Me pierdo en tus ojos.

4

La retoma de mando

2 días después...

•••

---Ya tenemos los almacenes repletos, los recursos están completos, nada nos hace falta. Los soldados ya tienen los equipos enteros, los comedores en su mayor esplendor y los centros de cuidados y planteles educativos, también están muy bien equipados y listos para recibir a los niños.---hizo una pausa, la ahora satisfecha y pasiva voz de Marilyn---Ya los especialistas están esperando por ti en la sala central de reuniones.

Observé a mi mejor amiga una vez más, quién tenía un iPad en su mano, mientras que en la otra sostenía un lápiz digital. Iba vestida por una falda de tubo negra, acompañada por una camisa blanca de mangas largas con unos de sus botones de arriba desabrochados, haciendo relucir su hermosa figura. Su cabello negro caía a sus lados en un suelto lacio, y llevaba un maquillaje simple pero bonito, resaltando sus labios con un rojo fuego, que contrastaba bien con su piel bronceada.

Su belleza no se compara con su hermoso corazón. Gracias por tu grandiosa amistad Lyn.

---Creo que todo esta yendo bien ¿no?---dije frente al espejo acomodando la parte baja de mi cabello que yacía en una coleta alta, dejando caer el largo cabello blanco desde arriba.

Mi sentido de la moda no equivalía en algo muy perfecto, pero gracias a todos los presentes en ese lugar, ni aunque llevará un saco de papas al estilo Monroe, pasaba desapercibida. El atuendo era simple y al mismo tiempo llamativo. Consistía en un vestido negro sintético, de botones negros brillantes, que llegaban hasta la parte media de mi pecho, dejando un abierto escote en forma de V, las mangas me llegaban a los codos. En sí, el vestido era ajustado, me llegaba hasta la mitad de los muslos, acompañado de unos botines de tacón, de color negro mate. No opté por usar maquillaje, de hecho nunca había usado. Y Marilyn ya me había dicho por enésima vez, que el maquillaje no me quedaba, pues resultaba una mancha en mi 'perfecto rostro'. Nunca me gustó usar ese adjetivo, así que solo me limité a dejarla hablar y hablar.

De reojo pude ver a través del espejo, que mis ojos tomaban un color carmesí, y a pesar de que ya me había acostumbrado a su cambio constante, ya sea gracias a las emociones o cualquier cambio mental, aún me parecía muy extraño.

La misma voz de mi amiga, me sacó de mis pensamientos, así que dirigí mi atención hacia ella.

---¿Me estás oyendo?---replicó ella agitando su mano frente a mí un par de veces.

---Lo siento, ¿De qué hablabas?---le respondí, dirigiéndome al escritorio que yacía en una esquina de la habitación, para seguidamente tomar el manojo de papeles en mi mano, que contenían la información que daría en la reunión.

---Bien, pasaré por alto tu distracción. Quería hacerte una pregunta---hizo una pausa, en la que asentí para que siguiera.---¿Que pasa con Xander? ¿Porqué eres tan distante con él?

---No soy distante Marilyn, solo mantengo al margen la relación que tenemos.

---¿Que relación? ---me miró expectante y emocionada, aguardando una respuesta.

---Líder y subcomandante, está vez no te daré el placer---zanjé sin más.

---¡Ugh, Caroline! Todos hemos visto las miradas que te dá. Además, cabe destacar, que cuando éramos más jovenes, ustedes llevaron una bonita relación por más de año y medio.

---Basta, deja eso a un lado. En este momento no tengo cabeza para otras cosas...como esa. Hay cosas más cruciales, por ejemplo; eso del bienestar de la población.---noté como su semblante bajaba, por lo que proseguí---escucha, prometo encargarme de 'ese' tema después, por ahora ocupemonos de lo importante ¿de acuerdo?