—No sé si estás intentando animarme o no —dijo Brenda.

—Estoy advirtiéndote.

—¿Te dijeron con qué modelos trabajarías? —preguntó Lissa emocionada, aparte de Brenda parecía ser ella la más entusiasmada con la idea.

—Sé que trabajaré con Julián, pero no sé qué otro modelos habrá.

En ese momento Brenda escuchó el mentón de su hermana mayor caer en la mesa y a Matt ponerse incomodo por un segundo.

—Quiero una fotografía con Julián —exclamó Lissa eufórica moviéndose en la mesa como una lombriz—. Por favor, hermana, consígueme la oportunidad de tener una fotografía con él.

—Julián no es un buen chico —dijo Jeanne con la mirada en su plato de comida—, no deberías anhelar tomarte una foto con él, Lissa.

—Pero es guapísimo y sus ojos —Lissa saltó de nuevo en su asiento y casi derramó el vaso de su hermana mayor. Mordió su dedo pulgar para reprimir su emoción—. ¿No has visto sus ojos? Son hermosos.

Brenda sonrió.

—Es verdad —dejó su vaso de nuevo sobre la mesa esperando que su hermana menor no volviese a alborotarse—. Sus ojos son especialmente llamativos.

Jeanne frunció el ceño.

—Recuerdo que los tenía cafés —agitó su cabeza—. Seguro fue por la luz de salón o porque estaba ebrio. Como sea, no recuerdo nada memorable de ese chico.

—¿Cómo lo conoces? —preguntó Brenda con interés.

Jeanne suspiró como si le disgustara hablar de ello. De cualquier forma empezó a contarlo.

—En pocas palabras, cuando conocí a los padres de Matt en la fiesta que ellos ofrecieron, durante unos minutos estuve sola y Julián coqueteó conmigo, después al enterarse que era novia de Matt me dijo algunas cosas que me molestaron mucho...

—Y a mí —secundó Matt incluyéndose en la conversación.

—... el chico estaba ebrio y me sujetó del brazo, me dijo "zorra interesada" o algo así —Jeanne hizo una mueca—. Al final terminó retorciéndose de dolor por una patada mortal que le dio Matt —sonrió un poco—. Mi impresión de él no fue muy buena y después de hablar con Ely... digamos que es una de las personas menos favoritas para mí.

—No... no sabía eso —dijo Brenda en voz baja—, nunca me lo dijiste.

—La verdad es que al conocer eso sí ha cambiado mi visión de él, un poco —dijo Lissa bajando la mirada—. Pero eso no le quita lo guapo ni sus hermosos ojos.

Jeanne soltó una carcajada y levantó sus manos en señal de rendición.

—¿Qué tienen sus ojos? —preguntó la castaña.

Brenda llevó su mano derecha hacia su cuello y respondió.

—Tiene heterocromía, uno de sus ojos es color miel con un delineado alrededor del iris de color negro y el ojo derecho es de color verde oliva.

—Eso no es bueno —habló Brandon atrayendo la atención de todos en la mesa—. Brenda tiene una debilidad por los ojos, sobre todo si tienen algo fuera de lo común.

Él fijó la vista en Brenda, iniciando una riña de miradas.

—Sí —le respondió sin perder en contacto visual—, los ojos nunca mienten. Ellos son sinceros, incluso aunque el cerebro quiera mentir, los ojos siempre dirán la verdad. Por eso es bueno siempre ver directamente a los ojos.

¿Quieres ser mía? (JASN Libro #3)Where stories live. Discover now