Callejón

19 3 2
                                    

- En serio, no me habla desde ayer - Tomé mi cabeza entre mis manos, y Amelie me puso una mano en el hombro.

- Tranquila, vas a ver que en unos días se le pasa - Me trató de consolar.

- ¿Y si no? -

- Bueno, en ese caso... - Pensó unos segundos - Podemos atarla a la cama y obligarla a que nos diga qué le pasa contigo.

Eso me sacó una sonrisa.

- ¡No podemos atarla a la cama, no hay cuerdas que podamos usar! -

- ¿Quién necesita cuerdas? Soy capaz de atarla hasta con ropas -

- Loca -

- Estaré loca, pero nadie trata a mi amiga así -

Le sonreí. Y al segundo escuchamos golpes en la puerta. 

- ¿Pueden salir ya? Estamos aburridos como ostras aquí afuera - Mike golpeó la puerta del baño otra vez. 

- ¡Ya, calma! Ahora salimos - Contestó Amelie. 

Nos habíamos encerrado en el baño del hotel para charlar tranquilas luego del desayuno. Teníamos la mañana libre, así que iríamos a recorrer la ciudad con mis amigos. Nos habían dicho que a las doce debíamos volver, y eran las nueve. Había tiempo. 

A los minutos estábamos Am, Mike, Luke y yo caminando por Buenos Aires con un mapa y poca idea de en dónde estábamos. 

- Creo que debemos ir hacia la izquierda - Señaló Luke, mirando el mapa. 

- No, idiota, hacia la derecha, ¿no ves la flecha? - Mike, arrancándole el mapa de las manos, trataba de marcar una flecha que ninguno de nosotros veía. 

- ¿Qué flecha? Ahí no hay nada - Yo intentaba ver a qué se refería, pero no había nada. 

- Tienen razón, Mike, estás viendo algo inexistente - Acotó Amelie. 

- Inexistente es su inteligencia, ¿cómo no van a ver la flecha? - Ante tal ataque, los tres nos tiramos sobre el ruloso, un poco para quitarle el mapa, otro poco para devolverle su insulto. 

- ¡Okey, okey! Tomen el mapa, total ni lo necesito - Se cruzó de brazos, y Luke agarró el papel.

- Miren aquí, hacia la izquierda está el parque, ahí tenemos que ir - Nos miró, porque no nos movíamos - ¡Vamos! - 

Mike, Am y yo reaccionamos y comenzamos a caminar hacia donde el rubio nos indicaba.  

Doblamos una, dos, tres calles hacia la izquierda y el bendito parque no aparecía.

- Luke, ¿estás seguro que era por aquí? - Le pregunté yo.

- Totalmente, en cualquier momento hallaremos el parque - Se acomodó su gorro y siguió guiándonos.

- ¿Si le preguntamos a alguien? Creo que será más fácil - Opinó Amelie.

- Yo opino que me den el mapa y me dejen guiarlos - Todos negamos a Mike al instante.

- Preguntémosle a esa señora - Sin esperar su respuesta, me alejé para alcanzarla. Igualmente escuché sus pasos siguiéndome.

- Buen día, disculpe, ¿sabe como llegar al parque que está cerca? No somos de por aquí -

- ¡Hola!, eh, no sé de qué parque me estás hablando, querida. Por acá no hay ninguna plaza, la más cerca te queda a veinte cuadras. En la esquina hay un colectivo que te lleva - Me respondió, y agregó - Disculpame pero tengo que irme, ¡suerte! - Y se alejó.

Okey, ¿qué carajos dijo?

- Eh, ¿qué mierda es un colectivo? - Preguntó Mike, pensando.

- Es como los buses, y hay que comprar una tarjeta para poder subir - Leyó Amelie desde su celular.

- ¿Dónde se compra esa tarjeta? - Luke parecía desconcertado.

- En un kiosco - Siguió leyendo ella.

- ¿Y eso es un..? - Mike dejó la frase en el aire.

- Ni puta idea, supongo que veremos un cartel que lo diga - Comencé a girar sobre mí para ver si encontraba ese tal kiosco.

A la mitad de la vuelta, vi un almacén que tenía escrito "Kiosco La María" en letras blancas.

- ¿Será eso? - Pregunté, señalando el lugar.

- Seguramente, preguntemos - Amelie comenzó a caminar hacia allí, y la seguimos.

Entramos al lugar. Era pequeño, vendía cosas variadas pero sobre todo comida. Mike se puso adelante de todo, mientras el vendedor nos miraba raro.

- Hola, ¿qué necesitan? - Preguntó.

- Hola, eh, aquí venden la tarjeta para el bus? - Repreguntó el ruloso.

- ¿La SUBE? Sí, yo vendo. Te sale doscientos pesos - Nos miró mientras mos mostraba una tarjeta azul.

- ¿Y cómo funciona? No somos de aquí, por eso no sabemos - Am se puso al lado de Mike, pues este ya estaba mirando a cualquier lado.

- Compran la tarjeta, y a parte le cargan más plata para poder pagar el viaje. ¿A dónde necesitan ir? -

Ni nosotros sabíamos.

- Al parque más cercano -

El señor se nos quedó mirando con una cara rara. 

- Por acá no hay ninguna plaza, chicos. Tienen una recién como a dos kilómetros - 

Nos miramos entre nosotros.

- Ah, okey, entonces no la compraremos, gracias igual - Agradecí yo, y todos salimos. 

- ¿Aunque sea tenían dinero? - Luke rebuscó en sus bolsillos - Porque yo no - 

- Yo menos - Respondió Mike.

- Ni yo - Am y yo contestamos a la vez.

- Genial, o sea que pensábamos comprar una tarjeta con dinero que no tenemos - El rubio se cruzó de brazos. 

- ¿Y si volvemos al hotel? Me está asustando esto de no saber dónde estamos - Mike se puso junto a Amelie. 

- Sí, creo que será lo mejor, además tenemos una hora determinada para volver - Apoyé yo. 

Comenzamos a emprender el camino de regreso.

A las cinco cuadras estábamos metidos en un callejón al que no llegaba la luz del día. 

- Esto no tiene buena pinta - La voz de Amelie se escuchaba temblorosa.

- Tranquila, somos cuatro, no nos van a hacer nada - La calmé. 

Y mientras seguíamos atravesando la callecita, vimos unos chicos viniendo en dirección contraria a la nuestra. Debían tener nuestra edad. Tenían tez morena y ropa deportiva. 

- Eh, gato, ¿qué hacen acá? Eta' e' nuestra zona, pa' - Habló uno. 

¿Qué mierda dijo? 

Miré a Mike, que iba adelante. 

- Oh, lo sentimos, no- no sabíamos, somos de afuera...- Respondió. 

- ¿"Sentimos"? ¿Hablá ' en neutro vo'? - Preguntó otro de ellos. 

- Ya nos vamos, p-perdón - Se dio la vuelta, y Luke, Amelie y yo también. Comenzamos a caminar rápido hacia el otro lado del callejón. Yo rezaba por que no nos siguieran. Estábamos por llegar a la salida, cuando oímos sus voces de nuevo. 

- ¿A dónde va'? Parate de mano', perro - El primero que nos había hablado le gritó a Mike. 

Quisimos seguir caminando, pero uno de ellos apareció al otro lado, bloqueándonos la salida.
Nos quedamos atrapados entre ellos. 

¿Esto es amor? (en proceso)Where stories live. Discover now