Capítulo 5

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Me despierto por culpa de la luz que entra por la ventana.

Me estiro pero siento cómo mis músculos arden.

-Diablos -susurro.

Volteo y me doy cuenta de que nadie está, y me refiero a Logan.

Salgo de la habitación ya vestida, me encuentro con chicos tirados en el pasillo, uno que otro sin playera, con latas de cerveza, con alguna chica, hasta algunos tienen cosas pintadas en la cara.

-Espera... ¿Qué diantres...? -pregunto para mí misma en lo que veo condones tirados-. Que asco.

Bajo las escaleras pero tengo que esquivar algunos brazos y piernas por personas que están acostadas en los escalones.

Escucho que suena un celular. Conozco ese tono. Lara.

Busco su celular siguiendo el tono. Bien, estaba en el refrigerador, ¿qué rayos?

-¿Hola? —pregunto al contestar.

-¿Clarie? —pregunta la mamá de Lara del otro lado del celular-. ¿Cómo estás?

-Muy bien, señora. ¿Usted? —pregunto por cortesía.

-Bien. ¿Cómo es que estás allá?—pregunta con curiosidad. Del otro lado se escucha pitidos de coches.

-Ah, es que hicimos una pijamada y acabamos de despertar —invento.

-¿Me puedes pasar a Lara? —pregunta rápidamente.

Busco a Lara con la mirada. No está. Subo las escaleras y entro a su cuarto.

-Lara, es tu mamá, contesta -le susurro en lo que la muevo del hombro para que despierte. Suelta un quejido y abraza al chico que está a su lado-. ¡Lara! -le grito. El chico que está a su lado la empuja y ella cae al suelo.

-¿Mamá? -pregunta ya que tiene el celular en su oído-. Sí. No. Aja, claro. No, sólo están las chicas -dice con fastidio. Abre los ojos como platos y se para rápidamente. Cuelga el celular y me lo avienta-. Mierda. Mierda. Mierda -dice rápidamente.

-¿Qué pasó? -pregunto.

-Mi madre llega en media hora -dice preocupada.

Diablos.

En menos de 15 minutos sacamos a toda la gente que seguía en la casa, recogimos la basura y ordenamos las habitaciones. Los chicos se fueron a sus casas, y las chicas nos quedamos para quitar el olor a tabaco y alcohol; aproximadamente prendimos como diez inciensos con olor a jazmín, ya que, eran los únicos que la madre de Lara tenía.

-Me siento mal por gastar los inciensos de mi mamá -se lamenta Lara.

-Es por una buena causa -dice Alice en lo que le da una palmada a Lara en la espalda.

-¡Muero de sueño! -grita Laura.

-Ojalá sea verdad -susurro.

-¿Quién quiere ir a Johnny's Cookies? -pregunta Alice.

-Yo no -dice Laura tirandose al sillón-. ¿A nadie le duele la cabeza? ¿Cuánto tomaron?

-Con una malteada se te quita, vámonos -Alice ignora a Laura y nos empuja a la puerta para que salgamos.

***

-Es tan extraño, su nombre incluye galletas pero su menú no -dice Maddie en lo que ve el menú.

Nos encontramos en el restaurante de Johnny, literalmente. Es un restaurante viejo de años pero nunca pierde su toque moderno y estadounidense.

¿Sólo amigos?Where stories live. Discover now