La Historia Perdida de Naruto Ōtsutsuki

04: Ōtsutsuki Naruto en Fiore

Naruto pertenece a Masashi Kishimoto. Fairy Tail pertenece a Hiro Mashima

Minato, Kushina, Menma y Kazumi, volvieron a su hogar.

Un hogar que ahora, no se sentía tan oscuro, ni tan opresivo. Seguía faltándoles un miembro en su familia y era uno, que había encontrado su hogar y poder, fuera de Konoha.

No se sentía bien, para los Namikaze. Especialmente para los hermanos menores de Naruto, quienes vivieron por fuera de Konoha toda una vida, pero siempre escucharon que Konoha era la más poderosa y la más recta de las aldeas, gracias a que poseían la Voluntad del Fuego.

Pero volvieron y se toparon con un desastre político: Su hermano mayor, aquel a quien deseaban conocer: Uzumaki-Namikaze Naruto, había sido desterrado por el corrupto Consejo Civil y todas las alianzas, que habían ganado, gracias a su hermano, se desligaron de Konoha y habían colocado un cerco político y económico, alrededor de su aldea, con el Daimyō dejando a Konoha a su suerte y provocando el hundimiento económico de Konoha, que ahora carecía de cualquier aliado.

La calidad de vida había descendido, desde que Naruto fue exiliado de Konoha.

La calidad de los alimentos descendió, comenzando así, una era de hambruna en Konoha, pues ya no tenían aliados de aldeas civiles.

Muchos aldeanos abandonaron Konoha y al hacerlo, también sus fortunas. Pues entre los que abandonaron la aldea, estuvieron las familias de aquellos que alguna vez, se sentaron en los puestos del Consejo Civil, dejando a Konoha, ante una precariedad económica, como nunca jamás se había conocido.

Ahora, daban la apariencia de ser una aldea Pro-Militarista, pero verdaderamente pobre, en varios aspectos. Desde que terminó al IV Guerra Mundial Shinobi, esto se podía notar, en los edificios agrietados, en las calles vacías, pues los aldeanos sobrevivientes al desastre de la guerra, parecían temer a los Shinobis, especialmente de noche. Pobreza económica, pobreza alimenticia, pobreza espiritual... el invicto espíritu de la Voluntad del Fuego, había caído.

Kazumi se llevó una mano al pecho y tomó aire por la boca, antes de exhalarlo, su padre colocó una mano, sobre su hombro. —Está vivo. Ha encontrado un nuevo hogar. —tanto a Menma como a ella, les dolía saber que su hermano mayor, era fiel a otra aldea o en este caso: a otro continente, pues los criaron para ser fieles a Konoha en todo momento, solo para que este desastre se desatara ante sus ojos.

Minato asintió, mientras abría el pergamino y volvía a leer, la ficha de Naruto. — ¿De qué se trata, Kakashi-Kun? —preguntó al viento.

—Lamento molestarlo, Sensei. —dijo Kakashi, haciendo una reverencia y obligando a su Sensei a separar los ojos del pergamino. —Yo... la verdad es que... me he sentido muy... mal. No me siento... como yo mismo, ¿sabe? —Minato apenas y asintió. Eso solo llevó a que Kakashi se sintiera más desolado y se pasara una mano por el cabello —Naruto... yo no lo entrené. Incumplí mi promesa, pues yo le había jurado a su supuesta tumba, que yo lo entrenaría, para que llegara a ser un gran Ninja como lo era usted, pero yo... yo me dejé llevar por mis propios sentimientos. Cometí el mismo error de los aldeanos... y.… llegué a creer que Naruto era el Kyūbi. —decir esas palabras, no fue lo mejor. La mirada que le dieron su Sensei y Kushina, le hacían querer salir corriendo, pero se plantó firmemente en su lugar —Creía que estaba... que, de alguna forma, Naruto podría llegar a ser talentoso, con o sin mi ayuda. Y en cambio, me centré en entrenar a Sasuke. Me centré en fortalecer a un chico cuyo perfil psicológico, decía que estaba... dañado. Y él lo estaba, verdaderamente. Abandoné a Naruto y a pesar de que él encontró a Jiraiya-Sama, eso no es excusa de mi parte. Les fallé como Jōnnin Sensei a Sakura y a Naruto. Pero incluso con todo esto, me alegra mucho saber, que Naruto encontró un hogar y se ha convertido en un hombre de gran fuerza.