capitulo 7 (Editado)

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Cuando Juliett entró a la habitación apenas podía ver nada debido a que las luces estaban apagadas, sólo un par de velas iluminaban la habitación en la que Kevin y ella se encontraban. El chico no perdió tiempo en acercarse a ella con algo plateado en las manos a lo que ella trataba de descubrir que era con muy poco éxito. La escasa luz de la habitación no le permitía ver demasiado más allá que su propia nariz. No tardó demasiado en descubrir que eran unas esposas cuando Kevin le puso una en una mano dándole la vuela, poniendola sobre su espalda y allí juntando sus muñecas le puso la otra haciendo que fuese imposible para ella moverlas. Cerró los ojos un pco preocupada por esa acción, no esperaba algo así aunque tampoco le tenía miedo.

-Voy a contarte un par de cosas que quiero que sepas para que esto sea ms agradable, tanto para ti como para mi, yo soy un amo.

Juliett le miró levantando una ceja tratando de entender a que se refería.

-Que quieres decir con...

Se vio interrumpida cuando unos dedos se posaron sobre sus labios haciendola callar.

-Significa que haras todo lo que yo te diga y a cambio te obsequiare de buen modo.

Tragó saliva nerviosa y asintió despacio, no sabía en que se estaba metiendo pero sólo oir su voz le hacía sentir deseos de seguir adelante. Kevin sonrió de lado llevandola hacia la pared poniendola de cara hacia ella para que no pudiese ver lo que hacía.

-Muy bien Juliett voy a ser suave contigo no quiero que me tengas miedo.

Estaba asustada pero eso no le impedía seguir adelante, no era una chica cobarde ni que se rindiese por cualquier cosa. Cerró los ojos mientras oía los pasos de Kevin por la habitación abriendo y cerrando una cremallera. Su respiración agitada le delataba, estaba demasiado nerviosa para intentar siquiera guardar la compostura. Esta vez ella no tenía el control sobre todo lo que le rodeaba y eso la ponía muy nerviosa. Dió un respingo cuando Kevin cogió su mano y en ella puso algo alargado, una especie de palo o vara con cuerdas... lo soltó enseguida cerrando las manos. Si lo que iba a hacer era lo que estaba pensando entoces no quería que lo hiciese, no quería que nadie le hiciera daño, no quería que nadie le tocase de ese modo.

-Sere suave, no tengas miedo esto sera muy placentero.

Notó los suaves movimientos de Kevin levantando una mano dando un gole seco en la pared que resonó por toda la habitación lo que la puso más nerviosa haciendo que cerrase los ojos con más fuerza por el miedo.

-no...

Su susurro apenas fué audible, Kevin agarró el látigo entre sus manos con fuerza retorciendolo un poco, podía oir las fibras de cuero crujiendo entre sus dedos.

-no kevin...

Tenía demasiado miedo como para alzar más la voz una brisa de aire delató que el chico había levantado la mano para coger impulso antes de darle justo cuando ella calló de rodillas intentando controlar su miedo a la vez que le temblaba todo el cuerpo.

-No quiero, quitame esto no quiero hacer esto, no quiero que me peges!

La habitación se quedó en silencio durante unos minutos, Kevin dejó caer el látigo a su lado mirándola y e agachó despacio para quitar las esposas que le impedían moverse. Enseguida Juliet pasó las manos hacia delante abrazandose las rodillas a la vez que escondía la cara entre sus piernas, no entendía por que estaba así de asustada. Pensó que con el tiempo todo había sido superado pero estaba claro que todavía muy presentes los golpes de aquel borracho sin corazón.

Kevin encendió las luces y fué hasta ella sentandose detrás, él no sabía como consolar a una persona, en su vida había tenidque hacerlo. Nunca se había preocupado de si alguien lloraba ya que supondría que al ser un adulto podría superarlo facilmente y solo. Pero ella... sentía el deseo de abrazarla y hacer que se sintiese bien aunque era algo que nunca antes había sentido con ninguna de sus chicas.

-¿Quieres que.... vaya haciendo la cena Juliett?

No sabía que decir, pero tampoco quería hacerla sentír más incómoda aún. Ella asintió levemente sin apartar el rostro de donde lo tenía. Ahora mismo no quería pensar en nada.


La mesa estaba puesta en el comedor, un mantel precioso de color blanco que sin duda había traido Kevin, unas copas de vino rojizo y dos platos blancos de pasta que olían muy bien. Apenas hablaban, el silencio inundaba la habitación en su estado más incómodo haciendo que ni siquiera pudiesen mirarse a la cara. Él se sentía culpable por haberla hecho llorar y ella no poaraba de recordar aquellos momentos traumáticos que había vivido de pequeña.

-Juliett... se que te asuste y quiero pedirte perdon, para mi solo era un juego un modo de divertirme, es mi forma de disfrutar de todo esto.... pero quiza me equivoque contigo.

Suspiro mientras jugaba con la pasta de su plato pensando en que tenia que hacer ahora. Si debia irse y darle un tiempo teniendo en cuenta que a pesar de lo poco que la conocia la echaria mucho de menos, o quedarse y tratar de ayudarle a comprender por que le gustaba eso. La miro buscando una respuesta y suspiro aliviado cuando ella levanto la vista para mirarle.

-No comprendo por que golpearme te divierte, no me gusta que me golpeen él lo hacia a diario y aun lo recuerdo.

El sonido de los tenedores inundo la habitacion de nuevo, si no podéa hacer eso con ella entonces ¿que iba a hacer? si esa era su forma de diversion si eso era lo que le gustaba realmente del sexo.
La miro y nego levemente dandole vueltas a la cabeza.

-Juliett eso es lo que me gusta a mi y si no hago eso no se como podemos hacerlo... No es golpearte en si, bueno si pero... es un grado de exitacion que estoy seguro que te gustaria. Cuando el dolor se convierte en placer y cada vez te gusta y quieres mas, pruebalo, solo una vez y si no te gusta no volvere a insistirte nunca mas.

-Pero eso no es lo que hiciste el primer dia que lo hicimos, ni el segundo....

-El segundo si, estabas bastante borracha y me insististe en que te diera mas duro, por eso esas marcas en tu trasero. Intui que estando en tu sano juicio te gustaria igual ya que como sabes los borrachos nunca mienten.

Bueno ahi si que tenia razon el, los borrachos nunca solian mentir.
-Que es lo que me hiciste esa noche Kevin?
Ella le miraba con los ojos bastante abiertos, trago saliva y lo miro directamente a los ojo.

-Decirlo quizas asuste si quieres puedo mostrartelo en vivo para que vuelvas a sentir lo mismo.

Juliett se mordio los labios pensativa y le miro antes de darle una respuesta.

-Si pero... en otra ocasion, para mi a sido demasiado hoy.

Eterna sumision.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora