Un vínculo oscuro (Borrador)

Capitulo 21

Nirelle.

Bajo las escaleras y sigo las voces de los chicos, los encuentro en su lugar habitual desde que los conocí, la cocina, quien diría que podrían comer todo el día pero seguirán igual de definidos como si se pasaran horas en un gimnasio.

Si eso es una ventaja estaría dispuesta a convertirme en uno de ellos.

Cruzó el marco que separa la cocina del comedor y puedo escuchar una canción que asumo será en español, pocas veces he escuchado artistas que no hablen inglés, pero debo decir que los hispanohablantes tienen muy buenos artistas.

Observó al chico Lucas al lado de Alexander cocinando juntos mientras Rhett y Bruno están abrazados a un costado, creo que es la primera vez que los veo ser cariñosos en público, me acerco a uno de las sillas donde está Astor y antes de que pueda tomar asiento en el silla unos brazos me jalan y terminó en el regazo de gruñón.

— Lo siento, ninguna silla está disponible en este momento — me río.

—Por supuesto que sí — afirmó.

— ¿Cómo estuvo tu baño? — pregunta.

— Bien, relajante — evitó decir la parte en la que me sentí acosada, una sensación que me viene persiguiendo desde que crucé nuestra habitación, capaz sea yo y nada más.

Pero la sensación de que algo va mal o que está por pasar se siente mucho más cerca que antes.

Observó cómo los chicos se ríen, están tan concentrado contando anécdotas, que entonces puede que sea solo una sensación mía y nada importante.

— ¿Estás bien? — Bruno se asoma a nosotros.

Trato de sonreír.

—Si, ¿por qué? — Trato de que mi voz salga lo más relajada posible.

— Mm si tu lo dices — se aleja y las manos de Astor se aprietan en cada costado de mi cuerpo así que lo miro.

— Estas tensa corazón, Bruno no se equivoco estas distante — he decidido poner fin a mi incertidumbre.

—Parecerá que estoy loca...

— Jamás — acota.

—Bueno desde que entré a nuestra habitación y hasta ahora tengo la sensación de que algo va a pasar o como si alguien me estuviera viendo.

La mirada de Astor se oscurece y su mandíbula al igual que su cuerpo se tensa.

—Tal vez, esté equivocada — pongo mis manos en su pecho — tranquilo.

— No quiero que salgas de esta casa sin que ninguno de nosotros te acompañe, tampoco afuera — toca mi pelo — te promete que siempre estarás segura cerca de mi o de algunos de nosotros, pero no quiero tentar a la suerte y más cuando se trata de ti.

Acerca nuestras bocas y empieza a besarme pero en comparación a nuestros besos anteriores este beso está lleno de amor, caricia, calma, se toma su tiempo para saborearme, nos separamos lentamente y me depositó otro beso en mi frente.

— Eres tan hermosa — me sonrojo, aun no estoy acostumbrada a un Astor tierno.

—No sabía que eras mimoso.

Asiente.

— Pero solo contigo y tú solo conmigo.

Me río por lo posesivo.

—Celoso también.

Me vuelve a besar y antes de soltarme me muerde el labio inferior y reprimo un jadeo.