Capítulo 8 | Al margen.

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—¡Hanae, te buscan!

Desviaste la vista de Remi y miraste hacia la puerta, donde yacía una de tus compañeras de clase. Ella señaló hacia afuera y, tras disculparte con Remi, te levantaste de tu asiento y caminaste hacia la puerta del salón. Una vez cerca, tus ojos captaron la figura de un chico que no recordabas haber visto antes; probablemente debido a que solías poner poca atención a las personas a tu alrededor. Detuviste tu andar al estar contra el marco de la puerta y clavaste tu mirada en aquel chico.

—¿Cómo puedo ayudarte? —dijiste, sonriéndole.

Observaste con curiosidad como el muchacho balbuceaba algunas cosas que no terminaste de entender, finalmente, él te entregó una pequeña bolsa y salió corriendo tras hacer una reverencia. Te quedaste mirando la dirección en la que ese chico se había ido, dubitativa.

—Buenos días. —La voz de Kenma, a un lado tuyo, te sobresaltó. Giraste la cabeza en su dirección y sus ojos ambarinos bajaron a ver la bolsita entre tus manos— ¿Qué es eso?

—No estoy segura. —respondiste, mirando la bolsa también— Un chico de primer año vino, dijo algunas cosas, me entregó esto y huyó.

—¿Otra declaración de amor? —Remi se acercó a ustedes, apoyando su mentón sobre tu hombro para mirar la bolsita.

—Eso creo...

—¿Otra? —Kenma parpadeó, desviando su mirada de ti a Remi.

—Ah, cuando llegamos su escritorio estaba repleto de regalos y dulces. —Tu amiga señaló tu asiento— Le dije que fuera a deshacerse de todo eso, pero _______ lo guardó todo en su mochila.

—No puedo solo tirarlo.

—Pero tampoco tienes que aceptarlo. Te he dicho que no aceptes nada que no quieras, ¿Por qué no me escuchas? —Remi sujetó tu mejilla entre sus dedos y jaló de ella suavemente.

—Oh, ¿Otro regalo? —Taketora se asomó, mirando por sobre la cabeza de Remi la bolsita entre tus manos— Qué popular eres, Hanae, Kenma se pondrá celoso.

Sus miradas recayeron en el susodicho, quien mantenía su atención fija en el regalo entre tus manos. Sentir sus miradas sobre él lo hizo sentir ligeramente incómodo, sus ojos dejaron el regalo y subieron para observar los tuyos; y solo entonces, cuando se observaron mutuamente, Kenma sintió la necesidad de negar lo dicho por su imprudente amigo.

No había nada en particular y no debería importarle negar o afirmar lo que dijo Taketora, pero tenerte frente a él, mirándolo con duda, y con eso en manos, hizo que una sensación mucho más incómoda se plantara en la boca de su estómago.

—No es verdad. —murmuró, mantiendo esa calma habitual.

Sin embargo, hubo algo en el tono de su voz y en la forma en la que sus ojos se clavaron sobre los tuyos que te hizo estremecer. Desviaste la mirada de la suya y asentiste lento con la cabeza.

—¿Qué están haciendo? —El delegado de la clase llamó su atención. Él los miró ceñudo— Entren al aula, la clase empezará pronto.

◍◍◍

—______-san es muy popular —murmuró una chica, observando desde la ventana como un muchacho de tercer año se declaraba a ti.

—Lo es, ¿Verdad? —Le siguió otra joven— Todavía me pregunto por qué no eligió a Kazuki-san.

—Cierto, cierto. Ella y Yamazaki-san hacen una buena pareja. —Su amiga asintió, ahora observando como te negabas cortésmente a la declaración de tu superior.

A pesar de que no lograban escuchar debido a la lejanía y altura, ambas chicas miraron por la ventana con curiosidad. Hiciste una reverencia frente al superior y te alejaste rápidamente, como si tuvieras la intención de huir de esa situación; avanzaste un par de pasos por el patio de la preparatoria y, de repente, te detuviste frente a una de las ventanas del pasillo principal que conectaba el interior y exterior.

Blossom... | Kenma Kozume × Lectora.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora