Coderos.

Capitulo 6: Convivir con un peso.

Note entre todas las casas una con la puerta entreabierta, la cual me atrajo completamente. Entre en la casa y me puse a explorarla, la casa estaba completamente oscura, pero mientras se me acostumbraba la vista, veía algunos muebles en el piso un poco mas concentrado observe objetos destrozados en el piso, tazas, termos, platos y mucho mas.

Me adentre más profundo, haciendo crujir los destrozos con cada paso.

No quería que Aris me encuentre pero la curiosidad de ver ese lugar me superaba.

Al ver toda la sala de estar destrozada quería seguir y solo había una puerta que lo permitía, la intriga me mandaba.

Pase por esta puerta y al observar dentro quede en sorprendido. Un mazo en medio de la sala, muebles destrozados en pedazo tan grandes como astillas, salpicaduras de manchas rojas finas y largas que pintaban todo el piso y la pared, pero lo que más llamó mi atención, tres inmensos agujeros, uno en la pared del frente, otro a la izquierda y uno sobre el techo.

Esos tres grandes círculos perfectos, llamaron mucho mi atención, toque lo delicadamente cortado que se sentía la pared que por los bordes del círculo se podía apreciar que era de ladrillo y cemento. Pero además de este agujero me llamaba la atención el superior, el del techo. Lentamente asomo la cabeza para observar, pero veo como algo cae rápidamente...

Me tiro a esconderme en otra de las habitaciones por el agujero que recién inspeccionaba. Pero asomándome, quería ver que acababa de caer.

Era un simple colchón, en el cual aterriza una gran valija y al lado de esta Aris. Y aunque no quería que me viera chusmeando, me tranquilizaba que no fuera un peligro, quizás...

Me concentro el Aris, que se levanta y endereza fuerte su espalda, el cual observa las paredes y rápido me apuro a esconderme detrás del muro.

"Esta habitación esta tan destrozada como la anterior, no puedo adivinar ni siquiera qué tipo de habitación es, si cocina, living o una pieza"

Tenía que volver a ver que hacia Aris, Pero sin que me vea... "Fue, espero unos segundos y me asomo".

"3... 2... 1...".

Me asomo rápido pero poco, Aris me daba la espalda, buscando algo en el piso, parece que su atención está en buscar algo. Mi compañero levanta el colchón que acaba de alzar y lo tira a un costado, debajo se revela el mazo.

Rápidamente Aris toma este, lo observa detenidamente y lo sostiene firme del mango y se dirige hacia el agujero de nuestra izquierda. Se pone frente a la pared, al frente de la pared a un lado del agujero. Carga hacia atrás el mazo y golpea fuerte contra la pared.

El golpe fue contundente, pero apenas dejo unas marcas en la pared, ni siquiera grietas. Quedaba totalmente ridículo su pequeña marca contra el gran agujero de la pared. Aris tira el mazo a un lado y agarra su valija y sale por la puerta por la que yo había pasado a esa habitación y se va directamente. Me tranquilizada que no me haya encontrado aca.

—¡Martin!— Se escucha como grita furioso Aris.

"¡Mierda!, si no me ve afuera va a saber que entre". Rápidamente empiezo a correr, en esta habitación solo había una puerta y dos agujeros, por el que me metí y otro más. Me adentro en el nuevo agujero y paso de agujero en agujero esperando encontrar una salida del otro lado del barrio, los agujeros facilitaban esto de escapar, pero también se sentían tan laberinticos, y que cada habitación este tan destrozada o inclusive pulverizada lo dificultaban más. Solamente dos diferencias pude notar, el patrón de las manchas que cambiaban en cada habitación, además de que habia encontrado un camino que llevaba a agujeros cada vez mas pequeños, no mucho, pero almenos ya podía tocar los bordes superiores del circulo por los que pasaba, no como los primeros que eran tan altos como el techo, tres metros quizás. Segui y aunque imperceptible, los agujeros seguían siendo mas pequeños que el anterior, ya tenia que agacharme para pasar.