Crazy & Teenagers: Crazy's Camp. (#LittleMixAwards)

Capítulo 11. "¿Están drogados?"

Camila

-Yo puedo hacer esto - murmuré para mí misma cuando llego frente a la casa del idiota.- Solo tengo que darle mis apuntes y podré regresar a casa, solo eso - suspiré y miré al cielo.- Dios dame fuerzas.

Después de salir de la escuela todavía lamentándome por tener que venir a explicarle la clase al idiota llamé a Liam para decirle que llegaría un poco tarde a casa y que le avisara a mamá. Para mi buena suerte la casa del Idiota no está muy lejos de la escuela, incluso está cerca de mi vecindario así que pude ir caminando y solo me fijaba en los nombres de las calles o le preguntaba a las personas. Y ahora estoy finalmente frente a su casa y es hermosa y grande - y así luego me acusa de ser yo la niñita rica, miren que cosa-.

Para ser sincera ignoré por completo el hecho de que faltó hoy a la clase, supongo que estoy tan acostumbrada a ignorarlo que no noté su ausencia hasta que la maestra me encargó explicarle la clase. Este es el momento en el que me arrepiento de haber aceptado ser encargada de estudio sin embargo los beneficios lo valen.

Según la excusa médica que le dieron a la maestra, Adrian está resfriado y con fiebre desde el miércoles -eso explica porqué Perrie lo vio pálido ese día cuando se quedó a hablar con él después de la clase- ojalá Perrie no estuviera enferma así podría explicarle ella la clase ya que se están haciendo tan amiguitos.

Suspiro y tras cruzar la calle verifico de nuevo la dirección asegurándome que sea la correcta. La casa está cercada con portones y gacelas elegantes y hay un amplio jardín con un camino decorado que lleva hasta la casa que está un par de metros alejada de la calle. En la pared al lado de la puerta hay un letrero de "cuidado con el perro" y el dibujo de un pitbull enojado. Trago en seco y me decido a tocar el timbre y mirar son sospecha hacia el interior no vaya a ser que de la nada salte un perro y me muerda.

-Residencia Thompson  - se escucha una voz femenina y veo algo asombrada hacia la pared, parece que tienen de esos intercomunicadores. Lo repito "luego él se atreve a decir que yo soy la niñita rica".

-Hola, estoy buscando a Adrian ¿Thompson?- digo aunque suena más como una pregunta, no tengo ni idea de si ese es su apellido.

-¿Quién lo busca?

-Soy ... - ¿quién soy? ¿su enemiga? ¿la chica que no soporta?- Una compañera de clases- digo finalmente y escucho a la puerta hacer un click.

-Pasa en un momento te recibirán.

-Gracias - murmuro antes de adentrarme a la propiedad.

Hago mi camino hasta la puerta de la casa y espero mientras observo todo a mi alrededor. No parece la casa de unos ricachones presumidos, de hecho es solo un poco más grande que la mía pero todo el terreno - la casa y el jardín- es enorme y el jardín es precioso, se nota que lo cuidan bien. Es más como una casa tecnológica bien cuidada. 

La puerta se abre sacándome de mi análisis y ante mi aparece una mujer vestida con ropa de jardinería y el cabello en un moño alto, debe tener algunos cincuenta años más o menos pero se ve bien cuidada y al parecer es la responsable de tan magnífico jardín. No sé si es la jardinera o la señora de la casa a la que le gusta cuidar su jardín, tiene un aire de mujer elegante que no todas las mujeres poseen.

-Hola - saludo algo tímida y ella me ve de arriba a abajo para luego sonreírme ampliamente.

-Hola cariño ¿en qué puedo ayudarte?

-Mi nombre es _______ y soy encargada de estudio de la clase de Filosofía vengo a ...

-Ah de seguro buscas a Bartolomeo- me interrumpió todavía con una sonrisa y fruncí el ceño en confusión.