enamorado tuyo - Kei Tsukishima

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Eso es un invento, intuyo, no des crédito a murmullos
Porque casi nunca llamo para decir que te amo
Y más de una vez lo hice a un número equivocado
Casi nunca nadie dice que yo estoy enamorado tuyo

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Celeste solía ser demasiado preocupada y fijada cuando se trataba de Tsukishima, observaba cada uno de sus movimientos e acciones con cuidado, no por querer ser posesiva o controladora si no porque de cierta forma le preocupaba que pasaba al de lentes.
Algo que era muy notorio era que Tsukishima en los entrenamientos u juegos no daba lo mejor de él, teniendo en cuenta su estatura ninguno de esos remates deberían pasar pero, aún así lo hacían y me preocupaba porque la otra vez escuché hablar a Ukai y a Takeda que podían descartarlo como titular y me preocupaba. Aunque no había hablado con Kei sobre sus pasiones y sueños se notaba que le gustaba el voleibol y no quería que se sintiera mal así que me dispuse a hablar con él.

(Horas antes de que Celeste y Kei hablarán)

El peliverde, amigo de la infancia del rubio, central bloqueador del karasuno se acercó al rubio para hablarle pues tenían tiempo sin tener una conversación estable.

- Hey Tsukki

- ¿Umm? ah, Yama.

- ¿Como has estado? Lo pregunto porque estás últimas semanas no hemos hablado mucho

- Bien supongo, ¿y tú?

- Bueno, realmente quería hablarte porque estos últimos días y semanas no hemos hablado mucho porque has estado con Celeste y es decir, no es que me moleste pero... Yo también soy tu amigo y quisiera que volviéramos a conversar como antes, es decir tener la amistad que teníamos y antes que nada, explícame que es lo que tienes con Celeste, oí hablar a Yachi y a Kiyoko ciertas cosas al final del entrenamiento.

- Tsk... lo que seas que hayas escuchado de la boca de esas dos locas, de seguro debe ser mentira, yo no estoy enamorado de Celeste o lo que sea, eso es un invento, intuyo, no des crédito a murmullos.

- Yo nunca dije que mencionaron algo sobre que estas enamorado de Celeste - el peliverde arqueo una ceja y miro fijamente a su amigo.

- Dios, la cague.

- Se nota que el amor pone tonto a las personas pero aja, ¿me dirás o no?

- Ya que. El rubio empezó a explicar parte por parte lo que había pasado con la pelinegra semanas atrás, no omitió ningún detalle y recordar las cosas que han hecho le causa cierto sonrojó.

- Pensé todo menos que tú serías cariñoso con alguien Tsukki

- Nada de esto a nadie, que te quede claro, ¿ok?

- Yaya, ya lo sé

El más bajo se sentó al lado del más alto y siguieron conversando por unos minutos hasta que vibró el teléfono de Tsukishima, una parte de él anhelaba que fuera Celeste y será que come algo que adivina pues así fue.