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Se separó de mi y una sonrisa coqueta apareció en su rostro.

Jimin.- Vístete - me ordenó - Tu castigo será no sentir mi pene en tu lindo coño

Lo miré sorprendida y solo me sonrojé.

Es malo decir ese tipo de palabras padre - hablé

Jimin.- ¿Eso crees? - escapó una risa de su boca - No seré el único que diga maldiciones 

Me tomó algo brusco y apretó mis pechos, gemí, al sentir sus manos acariciar. 

Jimin.- Vístete - dijo - No me gusta repetir dos veces 

Se separó y abrochó su pantalón, tomé mi camisón y volví a ponérmelo. Se acercó a la puerta, quitó el seguro y la abrió para que yo saliera, di unos pasos y antes de salir, me sujeto de la cintura y besó mi cuello con suavidad.

Jimin.- Descansa - murmuró y me estremecí - Preciosa 

Lo miré sonrojada y solo hice un asentimiento de cabeza, salí de su oficina y miré de reojo como cerró su oficina. Regresé a mi habitación y me acosté en mi cama, mi corazón latía con intensidad. 

C- creó que esto me gusta - hablé a mi misma

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Tres días después de lo ocurrido en su oficina, me encuentro en mi taller preparando las tartas para vender en el pueblo, Eve y Jiyu están ocupadas con sus respectivos postres. Mis manos están en la masa, no le prestaba atención a mi alrededor.

Me faltaban veinte tartas por terminar, las demás aún están dentro del horno, pero el sonido de la puerta logró captar mi atención, al levantar mi mirada pude ver al hermano Hoseok y al hermano Seokjin.

Al verme el hermano Hoseok, una pequeña coqueta me miró y yo me sonrojé.

Hoseok.- Chicas pasamos para rectificar lo de mañana - nos dijo a todas - Las llamaré y me dirán la cantidad de lo que llevarán para preparar las camionetas

Seokjin.- También recuerden que mañana tenemos nuestra misa en la catedral - habló después - A las siete de la mañana, sean puntuales

Todas asentimos nuestras cabezas y el hermano Hoseok, una lista y comenzó a llamarnos una por una hasta que llegó mi turno.

Tarta de manzana - respondí - Realizaré veinticinco hermano

Seokjin.- Prepararé unas canastas para ti ____ - me dijo tranquilo

Gracias hermano - le agradecí 

Unos minutos y cuando respondió nuestra última compañera, los dos salieron del salón y volví a continuar con lo que estaba haciendo, poco a poco mis compañeras terminaban y salían. Las únicas que quedaban eran mis compañeras de salón pero ellas me ignoraban, una por una iba saliendo y al ver la hora aún son las ocho de la noche.

Me faltaban ocho tartas y ya estaba demasiado cansada, la hora de cenar de aproxima pero debía terminar; la puerta se abrió y vi al padre entrar.

Jimin.- Ya casi es la hora de la cena - me dijo

Lo siento padre - me disculpe - Pero aún me faltan algunas tartas 

Se quitó su casulla y pude ver que esta usando un suéter color café, se arremango las mangas llegando a los codos, caminó al lavábamos y comenzó a lavarse sus manos. Lo miré confundida y al llegar aún lado comenzó a mover la masa.

¿Qué esta haciendo? - lo miré confundida

Jimin.- Te estoy ayudando - respondió- Hoseok me dijo que harás más de diez tartas y tu sola  no puedes - me miró tranquilo - Además quiero estar contigo 

Mis mejillas se ruborizaron y se acercó lentamente.

Jimin.- Luces adorable con harina en tu rostro - habló  



PastorWhere stories live. Discover now