Pastor

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Maratón

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Su lengua recorrió mis muslos, sus dedos apretaron y solo suspiré de excitación.

Jimin.- Abre la boca - ordenó y hice lo que me dijo - Buena chica 

Su lengua se adentro y nuestras lenguas comenzaron a jugar, el calor aumentaba. Se separó de mi y una sonrisa coqueta apareció en sus labios, uno de sus dedos fue directo a mi boca y lo miré sorprendida.

Jimin.- Imagina que es mi pene - respondió - Chúpalo, lento y que succione

Lo hice lentamente como el me lo pidió, cerré mis ojos imaginando su miembro dentro de mi, mi saliva lleno su dedo y escuché un gemido salir de su boca, abrí mi boca y al sacar su dedo, salieron algunas gotas de mi saliva; me tomó de la cintura y comenzó a besarme con desesperación.

Fueron segundos cuando se separó, su mano la llevó a su boca y escupió. La llevo a su miembro y frotó, eso es excitante, me abrió mis piernas y se adentro a mi; los dos gemimos, comenzó a moverse lento.

Jimin.- Que rico ya estas húmeda - habló - Alguien necesitaba afecto 

Mis manos fueron a su escritorio y sus embestidas siguieron lentas.

Jimin.- Me gusta ver tus pechos saltar - sonrió y solo lo miré fijamente - ¿Te gusta?

Su mano fue directo a mi cuello y gemí de placer.

Me gusta - respondí jadeando 

Ahora las embestidas fueron más rápidas y los dos gemimos, pero cubrió mi boca, quería gritar pero él me lo impedía. 

Jimin.- No quiero que nadie te escuche gemir - me dijo - Aunque quiero escucharte gritar mi nombre en voz alta pero eso será en un lugar más privado ahora solo quiero dejarte satisfecha

Me atrajo más a él y ahora mis piernas están en sus hombros, la sensación aumento y solo cerré mis ojos. Rápido y el sonido de su miembro salir y entrar, lograba estremecerme y sobre todo querer más, quería más y él lo notó.

No se detenía, mis manos seguían aferrándose a su escritorio. Ambos nos miramos, disfrutando del placer, mordí mi labio y sonrió.

Jimin.- Me calienta verte así - dijo - Como mi perra, ¿sientes como me tienes?

¿C- como...? - pregunté 

Sacó su miembro y lo miré todo erecto, su mano fue a su miembro y comenzó a masajearlo.

Jimin.- Cuando no estás me hago una paja imaginando tu linda boca jugando con mi pene - sonrió - Tenerte así como me gusta me hace quererte darte más y más esta noche 

Dame - sonreí - Soy tuya Jimin

Se agacho y su lengua se adentró, me tomó por sorpresa y solté un gemido un poco alto pero rápidamente cubrí mi boca con mis manos, mis piernas comenzaron a temblar por la sensación.

Dios.. - dije 

Esta es una de las mejores sensaciones de mi maldita vida, mordí con fuerza mi labio y fueron los mejores minutos de mi vida, al levantarse con su ayuda me bajó de su escritorio y me pegó a la pared.

Jimin.- Inclínate - dijo - Esperó que no tengas sueño por que no dormiremos por unas horas 

Su miembro entró y la noche siguió para nosotros.