Capítulo 31

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Su teléfono parpadeo un par de veces avisando que tenía un mensaje. Venice recordó entonces que lo tenía en silencio. Al revisarlo se dió cuenta que tenía un par de llamadas de sus padres, de sus tíos y uno que otro mensaje de texto, sin embargo, decidió escuchar el mensaje de voz.

Hola, hijo ¿Llegaron bien a la cabaña? Estamos preocupados por ustedes, llámanos cuando escuches este mensaje.

Después de colgar guardó su celular en el bolsillo trasero de su pantalón y levantó la vista para ver el hermoso paisaje que se mostraba por la ventana.

— ¡Venice! — gritó Milán para llamar la atención del chico. —Deberías ir a revisar lo que están haciendo París y Aiden, sabes que los dos no pueden estar un momento sin complicar la situación.

— Voy, tengo que avisarle a papá y a los tíos que nos hemos trasladado aquí porque la casa Grande está en remodelación gracias al tío Khun, así que ustedes se pueden encargar de vigilar a los dos demonios.

Venice solo pudo reírse al escuchar la risa de su hermano pequeño y su prima, ellos eran la calma en persona, mientras que los otros dos eran todo lo contrario. Venice estaba seguro de que se habían ido a cazar animales salvajes, era gracioso porque cazar para ellos significaba acaparar a Lili y a Luck durante todo el día, esas dos bestias habían visto crecer a los dos alborotadores de la familia y siempre se encargaban de cuidarlos y protegerlos.

Los corceles fueron un obsequio de sus tíos Kim y Porchay cuando los mellizos cumplieron seis años, desde entonces y cada vez que venían a la cabaña pasaban la mayor parte del tiempo en los establos o galopando. Nadie entendía la conexión tan única que tenía su hermana París con Lily su yegua y tampoco entendían como Lucky solo dejaba que lo montase Aiden, es como si el caballo entendiera que su primo necesitaba de vez en cuando estar tranquilo.

Decidió llamar a su padre Pete, pero este no respondía así que optó por llamar a su tío Porsche. El teléfono sonó tres veces antes de que la llamada fuera descolgada, sin embargo, Venice solo escuchaba ruido de fondo como si estuvieran en algún gimnasio o algún spa o algo así.

—Tío, ¿Me escuchas? — habló, pero al no obtener respuesta intentó subir un poco el tono de su voz. —¿Me escucha alguien?

— ¡Ahh! —Una fuerte respiración llenó la línea y después de unos segundos la conocida voz de su tío se hizo escuchar. —Hola enano… ¿Pasa algo?

—No, es que estaba llamando a mi padre, pero no responde, pensé que estaría contigo por eso llamé…de todas formas es para decirte que no estamos en la casa grande, nos hemos venido a la cabaña porque el tío Khun está reformando algo.

— Tranquilo, nosotros estamos acompañando a Khun a su primera clase sobre el parto. —el ruido de fondo se hizo un poco más fuerte por lo que la voz de su tío también se elevó. — Ya sabes que la princesa Cisne es muy grande, así que tú padre, tu tío Chay y yo hemos venido a acompañarlo.

Venice sonrió al escuchar a Khun gritarle a alguien que dejara de graznar como un pato al borde de la muerte. 

—Khun pensaba que se irían de vacaciones y por eso está haciendo cosas en la casa. Sabes que si se enteraba que iban a estar a tan solo tres horas se habría apuntado y Top no quiere sobresaltos para él. —Venice entendía eso, al parecer la princesa cisne era demasiado grande para un parto natural y el propio peso del bebé podría provocar malestares y desgarros. —Pero bueno no pasa nada en la cabaña tienen de todo, creo que Mavi dejó la compra hecha está mañana, dijo que había llamado a Aiden y este le había dicho hacía dónde se dirigían así que como sabía que llegarían fue a hacer la compra.

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⏰ Last updated: May 10 ⏰

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