Prólogo

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Todo el estadio estaba lleno de emocionantes gritos en alola, todo gritaban eufóricos al ser un 1vs1, Pikachu; La rata tipo eléctrico, y pokémon estrella de Ash, por otro lado estaba Silvally; El legendario de Gladio. Pero en el centro de la batalla todo era distinto, todo para ash pasaba en cámara lenta, viendo como un poderoso colmillo ígneo seguido de un colmillo rayo sin permitir reaccionar a la pequeña rata amarilla. Todo el estadio quedo en shock a ver la explosión, seguido de emoción en la misma. Los oídos de ash escucharon un golpe en seco al suelo, el mismo sabia lo debilitado que estaba su pokémon y lo difícil que era que el mismo aguantara esos 2 ataques físicos, el humo se disipó y, como en todos sus años, vio a su amigo en el suelo, derrotado con un Silvally tambaleandose de aquella feroz batalla..... Perdiendo nuevamente contra un legendario. "¡Campeón! ¡Campeón! ¡Campeón!" se escuchaba en todo el lugar, aplaudiendo y alola eufórica por tener a su primer campeón de la región. Los ojos impactados de ash, recordando el mismo escenario en aquellas otras regiones; Hoenn, Sinnoh, Teselia. Su mejor amigo derrotado, y un golpe de realidad le golpeó, era su culpa.

Vio al rubio acercarse a él, celebrando con su pokémon y ayudar a los pokémon heridos de ash, el chico conocido como gladion extendió su mano con una pequeña sonrisa ante ash, en forma de respeto, ash hizo lo mismo y estrechó su mano con la de él. Pero el azabache no se sentía cómodo, esta derrota lo había afectado, seguía perdido en los recuerdos del pasado y los errores que el había cometido lo empezaban a acechar, pero la voz de aquel chico lo sacó de sus pensamientos — Lo hiciste bien, Ash. ¿Iras con nosotros a celebrar esta noche?

Esto hizo entrar en si mismo nuevamente al azabache, pero este con una pequeña sonrisa negó levemente — No quisiera estar de más, gladio. Tengo algunas cosas que hacer esta noche, ¡Disfruta de tu noche, campeón!Esto lo hizo doler mucho más, avergonzado de si mismo por fingir, pero tan dolido al decir la palabra campeón a aquel chico que, estaba seguro que no tenía el mismo conocimiento ni ejemplado el empezó que el puso en todo su viaje, le ganaba a su pokémon y mejor amigo....El soltó la mano de gladion a darse cuenta de sus pensamientos, negando con la cabeza levemente para dispersar aquello que no era propio de él, debía estar  feliz por su amigo aunque no quisiera.

Te entiendo, Ash. Pero, cualquier cosa, ya sabes donde encontrarnos. — Le dio una sonrisa mientras asentía, empezando a alejarse, siendo aclamado y mile de personas gritándole campeón.

Ash, quien estaba detrás de él, de pie y sin alma a simple vista, solo pudo ver a gladion, imaginándose a el mismo, siendo gladion y ver a todas las personas gritándole aquel título de campeón de la región que tanto buscaba por años...Su corazón se ablandó, era mala señal. Recogió a sus pokémon y puso a cada uno en su respectiva pokeball, al igual que dejó a pikachu descansar, yéndose a un centro pokémon a que recuperaran fuerzas.


