Capítulo 1.

4.6K 227 54
                                    

Yo, Yugi Muto entré al mundo de los espíritus para estar a lado de mi amado Atem, no podía estar lejos de él y decidí irme con él. Aunque eso implicaba un gran sacrificio: alejarme de mis amigos y mi abuelito. Prácticamente deje todo para estar con mi faraón.

Al encontrarlo por el desierto nos abrazamos y todo eso, me pidió que me casará con el. ¡Con gusto acepté! y fue así que selló nuestro compromiso. Ahora caminábamos por el desierto para dirigirnos al palacio. Aunque en el camino varios aldeanos me veían raro ¿Cómo no? estaba cerca del faraón y además con ropas extrañas. Seguro pensarían que era un prisionero.

- ¿Yugi? ¿Qué piensas? - Dijo Yam... digo Atem. Me acostumbraré.

- ¿Hum? nada, que los aldeanos me ven raro. - Reí por mi propio comentario.

Atem volteo a ver a los aldeanos, concordando con mi comentario. Río conmigo. -Tienes razón, pero no te preocupes, te daré ropa para que parezca que eres de aquí, ahora toma mi mano y vamos. - Dijo extendiéndome su mano.

Yo claro tomé su mano, al hacerlo un leve sonrojo inundo mis mejillas. Pude ver a Atem sonreír y caminamos directo al palacio.

Ya estando dentro los soldados nos dejaron pasar, y pude visualizar a dos personas abajo del trono.

- ¡Atem, volviste! - Dijo una chica corriendo hacia Atem, abrazándolo. No me moleste en absoluto porque era Mana, y la chica me agradaba mucho. - ¡Y trajiste un invitado! - Dijo volteándome a ver, luego para examinarme con detenimiento.- Un momento... yo te conozco, no me digas que eres... ¡Yugi! ¡Ay, te eche de menos amiguito! - Se soltó de Atem para abrazarme de igual manera.

- ¡Gracias Mana! también me da ggusto verte. - Dije riendo, la verdad esque los abrazos de mana me quitaban el aire.

Voltee a mirar a Atem en busca de ayuda, pero sólo vi que se estaba riendo por tal escena. Hasta que una voz nos interrumpe.

- Ya Mana, deja al pobre chico, no lo dejas respirar. - Dijo creo que se llamaba Mahad.

- Oh, lo siento Yugi. Es que me emocioné. - Agacho su cabeza en modo de disculpa.

- Tranquila Mana entiendo. -Dije moviendo mis manos restándole importancia.

- Oye... ¿Qué haces aquí? ¡no me digas que viniste con Atem!  -Empezó literalmente a dar pequeños saltos. Iba hablar, pero Atem me interrumpe.

- Así es Mana, Yugi vino conmigo y ahora estamos comprometidos. -Dijo orgulloso.

Otra vez ese sonrojo en mis mejillas, sentí como Atem me tomaba de la cintura para abrazarme a el. Oí a Mana decir un "Aww" como respuesta ante tal acto.

- ¿Y cuando se casan? -Preguntaron Mahad y Mana. Miré a Atem esperando respuesta.

- Hum, veamos creo que en un mes. Tenemos que preparar todo para la boda. Y así Yugi tendrá tiempo de acostumbrarse a esta época.

- ¡Qué genial! ¡Pido ser la madrina de Yugi, onegai! - Me pidió Mana juntando sus manos, yo sólo reí asintiendo.

- Y bueno, yo seré el Padrino jeje. - Menciono Mahad. A lo cual Atem asintió.

- Bueno los dejamos solos para que tengan su tiempo a solas. - Nos dijo Mana mirándonos pícaramente. Rayos.

Se despidieron de nosotros dejándonos solos.

- Sigo sin creer que hayas renunciado a tu vida de allá para estar aquí conmigo Yugi. - Dijo Atem acariciando mi mejilla.

- Daria todo por estar a tu lado mi faraón. - Sonreí tomando su mano.

- Y por eso y más es porque me enamoré de ti mi pequeño de ojos amatistas. - Dijo juntando nuestras frentes.

- ¿Sabes que es lo gracioso de esto Atem? -Le dije mirándolo a los ojos.

- ¿Qué cosa amor? - Sentí un cosquillo por la forma en que me llamo, creo que ya estoy ruborizado.

- Que salgo con un hombre mayor que yo. - Alcé mis cejas de forma picara.

- Bueno, eso hace más sexy nuestra relación. - Sonrío siguiéndome el juego.

Tomó mi cintura apegándome a el, acercamos nuestros rostros hasta juntar nuestros labios en otro suave beso. Movíamos nuestros labios de forma desesperante, como si necesitáramos con desesperación hacer esto. Luego sentí las tibias manos de mi faraón entrar por mi camisa y acariciar mi abdomen, solté un suspiro en sus labios cuando de repente. La puerta del palacio se abre bruscamente.

- ¡Atem, mi amor! - Grito una voz parecida a la mía ¿huh?

- ¿Heba?


CHAN CHAN CHAN FGHJFJAS HASTA AQUÍ <3 Espero que les haya gustado este cortito capitulo. Y para los que no saben quien es Heba, digamos que es el "Yugi" de Egipto. ¡Sayonnara!

Un nuevo comienzo para los dos. | Book #1Where stories live. Discover now