capitulo 12

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Después de nuestro almuerzo un poco callado a decir verdad , ayudo a Astor acomodar todo, aunque aun no se que hacer tomo asiento en uno de los grande sillones, solo miro a los ventanales hasta que Astor se sienta del otro lado con un vaso de whisky.

—¿Que son las runas? —señalo a la esquina de un ventanal.

Astor me mira, pero antes de responder toma un sorbo de su vaso.

— Son de protección, fueron creadas hace mil quinientos años por un demonio que habita en la tierra, lo cual implica que demonios que son del infierno no pueden pasar a caso de ser invitados.

— ¿Entonces estamos seguros? — mi pregunta sale con mas preocupación de lo que pensé.

— Si — su mirada se clava en mi — nadie podrá hacerte nada.

Eso me dejo mas tranquila, giro mi mirada devuelta hacia el ventanal, pero siento un hormigueo en todo mi cuerpo.

Puedo ver que se levanta cuando suena su teléfono y se dirige a su despacho pero antes de que cierre las puertas puedo escuchar "que tan grave es".

Mi pulso aumente antes esa frase y las preguntas llegan solas, ¿Alguien esta lastimado? , ¿algo va a pasar?, pero antes de que las preguntas continúen Astor vuelve a salir.

—¿Esta todo en orden? —me paro y me acerco a el inconscientemente.

El agarra mi cintura y por un momento mi cuerpo se tensa pero luego se relaja.

— Si, Efrain y Elian están causando mas problemas de lo que pensé —asumo que esos son los nombres de los dos hombres de aquel día — pero no te preocupes Belcebú se esta ocupando de eso -pasa su mano por un mechón mío que esta suelto y lo acomoda — ¿Ahora que quieres hacer? —pregunta y mi mente pervertida ya se imagino varias cosas desde que me toco.

—Pensaba cocinar unas galletas con chips de chocolate — sonrió y su agarre aprieta un poco mas.

— Bien vamos — cuando pienso que me va a soltar, no lo hace y me guía a su cocina.

—Si quieres que cocine, vas a tener que soltarme —aunque duda un poco lo hace y mi cuerpo llora por la perdida, el se pone aun lado —gracias, ¿pero puedes prender el horno? — lo hace, mientras yo empiezo a buscar los ingrediente restantes y busco en mi celular una receta.

Mientras Astor esta a un lado, yo trato de concentrarme en unir cada ingrediente que me pide la receta, sin pedirlo el va lavando cada cosa que yo dejo de usar.

Eso provoca mariposas inesperadas en mi cuerpo.

— ¿Te gusta la repostería? —pregunta una vez que meto algunas galletas en el horno.

—Podría decirse que si — limpio la mesada con un trapo que encontré — desde que tengo memoria me gusta hornear cualquier tipos de postres.

— ¿Entonces te gustaría estudiar algo referido a eso? -—la pregunta hace detenerme en mi lugar, si, siempre lo eh querido.

—Si, pero mis padres dijeron que una buena salida económica seria medicina -me doy la vuelta y mi vista se dirige hacia las galletitas en el horno, pero mi mente viaja a cada pelea que tube con ellos.

Todas las veces que me hicieron sentir culpable por no querer un futuro mejor. las palabras de mi padre vienen a mi mente. "¿postres?", "no seas tonta no se gana dinero así", "terminaras con un montón de deudas"

— ¿Y eso te hizo dejarlos? — su pregunta me saca de mis pensamientos, se acerca y toma mi mano. Nos dirige al salon — puse el cronómetro —me indica que tome asiento.

Un vínculo oscuro (Borrador) Where stories live. Discover now