Capítulo 10. Amor

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La patrulla aparco en el garaje a un lado del jeep azul. Me aleje de la puerta y espere a que el sheriff bajara. Este al bajar del auto me miro confundido. Se acercó hasta mí quedando a un lado abriendo la puerta.

-Vienes por Stiles- negué con la cabeza.

-Solo vengó hablar con el- este asintió no muy conforme.

A pesar de que llevábamos poco el sheriff había empezado a sospechar que algo sucedía entre su hijo y yo. Nunca menciono nada supongo que para ofrecer privacidad a su hijo y esperar hasta que el mismo de lo dijera. Lo cual agradezco de algún modo.

-Gustas pasar- negué nuevamente.

-No, solo dígale a Stiles que vendré más tarde- sonreí lo mejor que pude y me aleje del lugar. No quería armar una escena de celos enfrente del sheriff. De todos modos pronto me ganare el odio de este por lastimar a su hijo.

Me rasque la nuca nervioso y me aleje del pórtico en dirección a mi coche.

Antes de subirme di un último vistazo a la ventana de este, las cortinas se encontraban corridas evitándome la visión pero a simple vista se podía ver la silueta del moreno. Aparté la mirada y subí al auto retirándome del lugar. De todos modos tenía que ir a la escuela por los papeles de la beca.

En la habitación de castaño Derek observo como el rubio se alejaba de la casa, sabía que hizo lo correcto en no dejarlo entrar no por celos ni por nada en el estilo. Solamente que Stiles tenía un aspecto deplorable, se encontraba pálido después de haber vomitado. Sudaba y se removía en la cama.

Escucho los pasos en el pasillo. Supuso que era el padre del chico. Suspiro y se preparó mentalmente para saber que decir cuando el padre del chico le viera. La puerta de la habitación de abrió en par dejando ver al hombre que se sorprendió.

-¿Que haces tu aquí?- pregunto confuso.

-Stiles se sentía mal y vine a cuidar lo- explico y el sheriff asintió.

-Lleva tiempo dormido- negó apartando la mirada observado al castaño dormido-Bueno, agradezco que lo cuidarás pero si quieres puedes irte.

-Quiero estar aquí cuando despierta- acato sin mirarle. No hubo respuesta pero al ir como se retiraba de la habitación supo que obtuvo permiso para quedarse.

Se acercó a la cama y se recostó a un lado del menor, acercándolo a su pecho. Este rápidamente se acurruco sobre el y dejo escapar un suspiro. Por un momento sintió calma. Cerró los ojos dejándose caer al mundo de los sueños.

El sonido del váter, lo despertó desconcertado miro hacia todos lados distinguiendo la habitación del castaño. Dejándose caer nuevamente en la cama, observo que el chico no se encontraba. Ladee el rostro mirando hacia el baño. La puerta se encontraba abierta y la luz encendida. Entonces lo escucho, nuevamente vomitando. Espero paciente a que el muchacho saliera.

Escucho como se cepillaba los dientes, y cerró los ojos. Poco después escucho el sonido del foco apagarse y los pies siendo arrastrados hasta la cama. Tirándose a un lado suyo. Abrió un ojo y observo al chico que se encontraba respirando con dificultad y jadeando.

-Stiles, seguro que estas bien- ya era la que la ¿quinta? ¿Sexta vez? Que vomitaba si seguía así se deshidrataría. Miro como el chico negó- Ven vamos a que comas algo.

No respondió pero tampoco se levanto. Sonrió de lado en incorporando se de la cama, tomo al chico en sus brazos tal como una princesa. No obtuvo protesta alguno y salió del cuarto bajando las escaleras con cuidado. Llego a la primera plana y entro a la cocina dejando al chico encima de la encimera.

Sterek M-PregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora