Ahora rellenaba unos papeles rápidamente- Tus amigas te está esperando afuera, una vez que yo salga te ayudaran a llevarte tus cosas de aquí y serás libre.- Saco el papel de la libreta y me lo entrego- Aquí está todo lo que necesitas, unas cremas para tu pierna, unos desinflamatorios por si acaso, y el nombre del doctor al que tendrás que ir.- Tomo todos sus aparatos médicos y arreglo su delantal- Espero te mejores.

-Gracias.- y salió de la habitación, a veces podía ser muy fría. Sofía y Rose entraron corriendo y haciendo un gran escándalo. En un comienzo me asuste, ya que en el hospital no hay casi ningún sonido fuerte, y me había acostumbrado al silencio.

-CAAT BEBEEEE!!!- Sofí se abalanzó sobre mí y sentí su inconfundible olor a perfume ahogarme- Como has estadooo?- Le sonreí haciéndole entender que estaba bien- Me recuerdas, no? Soy Sofía, nos conocemos desde la primaria.

-Claro que te recuerdo, boba!- Reí alegre, Sofía retrocedió dejándole espacio a Rose.

-Cat, cariño, Sofí no te rompió ninguna costilla no?- se miraron con cara de desagrado y luego rieron- Te extrañe mucho, el departamento se ve vacío... más de lo que ya estaba antes.- subió y bajo una ceja en forma cómplice, Sofí soltó una risita.

-Porque? si yo pasaba todo el tiempo en el departamento.- Estaba confundida, recuerdo haber estado casi todas las tardes echada en el sillón y estudiando. Rose y Sofí parecieron creer que era una broma, por lo que se rieron abiertamente. Las mire con gesto confundido. No entiendo lo que está pasando. Se dieron cuenta de que no me reía del chiste, por lo que disimuladamente dejaron de reír.

-Que? No lo recuerdas? Matty, Matthew Healy?- se miraban extrañadas. Pensé en ese nombre. Matthew Healy. No lo recordaba para nada, pero esa molesta sensación volvía a aparecer.

-Matthew? Temo que no se quién es Rose...- me sentía avergonzada. Parece que ese tal Matty había sido importante en mi vida, pero hoy no recuerdo nada de él, solo siento esa vaga sensación dentro de mí.

-Oh vamos.- Intento quitar la tensión y nerviosismo que apareció en la habitación- Ojos oscuros, pelo oscuro y rulado...- Me miraba con la esperanza de que lo recordara- Flacucho...?- dijo en tono de pregunta. Me quede en silencio. Intente evocar la imagen de alguien así, mas solo veía figuras borrosas. Rose y Sofí se dieron cuenta de que no sabía de quien hablaban, por lo que intentaron cambiar de tema rápidamente.

-No importa... Y...- se miraron intentando coincidir en algo.

-Te ayudamos con tus cosas? Dónde están?- Sofía se puso a revolotear por la habitación, buscando cosas que recoger.

-Ahí.- apunte a un pequeño armario en la esquina del lugar- Son unas cuentas camisetas y pantalones.- Sofía junto toda la ropa y la metió dentro de una caja que Rose mantenía en alto.

-Listo, hora de irse de este lugar.- dijo Rose poniéndose unos lentes de sol que tenía en la cabeza y abrió la puerta con aire cool. Sofí me ayudo a levantarme y sentarme en una silla de ruedas. Mi pierna realmente dolía, así que agradecí esa silla.

...

Llegando a mi departamento, Sofí me ayudo a guardar mi ropa y se tuvo que ir, ya que tenía que estudiar para un examen de la universidad.

Saque la hoja que Luci me había dado y revise las cosas que debía comprar. Un par de cremas, unos remedios y el nombre y número de aquel doctor. Llame a Rose para que me acompañara a la farmacia, que se encontraba a unos metros del edificio para comprar las cremas, y luego citar una consulta con este doctor.

-¡Rose! ¿Crees que podrías acompañarme a la farmacia a comprar unas cuantas cosas?-

-Naah, estoy tratando de dormir, no sabes lo poco que dormí anoche.- sentí como hundía su cara en la almohada. Una vez que Rose duerme, no hay forma de despertarla. Suspire cansada y lleve la silla a la puerta. Ya me imaginaba lo ridícula que me veía en ella.

Conduje con dificultad al elevador y espere impaciente a que llegara. Estaba realmente harta de tener que estar sentada todo el tiempo. Ya anhelaba poder ver al tal doctor para que empiece la rehabilitación, y poder caminar como antes. Las puertas metálicas se abrieron y entre a la caja de metal. En el tiempo en el que el ascensor bajaba, me quede pensando en la charla que había tenido con Sofí y Rose en el hospital. ¿Quién era Matty? Las puertas interrumpieron mis pensamientos y la luz inundo mi visión.

Una vez fuera del edificio, me sentí jodidamente ridícula. No por el hecho de estar en la silla, sino por no saber ocuparla. Fui torpemente a la farmacia y compre todo lo que tenía que comprar. En la vuelta, me trabe con un estúpido pedazo de la vereda, y estuve mucho tiempo tratando de salir, pero digamos que mis habilidades con la silla no son muchas.

-¿Necesitas ayuda?- me di vuelta un poco asustada, uno nunca sabe lo que se puede encontrar en la calle. Subí mi vista y me encontré con unos hermosos ojos café oscuro. Al instante sentí como el rojo subía por mi rostro y reí nerviosa.

-Lo agradecería mucho.- se notaba lo nerviosa que estaba y me sentí una estúpida por ser tan predecible. El noto mi gesto, por lo que rio tiernamente y llevo una de sus manos a su cabello rubio y lo acomodo un poco, acto seguido camino hacia mi espalda y tomo los mangos de la silla, desatascándola fácilmente. Esta vez sique me sentí estúpida.

-¿A dónde te diriges?

-A mi casa.- Me merezco el premio de la estupidez. Enserio- Es ese edificio de aquí.- apunte algo nerviosa. Nada de esto estaría pasando si Rose me hubiera acompañado.

El chico me llevo hacia mi edificio e incluso me llevo hasta el ascensor, donde preferí solamente marcar el número para no tener que abrir mi bocota y decir más cosas estúpidas.

-Bueno aquí es.- le dije una vez que se abrieron las puertas. Conduje la silla fuera de la caja de metal y me di vuelta para mirarlo- Muchas gracias por traerme, fue muy amable de tu parte.- le trate de dar la sonrisa más linda que puedo hacer, aunque no sé si funciono muy bien.

-Fue un gusto.- las puertas del elevador comenzaron a cerrarse y vi su rostro y cuerpo desaparece. Una vez que las puertas se cerraron completamente y el ascensor bajo, suspire pesadamente y fui a mi departamento. Ese chico realmente era lindo.

---------------

Sé que en este cap. no hubo nada de Matty fucking Healy, pero tranquilas, que en el próximo aparecerá...

Que piensan de este chico nuevo? Se interpondrá entre Cat y Matty...? La verdad es que me lo imagino como una especie de Evan Peters...()

Far AwayWhere stories live. Discover now