Why can't I let go of this?

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Tsukasa conocía mejor que nadie que todo, al igual que un inicio, posee un final

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Tsukasa conocía mejor que nadie que todo, al igual que un inicio, posee un final. Nunca nada es la excepción, todo lo iniciado está destinado a terminar en algún momento.

Por lo que no fue sorpresa la llegada de lo que sería el último show de Wonderlands×Showtime.

Rememorando lo que fueron sus cimientos e inicios como grupo de actores, organizaron el más grande de los espectáculos en el Wonder Stage. La nostalgia no solo estaba presente en aquellos, sino que bañaba al público que vislumbraba la obra, posiblemente, mejor desarrollada de la compañía.

Con genuinas lágrimas, se despidieron al público, siempre con una sonrisa en sus rostros. Nunca nadie dijo que las despedidas no dolían, mas decidieron abrazarlas, continuar con los sueños en los que alguna vez juntos trabajaron.

Ninguna relación se estaba despedazando. Todos lo sabían, nadie lo desconocía. La comunicación era constante, los buenos días y buenas noches abundantes. Factores como ellos nunca cambiaron ante tal grande vínculo entre los cuatro integrantes. No importaba si cada uno caminaba por su propio sendero hacia la meta a la que aspiraban, incluso si eso significaba tener que separarse y tener que trabajar en este nuevo capítulo en sus vidas.

Incluso si esto significaba que él debía de convencerse de que esto era un hecho y no importaba; ya que las lágrimas que se encontraban deslizando por su rostro ante el recuerdo de una inocente ocurrencia no eran prueba de lo contrario. Tsukasa no podía simplemente admitirse a sí mismo que los extrañaba y desearía volver al pasado; todas las palabras internas de motivación nunca hubieran servido si se permitía hacerlo.

Por sobre todo, él se sentía obligado a seguir negando la verdad oculta en su pecho.

Hay alguien en específico, individuo que Tsukasa haría cualquier cosa por tener de vuelta. El chico que cautivó su atención desde un inicio, el chico que se había mudado a otra ciudad, lejos de él en un lugar mucho más grande, en busca de una nueva compañía y grupo de actores. Cuánto él se arrepiente por nunca haber intentado ser más cuando Rui todavía estaba aquí.

Porque Tsukasa se percató, luego de tanto, que lo había perdido completamente. Rui no volvería a ser su compañero, su amigo, su director, su igual y su otra mitad. A través de las miles y miles de cuestiones que formó en su cabeza, de todas obtuvo la misma respuesta: Odia amarlo.

Desde el “Nos vemos muy pronto”, mirándolo voltearse en dirección al avión. Dándole la espalda, Rui caminó lejos, dejando a los miembros que alguna vez conformaron un excéntrico grupo atrás de los cielos auroras en sus vistas al horizonte: la futura estrella, la futura diva, la antigua creadora del grupo.

El vacío en los pechos de Nene y Emu eran obvios, pero Tsukasa tan solo sonrió, curvando sus labios en una sonrisa amplia, mostrando sus dientes con su famosa confianza. Como siempre lo ha hecho, ocultando hasta el más mínimo ápice de los sentimientos desconocidos para el resto.

Sin embargo, ya observaba a través de sus ojos la escena de sí mismo lamentándose esta misma tarde. Retuvo sus deseos de correr detrás de él, perseguirlo y atraparlo entre sus brazos, de sollozar en su hombro, rogándole que se quede. Tan impropio de sí mismo, tan propio de su corazón frágil.

Si no se lo proponía a sí mismo, estaría contactando a Rui en aquel preciso momento. Sus sentimientos florecerían una vez más, se enamoraría nuevamente del peli-violeta, le permitiría jugar con sus sentimientos y romper su corazón tras sembrar falsas esperanzas que jamás se cumplirían realmente. Y detesta saber que no es la primera vez que caería en ellas.

Tsukasa lo supo cuando reconoció que dolía ser algo con él, “algo” que nunca llegaría a ser lo que su corazón tanto anhelaba. De la simple memoria su pecho se contraría del dolor, ardiente como un incendio dentro de sus costillas. La misma sonrisa de confianza se había convertido en un ceño fruncido en dolor.

Sin embargo, no sabe por qué lo extraña tanto. Apenas han transcurrido dos semanas. Dieciséis largos días.

Repitiendo sueños y repitiendo palabras, su voz se reproduce como una grabación en su cabeza. Ya no le genera mariposas en el estómago, le produce dolor. No conocía por cuánto tiempo podría aguantar la tentación de hacerlo. Aquella promesa inútil le pasaba factura, pues el creciente alejamiento entre ambos se volvía incluso palpable.

“Es lo mejor”, se convenció una y otra vez la noche de la despedida de Rui. Si tan mejor fuese, no estaría sufriendo todavía más que antes. Es infantil, un enamoramiento no desaparece de la noche a la mañana.

Es como una herida, que a pesar de que sane, permanecerá como una cicatriz por siempre. Y Tsukasa lo sabe.

Él se lo intenta recordar una vez más, pues la locura no lo llevaría a ninguna parte.

—Me prometí a mí mismo distanciarme de ti.

—Me prometí a mí mismo distanciarme de ti

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N/A: Holiii. Me tomé bastante tiempo en decidir reescribir esto, pero créanme que (no) tengo una excusa.

Pensar que esta idea nació en octubre del 2023 y recién ahora, finales de abril del 2024, construí una trama lo suficientemente consistente para motivarme... Sí, algo loco. Inicialmente, Promise iba a tener unos cinco capítulos, sin embargo, ahora lo más probable es que solo trate de un prólogo (este capítulo) y uno más. Dos si es que me inspiro. Mi imaginación no abarcará más de eso.

Estén atentos a las publicaciones porque haré angst, por favor.

Cambio y fuera.

PromiseWhere stories live. Discover now