—Hagamos esto Martin, demostrame que podes estar al menos medio segundo en la pared y nos vamos— Responde Lesa— Hoy tenemos que hacer una visita.
Hago varios saltos chocando contra la pared, después de varios intentos penosos, pienso. ¿Realmente nada de lo que me enseño mi prima me sirve?, bueno, ella solo me entreno para la inscripción, solo dos scripts, que combinan en un macro que aún no puedo sacar su 100%, ni siquiera 10%.
¿Nada más podía sacar de ella?, seguro si, debo exprimir cada minúscula cosa que me haya dicho. Hoy me aconsejo que practique (cosa que estoy haciendo) y enviar energía a mi mano. ¿Este último no suena muy parecido que me dijo el primer entrenamiento?, "debes centrar la energía en el corazón y enviarla por las corrientes hasta la mano". Pero rememorar esos días, me dio una idea.
— ¿Estar unos segundos profe?— Pregunte levantándome y tomando una pequeña distancia de la pared.
—Medio dije, pero mientras más mejor— Contesto expectante.
Me arremango, con mi mano izquierda agarro fuerte mi antebrazo derecho, me concentro hasta sentir que mi corazón arde, pienso en mandarlo a mis brazos y corro hacia la pared, salto, toco con mi mano derecha y logro pegarla a la pared, incluso hacer palanca y subir un poco más.
Rápidamente se despega mi mano y me desplomo hacia el piso.
— ¿Fue medio segundo?— Pregunte en el piso.
Tote y yo miramos a la mentora nerviosos.
—No sé, pero fue suficiente— Contesta, levantándome del brazo y dándome unos empujones.
Ambas mujeres parten hacia la puerta. Me apure y salí rápido con ellas.
— ¿Y a dónde íbamos?— Les pregunte.
— ¿No sabes?, Aris está en el hospital— Responde Lesa. —Aunque está perfectamente fui a verlo más temprano—
Simplemente levanté una ceja.
— ¿Qué le pasó?—, pregunté, más por compromiso que por verdadero interés.
— ¿No te enteraste?— Comento Tote —Su barrio sufrió una masacre—
Simplemente no pude decir nada. Eran palabras muy fuertes, quizás fue una exageración.
Me limite simplemente a tomar mi mochila y seguirlas hacia el hospital. Un edificio grande y espacioso, tan grande como la escuela. Observaba atentamente el hospital, pocas veces habia estado yo, y por lo mucho que observaba quizás Tote también.
—¿Habias estado antes Martin?— Me pregunto.
—Solamente una vez que me esguince— Respondi.
—¡Yo también, el codo!— Concide ella. —¿Y vos?—
—La rodilla, jugando a la pelota— Conteste.
Entramos en el gran edificio que tenía una gran entrada. Por la cual doblamos y entramos a un estrecho pero largo pasillo, lleno por los lados de puertas que llevaban a diferentes habitaciones de diferentes pacientes, subimos unos cuantos pisos
—De aca están los pocos que masomenos sobrevivieron a la masacre del barrio Eco— Comenta Lesa— El barrio de Aris.
Me asome a ver rápido. Todos lo que vi eran cuerpos de los que entraban y salían tubos de personas de las cuales no se veían muy vivas. A ninguna de las víctimas. ¿Cómo Aris podría estar bien?
Finalmente Lesa entro en una habitación donde debería estar el compañero.
Ahí estaba Aris, sentado en la camilla con las piernas dentro de la cama pero flexionadas, masajeaba su rodilla. Estaba casi en una posición fetal vertical. Su expresión era sombría
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Coderos.
ActionMartin, un chico normal de 15 años es destinado a ser un codero. Donde será sentenciado a practicar scripts y macroscript. Cambiando su vida drasticamente.
Capitulo 6: Convivir con un peso.
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