Chapitre six

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Dick estuvo vigilándome durante toda ésa semana, a causa de que Bruce y Damian tenían algo que hacer en la Liga de la Justicia o en los Titanes, y en la mañana de un soleado y divertido sábado, Dick me ayudó a tratar con una clienta bastante indecisa.

Entró a la tienda una chica de cabello castaño y ojos avellana, que buscaba un vestido bastante único debido a que tenía pronto una fiesta de despedida en la Universidad, y quería lucir tan bien como su acompañante.

Debido a que la chica no se decidía, Dick y yo elegimos comentarle que también hacía pedidos personalizados para cualquier evento, aunque era más costoso.

Los ojos avellana de la chica brillaron, dándome una sensación familiar, como si la hubiera visto antes.

—Muy bien, para terminar, necesitaría su nombre completo y dirección, por favor—Dije y la clienta asintió —Sí, con gusto, mi nombre es Kitty Pryde, y vivo en el número XX, de la avenida 23 en Metrópolis, en los departamentos cercanos al Daily Planet—Dijo ella.

Yo sonreí —Muy bien, necesito que vengas mañana a las nueve para tomar medidas y hacer el boceto del vestido ¿Te parece bien a esa hora o más tarde?—Dije y Kitty negó —No, para nada, tengo un compromiso más tarde, así que a ésa hora es perfecto—Dijo ella.

Asentí en respuesta y anoté la cita en mi agenda, después de eso, la chica, Kitty, se fue de ahí.

Su presencia me era tan agradable y familiar que, por poco, le preguntaba si nos habíamos conocido antes, pero logré contener mi lengua y seguí trabajando totalmente a mi ritmo.

Dick, después de la hora de cierre, me llevó a casa.

La ciudad estaba tranquila, íbamos platicando mientras Dick conducía, hasta que escuchamos escándalo y vimos a unos tipos asaltando una joyería de camino a casa.

Miré a Dick, y estacionamos la motocicleta cerca, pero bien escondida, poco antes de que Dick se pusiera el traje y la máscara, mientras yo esperaba y llamaba a la policía para informar del robo.

Dick llegó oportunamente a la joyería y desarmó a los sujetos, quienes hicieron algo estúpido y eligieron enfrentarse a Nightwing, quien los dejó en el suelo en muy pocos movimientos, tan rápidos que no fui capaz de parpadear antes de que estuvieran en el suelo.

Sin embargo, ni él ni yo tomamos en cuenta una cosa, y es que uno de los ladrones era un metahumano, que al parecer era un imán humano.

Recuperó las armas que Nightwing había arrebatado de sus compañeros, disparó un par de veces al azar para distraerlo o herirlo, y corrió por la calle, sabiendo que lo perseguían.

El sujeto corrió directamente hacia mí, me tomó del cuello y apuntó a mi cabeza con un arma —Si das un paso más, le vuelo la cabeza—Dijo el sujeto y mi mirada se posó en Nightwing, quien estaba titubeando...

Era un buen hombre, no quería que resultara lastimada, y estaba por tirar sus armas al piso cuando, en un impulso, sin saber realmente cómo, estiré una mano a la espalda del sujeto y sujeté con fuerza su camisa, después, con el otro brazo, di un golpe a sus costillas, sacando el aire de sus pulmones y jalando de su camisa hacia adelante para hacer una llave, logré dejarlo tirado en el piso...

No tenía ni idea de cómo supe hacer eso, ni cómo obtuve la fuerza y el coraje para hacerlo, pero al menos el plan funcionó, y el tipo cayó al suelo...

Al tomar un respiro, con las piernas temblando debido al miedo que sentí por un momento, me recargué en una pared cercana, mirando a Nightwing.

Él me miraba preocupado, mientras dejaba al ladrón atado y dispuesto para la policía, se acercó a mí, para tocar mi frente con su mano —Estás fría—Dijo, para un instante después cargarme estilo nupcial y llevarme a una clínica cercana.

Empecé a sentir que me desvanecía, y me aferré al cuello de Nightwing en mi ensoñación, porque sentía que caería desmayada en cualquier momento.

Estar entre sus brazos me trajo un recuerdo... de cuando era adolescente, tal vez, realmente era extraño recordar algo de lo que no tenía idea, pero estaba segura de que, en aquel momento, yo tenía trece años.

Un terrible dolor de cabeza, disminución del apetito, mareos constantes, la baja repentina de mi presión sanguínea y sueños terriblemente realistas que terminaban cumpliéndose... así fue como mi adolescencia se presentó.

Aquel día, poco antes de... de algo, mi presión sanguínea disminuyó de golpe, lo cual me hizo desmayar mientras papá y yo comprábamos ropa para mis muñecas nuevas.

Papá me cargó exactamente igual que Dick lo estaba haciendo ahora, y yo me aferré a él de la misma forma...

En el hospital, me dijeron que, debido a la extrema estimulación, mi presión había disminuido de golpe por el miedo, y lo mejor sería que mi dieta contuviera más calorías, porque mis niveles en la sangre estaban bastante bajos, pero aún no llegaban a ser anemia.

Por instrucciones de los médicos, me quedaría a descansar un par de horas en el hospital mientras hacían más análisis.

—Una salud precaria a cambio de saber lo que ocurrirá, es un precio bajo—

—Compré el vestido rosa que querías ¿Aún te gusta?—

—Mi hija es la más hermosa, supera incluso a los personajes de cuentos de hadas, no, ella es un cuento de hadas—

—Eres un padre demasiado protector y consentidor, Scott—

—Eso lo sé, Ororo, pero no puedes culparme, ella es todo lo que tengo en el mundo, no puedo perderla o me volveré loco... además, mírala, es tan linda y pura, tan buena... demasiado buena para el mundo—

—El día que aparezca alguien verdaderamente digno, entonces aceptaré que tengas novio, Andrómeda—

Me desperté poco a poco, aún en el hospital, con Dick a mi lado, dormido también, por cierto.

Miré a mi alrededor, pensando en algo... realmente no recordaba nada de mi pasado, sólo sabía que mis padres eran maravillosos, que me amaron y que me enseñaron a leer.

Pero ¿Dónde estaban? ¿De dónde venía? ¿Quién era yo realmente? Era algo que no sabía, pero sí sabía que ahora, por increíble que pareciera, quería saber de dónde venía y cómo llegué aquí.

Moví levemente a Dick para que despertara, y él me miró aliviado —Menos mal, creí que no despertarías hasta mañana—Dijo y yo sonreí —No te preocupes, no soy realmente débil... o eso creo—Dije, avergonzada porque en realidad no sabía eso con certeza.

Dick se rió por lo bajo —Te agradezco por lo que hiciste con el metahumano, pero fue bastante riesgoso—Dijo y yo sonreí —No sé por qué, pero siento que he hecho cosas aún más peligrosas que derribar a un tipo con un arma apuntando a mi cabeza—Dije con una sonrisa nerviosa asomándose de mis labios.

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⏰ Last updated: May 14 ⏰

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