Naruto Uzumaki tiene un Only Fans, todos lo conocen como Kitsune.
Sasuke es un gran admirador de Kitsune, ama como todo lo que entra por ese estrecho agujero desaparezca sin dejar rastro y desea algún dia ser lo que entre por ese agujero.
Advertenci...
Sin aun desempacar se dirigió a conocer un poco el vecindario, entre más lejos caminaba, el sonido del viento en los árboles y los pájaros eran reemplazados por bocinas de autos y personas caminando apuradas al trabajo.
Eventualmente llegó a una parte de la ciudad menos concurrida donde un bello café se podía ver a la distancia, y claro que sin pensarlo dos veces fue.
Al entrar el sonido de una campanilla lo alertó, y el olor a café y dulces inundaban el lugar, se notaba poco concurrido, muy calmado.
-Hola.- Dijo mostrando su sonrisa hacia el personal en la caja. -Quisiera un café americano y un pastel de chocolate, por favor.-
El personal lo miró quedando en blanco.
¿Quizás era un trabajador nuevo?
¿Quizás no tienen americano?
-Em, ¿Disculpa?- Volvió a decir.
-Si... Em.- Su voz era grave y algo ronca, tenía bellos ojos color negro intenso. -¿Un americano grande?-
-Los grandes son mis favoritos.- Dijo riendo entre dientes.
El personal en la caja abrió aún más los ojos y se sonrojó intensamente, se veía bastante atractivo con ese uniforme, combinaba a la perfección con su cabello negro y tes blanca.
¿Tendrían la misma edad?
-Claro que sí.- Dijo en un murmullo que tal vez creyó nadie escuchó, luego carraspeo aclarando su garganta. -¿Su nombre para el pedido?-
-¿Es realmente necesario? No veo que haya mucha gente.-
-Debo pedirlo para que me paguen.- Habló riendo entre dientes.
Naruto sonrió, realmente le agradaba esta nueva persona. Se inclinó un poco sobre el mostrador y dijo:
-Te lo diré si me dices el tuyo, ¿Trato?-
El rostro del pelinegro se volvió en una total sorpresa y luego sonrió ladinamente.
-Sasuke Uchiha.- Dijo
-Naruto Uzumaki.- Se pasó la mano por el cabello hasta llegar a su cuello depositándola ahí mientras lo miraba a los ojos fijamente.
Se miraron fijamente por unos segundos que a ellos se les volvió eterno, encontraron calma en los ojos del otro, sonrisas grabadas en sus labios.
La diferencia de altura los dejó en las nubes, eran perfectos el uno para el otro, el rubio era bajo, pero lo suficientemente alto para no necesitar un banquillo para alcanzarlo.
Un sonido los sacó rápidamente de sus burbujas, la campanilla de la puerta de entrada. Ambos se sorprendieron antes de voltear a ver a quien entraba.
Solo un extra normal.
-Bien N-naruto, espera en la mesa a tu derecha mientras hago tu pedido.-
-Lo que usted pida.-
El pelinegro se giró para empezar por fin aquel pedido, sus pulsaciones iban a mil por hora, sus mejillas, cuello y orejas estaban rosadas de la vergüenza.
Naruto lo veía fijamente, era un adonis.
Un adonis le preparaba el café.
Definitivamente la compra de la casa había sido su más grande logro.
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Se estaba muriendo.
Es solo una ilusión antes de morir, si, eso debe ser.
Su camboy favorito -y único- estaba en su café.
El jodido Kitsune con el que se manosea todas las noches hasta el cansancio estaba a solo metros de él y le prepararía un jodido café.
Okay, hay que calmarse, solo es un café para un chico extremadamente atractivo con el que te pones tan caliente que pondrías tocino en tu entrepierna y se dora a la perfección sin necesidad de aceite y estufa.
Así de caliente te deja.
Verlo en persona lo había dejado en shock, ¿Era siquiera él?
Pero bueno, ¿Cuántas personas de cabello puntiagudo rubio con ojos celestes y lleno con tres marquitas existen?
¿Será solo una casualidad de que el nombre Naruto se haga referencia por su marquitas?
Si, solo una jodida casualidad, quizás sea una burla del destino que me dice que nunca seré suficiente para el verdadero, si, definitivamente es eso.
...
No.
Jodidamente no, es él.
Sin duda.
Reconocería la voz con la que se masturba aun si tuviera un codificador de voz, debe ser él.
Calma, no entres en pánico, no seas raro.
No muestres que un día casi te desmayas de tantas veces te masturbaste solo viendo sus fotos, ¡No seas raro!
-Aquí está tu café Naruto.- Dijo mientras dejaba su americano junto con su pastel de chocolate en la mesa donde estaba el rubio.
Naruto probó de inmediato el café, sus ojos se abrieron como platos antes de cerrarlos y soltar un suave gemido que provocó de inmediato reacción en la entrepierna de Sasuke
-Está exquisito, de verdad.- Dijo con una inocente sonrisa como si no acabase de excitar a su mesero
Sasuke solo le dio un asentimiento con la cabeza antes de irse rápidamente detrás del mostrador para ocultar su ya dura polla que queria salir cuanto antes de aquellos apretados pantalones.
Al acabar su comida el rubio fue directo al mostrador a pagar, con una bella sonrisa en todo momento.
-Definitivamente me verás más seguido en este lugar, todo se ve exquisito. - Un pequeño tinte rosa se difuminó entre las marquitas de sus mejillas, sus ojos brillaban como estrellas.
A pesar de que este día era solo de prueba en el café, dale un tiro en la cabeza si en algún momento pensó que sería un infierno trabajar ahí.
Un solo día y ya no quería irse nunca más.
Aquel rubio sería su perdición.
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Espero que les gusten y no se olviden de apoyar la obra original de la historia