Time skip 3 horas. (6:00 pm)


Ash salió del centro pokémon, viendo aquella noche llena de estrellas, estaba solo, mientras veía alola tan activa aquella noche como no era costumbre de la tranquila región, fue en dirección a la playa, recordó su humillante derrota contra Tobias, quién solo le bastó con 2 pokémon. Luego, apartó su mirada y vio el mar frente a él, mala idea. El recuerdo de su batalla en kanto y su pokemon Greninja, con el cual tenia un gran vinculo tanto para tener una "conexión" si así podría llamarse Greninja-Ash, con ventaja de tipos siendo derrotados por un charizard.... Hablando de charizards, recordó como perdió su primera Liga en kanto, cuando su pokémon se negaba a responder a sus ordenes... Otro golpe bajo, luego Jotoh, donde perdió contra un blaziken. Aquellos recuerdos llegaban como demonios a atormentarlo, el chico ya con 17 años era fuerte, pero pocas veces tantos recuerdos de sus errores como entrenador llegaban a él con tanta intensidad. Recordó a su madre al recordar kanto, ¿Qué cara pondría ella cuando lo vea, sin su título de campeón? Otro año sumado a la lista, ahora son 7 años que iba a decirle que regresaba con las manos vacías a casa.... Proyectó a su madre en su mente, viéndolo con lo que parecía ser algo de decepción en su rostro — No tienes remedio, Ash. — como si fuera el límite,  un límite bastante difícil de superar, se rompió, llorando en el suelo, quitando su característica gorra, tomando su cabello azabache con algo de fuerza, impotente y sintiéndose débil de si mismo, tantos años de entrenamiento y aventuras, conocimiento y demás para no volver a usar pokémon experimentados en batallas para buscar algo más.... Algo que salió mal, por sexta vez. Sollozaba y lágrimas caían desesperadamente de sus ojos, ahogando gritos de desesperación en él, Solo la luna y pokémon nocturnos que casualmente pasaban por allí veían al chico, quien parecía haber quedado sin padres o algo parecido a una tragedia. Pero alguien más estaba allí, viéndolo a lo lejos.... Era su mejor amigo, pikachu.

Pikachu veía a su entrenador, llorando y apretando su cabello al recordar todo, echándose la culpa de todo, que era un mal entrenador, la decepción de su madre. El pequeño ratón estaba triste al ver eso, recordando sus batallas a lo largo de 7 años de aventura.... Empatando con el latios de Tobias, el regice de valente y luchado contra inmensidad de legendarios, no podía con uno artificial. ¿Qué le pasaba? De luchar contra un regice y latios, a perder contra Silvally y pokémon débiles de otras regiones.... Debía admitir que era el pokémon más veterano, podía haber dado m{as batalla o ser el m{as experimentado de casi toda la liga, o darle indicaciones  a sus compañeros de equipo, el pequeño electrico se acerco a ash, tomando su gorra y poniendo esta misma en su cabeza, esperando que ash lo notará — Pika?.... — pudo decir el pequeño roedor.

Los ojos de ash de encontraron fijamente con los de pikachu, los ojos rojos de tanto llorar y rasgados del azabache viendo a su mejor amigo, totalmente sorprendido por verlo derrumbado, en la arena de una playa siendo consumido por todos demonios y recuerdos internos. El se intento recomponer, aún sollozando mientras se paraba del sueño — No es nada, pikachu, estoy bien. — Mintió, pero su pokémon no era tonto, el solo se subió  a su hombro , acariciando su cara con la mejilla de ash, compartiendo su tristeza.

El chico pareció entender el gesto, suspirando con tristeza mientras regresaba a la casa del profesor kukui, o su figura paterna como el lo veía, la casa estaba sola, entrando con cuidado y dejando sus pokeballs en la mesa del comedor, yendo a acostarse directamente en su cama, totalmente desanimado. Esta región ya no le transmitía paz, si no un recuerdo de todo sus errores volviendo a él y su pasado haciéndole volver a la realidad; Que era un pésimo entrenador. Cerró sus ojos, esperando tener un poco de paz en sus sueños en aquella mente atormentada de malos recuerdos.


No quiero estar aquí.... —












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Cómo están? Espero que bien. Una pequeñita historia de pokémon que espero no dejar a medias si no tengo inspiración, si les gusta o tienes sugerencias /criticas, pueden comentarlas y puedo ver en que mejorar. ¡Espero les guste! :)

El LímiteWhere stories live. Discover now