Eterna sumision.

Capitulo 5 - de vuelta a las pesadillas (editado)

Eran las doce de la noche y estaba buscando un lugar dónde poder recargar su móvil. Tenía un móvil de prepago para trabajar y a veces se le quedaba sin dinero a las horas menos indicadas. Caminaba despacio, tenía miedo. Era tarde y no había nadie en la calle, sus auriculares sonaban aún teníendolos quitados y apollados sobre su pecho. Sentía el vibrar de la música al estilo de ACDC sobre su piel y más o menos la tranquilizaba.

Había mirado ya en varias calles pero ninguna tienda estaba abierta a esa hora, la gasolinera estaba cerrada y los "24 horas" no estaban abiertos. Amenazaba con ponerse a llover de un mometo a otro. Escucho risas a lo lejos de un chico, una risa que le sonaba demasiado. Caminó asustada un par de metros guardando la calma para intentar identificar de dónde venía la voz. Cuando quiso darse cuenta tenía frente a ella a tres chicos  una chica a los que conocía perfectamente. El chico más bajito de todos y la chica eran sus compañeros de piso de los que había escapado hacía sólo un mes atrás.

Se quedó quieta un segundo que para ella fué una eternidad pero en cuanto se dió cuenta de que iban hacia ella echó a correr con todas sus fuerzas.  Hacía un año que había empezado a vivir con ellos y su vida se había ido a pique, la habían metido en muchos lios de los que ella no sabía ni como salir sola, peleas, discuciones con gente que no conocía. Hasta que un día se armó de valor y se fué de la casa sin coger absolutamente nada, ni la ropa.

Corría por la calle con miedo, asustada de que pudieran alcanzarla y hacerle algo malo. Sabía de lo que eran capaz y sabía que si la pillaban le darían una buena paliza. Era tarde y apenas había gente en la calle, sólo la típica que sale un viernes noche de fiesta y acaban borrachos como cubas. No sabía por donde ir, cruzó la carretera sin mirar deseando que ningún coche estuviera pasando en ese momento giró a la derecha hacia la zona pija de la ciudad donde sabía que había más movimiento de personas. Como supuso estaba lleno de discotecas caras y restaurantes de lujo así que una chica normal como ella en una zona tan transitada por gente vestida de marca y taconazos de treinta centimetros destacaba demasiado. Miró atrás viendo que aún la seguían pero no le dió tiempo volverla mirada hacia delante cuando ya había chocado contra alguien. Una mujer de unos cincuenta años vestida totalmente de etiqueta la miraba como si hubiese visto un fantasma. Juliet la miró y se volvió a mirar hacia dónde venían aquelos gorilas que la iban a atrapar en cualquier momento.

-Juliett, que haces tu aquí? - Kevin se acercó a ella agarrándola de los hombros examinando que estuviese bien - de que estas huyendo?.

Juliett señado a los chicos que se estaban acercando y se habían parado delante de ella sonriendo de manera malvada. Kevin no tardó en ponerse delante de ella y la señora la agarró del brazo llevándola dentro de aquel restaurante, la hizo sentarse en una solla donde había un señor un poco más mayor que ella y se fué a hablar con un camarero que enseguida asintió a lo que le dijo llevándole a Juliett un vaso de refresco con dos hielos y una pajita de color negra. La señora volvió asentarse, no sabía cómo debía actuar pero todos la miraban.

-Así que te llamas Juliett, bonito nombre - la mujer sonríió y bebió  un sorbo de su Martini - me llamo Vanessa, soy la madre de Kevin.

Juliett se quedó asombrada, esa mujer parecía muy joven para tener un hijo de esa edad. Miró varias veces a la puerta y luego a la señora de nuevo preocupada por Kevin.

- no te preocupes he dicho al camarero que mande a seguridad y se lleve a los que te molestaran, si tan importante eres para Kevin entonces también lo eres para todos los que estamos aquí.

Vanessa levantó la mano señalando elegantement todo  el restaurante.

Vanessa levantó la mano señalando elegantemente todo el restaurante, a que se refería con "todos"? Vio como Kevin volvía y se ponía de pie junto  a ella poniéndole la mano en el hombro.

-Este local es de mi familia desde hace diez años Juliett es muy distinguido en toda la isla - la miro cogiéndole la mano haciendole levantar -podemos hablar un segundo ?

Juliett asintió y camino hacia donde Kevin le estaba llevando, era una sala anexa donde no había nadie. Los sofas de piel blanca llamaban la atención sobre aquel rojo de las paredes y el negro brillante del suelo. Se sentó a un sofá junto a Kevin y le miro directamente a los ojos.

- quienes eran esos tipos y por que te estaban siguiendo ? - Juliett le miro y miro a otro lado - respondeme Juliett.

Ella asintió despacio, sabia que debía obedecerle en ese mismo instante. Trago saliva y empezó a hablar rápido.

- mis ex compañeros de piso, ellos me metieron en líos con la policía  y yo no aguante mas y me escape de la casa donde vivía con ellos ahora ellos me persiguen por todos lados para a saber dios que cosa pero no pienso averiguarlo.

Kevin la miro y asintió despacio.

-quieren hacerte daño Juliett, me preguntaron si soy tu novio y cuando les dije que si empezaron a hablarme fatal de ti.

Juliett le miro confundida.

- espera y por que les dijiste que eras mi novio ?

vio como Kevin se encogió de hombros.

- Queria protegerte que mas da si lo digo acaso no tenemos ..."algo"?

Lo miro confundida y suspiro pensando en aquella noche.

- Porque tu madre me trata así ? Es muy...honrada para tener tanto dinero.

Vio como Kevin suspiraba y negaba varias veces con la cabeza.

-Una persona puede ser como quiera independientemente de si tiene dinero o no, hay gente pobre a la que le gusta aparentar ser rica y ricos que no olvida quienes son a pesar del dinero que puedan tener.

Juliett suspiro y asintió con la cabeza despacio a la vez que una mujer de cabello rubio recogido en un moño  les llevaba dos copas y una botella de vino que parecía bastante caro.

- Mi familia y yo siempre comemos aquí Juliett, puedes quedarte a la cena - sonrió al ver que Juliett se miraba la ropa - no importa como vistas mi madre es la jefa.

Juliett sonrío y se levanto del sofá mirándole pero Kevin le agarro de las manos haciendo que se sentara sobre el.

-Pero antes de eso tenemos una charla pendiente, no? - le beso por el cuello suavemente - antes de cenar con los "suegros".