—No, no está sola. Ella está conmigo—la voz de una mujer sale de mi lado y yo solo puedo agradecer que haya venido a quitarme de encima al chico.

El no dice nada, solo se da media vuelta y se marcha, la chica ahora quita el brazo que antes había entrelazado con el mío.

—Disculpa, creí que era lo correcto.

—Tranquila, te doy las gracias por hacer que se fuera.

—¿Esperas a alguien? —pregunta con curiosidad.

—Pues sí, parece una locura, pero mi amiga me ha montado una cita con alguien aquí.

No sé por qué le cuento esto a una desconocida, pero el hecho de quitarme al pesado de encima hace que me sienta a gusto con ella.

—Anda, yo también tengo una cita—dice sorprendida.

La miro por un momento y pienso que quizás es ella con la que tengo que quedar, si Denna hubiera sido más precisa en sus indicaciones ahora no estaría mirando a la muchacha de forma rara intentando descifrar si ella es realmente a quien espero.

—Pues creo por lo poco que me han dicho que tú eres con quien iba a quedar—dice encogiéndose de hombros.

—Hola, me llamo Violeta—me presento extendiendo mi brazo para que me dé la mano.

—Yo soy Chiara.

Rechaza mi mano y me da dos besos en las mejillas. Se queda mirándome fijamente y yo no sé reaccionar porque ha llegado como un huracán y la poca seguridad que tenía se la ha llevado.

—¿Entramos al pasaje del terror?

—No gracias, podemos dar una vuelta si quieres o sentarnos y hablamos.

—Quiero entrar, he venido solo para eso, bueno la cita ha sido aquí para poder entrar ahí contigo.

Empiezo a hiperventilar, ni de coña puedo entrar en esa cosa, tengo miedo y mucho, jamás entro a nada que tenga que ver con cosas que producen ese terror, me parece totalmente innecesario estar en constante alerta dando gritos.

—Por favor—me pide juntando sus manos.

Joder, voy a matar a Denna, yo sigo sin dar una respuesta, ya que el miedo a entrar ahí dentro me paraliza.

—Venga, vamos, ¿no me dirás que tienes miedo? —pregunta alzando sus cejas.

—No, no tengo miedo, bueno quizás un poco, ¿en serio tenemos que entrar?

—Sí, lo pasaremos genial—tira de mí para ponernos en la cola.

La cola por suerte no es muy grande, acaba de entrar un grupo de unas quince personas y suelen tardar unos veinte minutos hasta que pueda entrar otro grupo. Mi cabeza ahora mismo solo piensa en que voy a estar ahí dentro ese tiempo con gente que intenta que te cagues viva y eso en mi caso puede ser literal. Debí ponerme algo en las bragas.

Mi acompañante ahora parece una cría de lo emocionada que está por entrar a la mierda esa y yo tiemblo no solo por el frío que está haciendo, sino el miedo que me da por entrar.

Ella está entretenida hablando con unas chicas de delante y yo solo tengo ganas de escapar corriendo, quizás si me salgo de la fila despacio no se dará cuenta.

—Ella es Violeta—suelta de pronto a las chicas y me agarra del brazo.

—Hola—saludo levantando la mano.

Ellas responden el saludo y me dicen sus nombres, pero sigo desconectada y desesperada porque empiece mi tortura. En mi cabeza viene el nombre de mi amiga y pienso que esta me la va a pagar, vamos, pero bien.

Kivi- One shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora