Hasta que los golpes nos separen

Belle buena nena

~~24 horas después~~

Estoy frente a la encimara que hace separación entre la cocina y la sala me encuentro poniendo atención en hacer un sándwich de jamón de pavo sin las cortezas de pan y sirviendo una copa de vino tinto para mi sexy esposo—aquí está tu merienda cariño— deposito la bandeja con los alimentos en la mesita de centro—el sándwich es como te gusta cariñito—lo veo acercarse a la comida y en poco tiempo se devora el sandwich que le prepare se relame los labios, le limpio las migajas que dejo en sus comisuras de los labios y lo beso profundamente como si el fuera mi aire y sin el no pudiera vivir el me sube a su regazo y me sienta  nos juntamos más mientras besa mis clavículas y las chupa, sus manos encuentran el camino hacías mis pechos y juguetean, estos se me ponen duras al momento—te deseo tanto papi—le susurro traviesa y en eso el sonido de alguien tocando la puerta nos saca de nuestro trance, Marcus maldice mientras entre abre la puerta y un oficial aparece—señor lamento molestar pero sus vecinos se quejan de que hace ruido muy alto—miro de reojo al oficial antes de acercarme a escuchar mejor—sus vecinos también me han pedido que catee su casa puesto que escuchan gritos de auxilio de mujeres—el oficial sin esperar palabra alguna de Marcus pasa y echa un vistazo—no se que le han dicho oficial pero aquí no pasa nada, trataremos de hacer el menor ruido posible—dice pasivamente mi esposo mientras meto mano en su bóxer y masajeo suavemente su pito—ya veo—dice el oficial y nos mira a ambos—¿qué es eso de que mujeres gritan pidiendo ayuda?— pregunta sin rodeos mientras descaradamente me devora con la mirada—son los gritos que hace mi esposa— hace hincapié en la palabra esposa—mientras me la estoy tirando oficial—carraspea incómodo el oficial— con todo respeto oficial me parece ofensivo hacia mi esposa que tenga el descaro de verle los pechos—le clava una mirada penetrante al oficial que hace que salga despavorido por la puerta por la cual a entrado, mi esposo echa seguro a la puerta y cuando le da la espalda a la puerta dice—no puedo creer que ese oficial te mirará descaradamente ante mi—sin saber muy porque lo hice me quite mi braga que traía puesta y se la entrego—hazme tuya papi—ardo en deseo mientras nuevamente masajeo su pene—veo que alguien anda juguetona—de repente mi espalda está apoyada en la puerta y tengo mis piernas rodeando su cintura le ruego como le gusta que entre en mi y me complace metiéndose hasta mis adentros y me hace el amor sin vacilar, rudamente y con mucha fuerza—así papi, así me gusta— le susurro cuando siente que voy a gritar su nombre eclipsa mis gritos besando apasionadamente—nadie ve o toca lo que es mío—besa mi cuello despacio.

Acabamos enrollados en nuestra cómoda cama, veo como su pecho sube y baja a cada respiración que toma atrae mi mirada y dice roncamente—te amo Belle, me gustas cuando eres una buena nena—besa mi frente y pone mi cabello tras la oreja—tengo grandes planes para nosotros—¿planes? ¿Qué planes? ¿Porque yo no se nada de esos planes? un miedo que no se describir me asalta y me oprime el pecho— ¿qué planes?—apenas me es audible mi voz el me regala una sonrisa socorrona—no debes temer mi amor,estarás bien todo estará bien— besa mi muslo —jamás dejaré que algo malo te pase—lo dice tan sinceramente que se lo creo sin chistar porque creo en el ciegamente.

Después de esa mini charla otra vez me entregue totalmente a el, nuestros cuerpos se fundieron hasta ser uno solo, después de no se cuantos rondas porque perdimos la cuenta terminamos exhaustos y drenados de energía se me escapa un bostezo siento un ligero pinchazo en mi muslo izquierdo de repente todo se me nubla, mi cuerpo deja de pesar todo yo dejo de pesar siento como si fuera una pluma volando en el aire ¿porque siento como si volara? ¿acaso ya soy libre? urgentemente me nace la necesidad de rascarme la nariz creo que me dio comezón pero por más que intento levantar uno de mis brazos para rascarme no puedo, mis brazos no hacen la acción no les llega la orden que les doy, de pronto me siento entumecida  e incapaz de usar mis pensamientos, mi sexy esposo aparece en mi campo visual—¿te he dicho lo bella que eres? nunca me siento satisfecho contigo eres como la droga que quiero consumir más y más—se sube arriba de mi —déjate llevar, mentiría si te dijera que esto no te dolería pero es posible que si te duela—no logro captar y entender cada una de sus palabras siente que me le quedó mirando solo se que me mira también mientras avanza  peligrosamente a mi, hace un movimiento que no alcanzo a percibir y se mueve hacia adelante cada vez más rápido, le veo el pecho subiendo y bajando rápidamente mientras cierras los ojos, trato de ver que pasa pero no puedo moverme por más que me esfuerzo—guarda tu fuerza gatita, se que quieres saber que está pasando—me toma la cara y me la mueve de lado noto un gran espejo ovalado frente a mi en el cual me reflejo tirada en la cama y a Marcus arriba de mi, no arriba arriba sino dentro de mi moviendo mi cuerpo como si tuviera espasmos hasta la cama se mueve en sincronía con nosotros sus movimientos cobran rapidez con miedo al reflejo que el espejo me ofrece dejo la mirada en otro lado de la habitación— ah no, no, no vas a presenciarlo- nuevamente deposita mi mirada en el espejo esta vez mis piernas están descansando en sus hombros y mi espalda está arqueada un poco su cabeza esta en mi zona pélvica yo sigo sin saber que rayos está haciéndome y esto me desespera demasiado.