—Necesitamos estar unidos si queremos hacerlo por nosotros mismos. —Jung Jake suspiró.

Las miradas volaron hacia los lobos mayores de la sala.

—Hay mucha ira en mí hacía tí —Yunho miró directamente a Hoseok—. Ese veneno que te lanzaron… Desde el primer instante debiste saber que mamá estaría dispuesta a dar la vida para mantenerte lejos de la muerte. Hay poco que podías hacer en tu estado y al fin la nube de mi mente se ha disipado lo suficiente como para entender que no fue culpa tuya. Aún con todo, jamás debiste arriesgar tu pellejo de la manera en la que lo hiciste en el museo. Maldita sea Hoseok, el primer golpe de magia negra debió ser advertencia suficiente para salir corriendo. ¿Qué te detuvo tanto tiempo ahí dentro? ¿Una estaca de madera que ni siquiera llegaremos a usar?

Hoseok tan solo gruñó en respuesta, de pie y con la mirada encendida. No había logrado sentarse desde el instante en que sus pies entraron en el hostal. Todavía olía a ella. A su madre.

Yoongi le sostuvo la mano y se acomodó en el sillón individual con los cachorros escondidos en el interior de su chaqueta. Winter y Drako protestaron.

—¿Acaso estabas ahí para ver y juzgar, hermano? ¿Acaso conoces mi forma de moverme en batalla, guardián?

—Espero que todo esto sea un aprendizaje. ¿Tengo que rogartelo?

Yoongi miró al humano situado a un lado de Yunho. El humano lo miró a él también. Los dos parecían un poco desesperados por obtener la paz entre los hermanos mayores que se empeñaban en continuar luchando. Lo supieron con tan solo observarse mutuamente.

—No sé si puedo llamarle así. Desde luego será una cicatriz.

—Una metáfora de cómo vives aunque parezca un milagro que sigas respirando. Eso es lo que ha dejado tal cicatriz, Hoseok. Eres un guardián altiorem. Usa la cabeza en lugar del corazón. Incluso cuando sea duro. No quiero ver a mi hermano morir. Por la Diosa, si pierdo a alguien más yo mismo me cortaré el cuello.

La respiración de Jongho se atragantó. Los hermanos Jung dieron un paso adelante.

—Basta —Heeseung miró a sus dos hermanos, las manos encogidas en dos puños y la mirada enrojecida—. Suficiente. Es el día de la ceremonia de madre y no vais a hacer de ello algo mucho más doloroso de lo que implica de por sí el modo en el que se ha ido. Debemos despedirla pacíficamente.

—Y si no podéis hacerlo, entonces tal vez deberíais haceros a un lado. —Jake rodeó los hombros de Heeseung y observó a sus otros hermanos—. A todos nos duele, pero ninguno hemos decidido usar la ira. En lugar de eso apreciamos lo poco que nos queda.

Yoongi apretó la mano de Hoseok.

Jongho sostuvo el hombro de Yunho.

—En realidad, tenéis razón —el guardián altiorem sonrió levemente—. Mamá y papá estarían orgullosos de saber que al menos una parte de esta familia no ha perdido la cabeza.

Yunho asintió.

—Y siendo sincero, yo también lo estoy. Me apena tanto no haberos visto crecer de cerca…

Suno habló desde su posición en el sofá.

—Entonces quédate esta vez. No te vayas de nuevo.

Y aunque Jongho y Yunho se miraron por largos instantes, la decisión ya parecía tomada.

No se marcharía. No escaparía de su dolor de nuevo. Fue Jongho quién lo explicó.

—No se marchará esta vez.

(***)

De entre todas las flores que podrían haber recogido del jardín trasero para llevar a la ceremonia funeraria, los hermanos Jung eligieron lirios rosas. Quizás el motivo podría parecer obvio pero la razón iba incluso más allá de lo que cualquier persona podría entender.

ALPHA PLEASURE (YOONSEOK) - THE HOWLING SAGA ☽ Where stories live. Discover now