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POV Yeonjun

Se despeino el cabello hacia atrás, era una maña que tenia desde niño y no se la podia quitar. Aunque ya estaba lejos de ser aquel niño.

Eran los últimos días de invierno y  podía sentir como la primavera se acercaba, se podía notar en la pequeñas flores en la puntas de los árboles.

Una cabeza reboto en su hombro y lo saco de su ensoñación. La preciosa cabellera castaña y esos ojitos apenas abiertos  lo hacian sonreir inevitablemente.

-  Hey! No te duermas, estamos a punto de llegar -

Si fuera por el estarian acurrucados en un futon, una lastima! Malditas responsabilidades.

Lo sentia más callado de normal esta mañana, podía ser bien parlanchin si se lo proponía.

-          Hyung me siento un poco extraño - soltó despacio, como si no quisiera ser oído.

Frunci él seño y pude ver de reojo como los chicos se giraron a mirar a beomgyu al mismo tiempo que yo.

Levantó la mirada como dándose cuenta del impacto de sus palabras
–          Pero no es nada de que alarmarse, creo que solo me falto algo de sueño – dijo rápidamente para calmarnos.

Tenía serias dudas, pero Beom ya estaba grande y no le gustaba cuando nos colocabamos demasiado aprensivos con ese tema. Aspire su aroma, no se sentia extraño, simplemente delicioso como siempre.

-          Esta bien, te creo – suspire – pero si sientes algo más debes avisarme – lo mire sin pestañear – cualquier tipo de síntoma puede ser importante –

Beomgyu asintió con las mejillas sonrojadas.

–          A cualquiera de nosotros  – pude notar que soobin se habia acercado.

– Y no te avergüences, sabes que no podemos arriesgarnos - agrego mientras tocaba su frente, cercierandose de su temperatura.

Hizo morritos mientras asentía.
 
Estábamos por detenernos en la primera parada Tahyun se levanto del asiento y acerco una botella
– Bebe tus inhibidores antes de llegar –

Fue recibida con una preciosa sonrisa – Gracias Tae, eres el mejor -.

Realmente parecíamos unos idiotas con Beoms, pero su ciclo se acercaba y no podiamos evitar comportarnos como alfas de la prehistoria.
Suene tonto o no, no podiamos negar a nuestra naturaleza el proteger y cuidar. Satisfacia nuestra ansiedad poder complacerlo de cualquier  forma, y el lo comprendía.

Es por eso que habiamos decidido ir esta semana todos juntos. Hyuka, Tae y Gyu se dirigían hacia la escuela, Soobin iba a la universidad y yo al trabajo.

Somos los cinco contra el mundo.

Tengo recuerdos borrosos de antes de su llegada, mi mente se encargo de eliminarlos por razones que prefiero no pensar.

Soobin fue al primero que conocí.
Teniamos la misma edad, 12 años, cuando el llegó a vivir al orfanato.
Para el, por supuesto, era todo nuevo y aterrador.
Yo no conocía nada más.

Ambos alfas, y al ser los únicos del lugar fuimos inevitablemente apartados del resto.

La Amistad en ese momento fue más sobrevivencia que otra cosa.
Lo bueno, por así decirlo, es que tuvimos ciertos privilegios, y a diferencia de los otros niños del orfanato nos enviaron a la escuela.

Corea había decido invertir unos años atrás  en la escolaridad de los niños alfas, a lo menos la escuela basica y media, independiente de su rango social.
A Soobin le iba genial, a mi digamos que solo me iba.

Fue entonces cuando conocimos a Hyuka y Tahyun, por alguna razon empezaron a seguirnos en la escuela como patitos bebes. Ambos eran realmente pequeños para mí perspectiva de predolescente, no pensamos que resultarían alfas igual que nosotros.
Con el tiempo nos confesaron que oliamos a hogar.

Kai provenía de una familia de alto rango "Los Huening", el pendejo era casi un príncipe, sin embargo no era tan genial como sonaba.

El verdadero príncipe era Nabil Huening, quien tenia una perfecta vida y una perfecta familia en Alemania. Sin embargo en unos de sus viajes quedo profundamente enamorado de una surcoreana,la madre de kai, que por supuesto quedó embarazada del mismo. La familia Huening hizo todo para eliminarlos de su vida, pero para su padre fue imposible negarle el apellido. El hijo de su compañera siempre iba a ser el más amado por más que se lo negara.

Para Kai eso no significaba nada.
Su padre podria haberlo reconocido pero no los habia escogido.
Desde entonces lo veía 2 veces al año, y una cuantiosa cuenta de ahorro a su nombre esperándolo para cuando cumpliera 21.

Tahyun por otra parte tenía a su querida madre y a su hermana mayor. Ambos hermanos resultaron alfas pero no tenían linaje ni dinero, sin embargo eran demasiado inteligentes desde pequeños. Su madre los había convencido que si se esforzaban todo podría mejorar. Pero la vida era una mierda, y decidió demostrárselo haciendo que la sra Kang tuviera Leucemia.
Despues de esa patada Taehyun hizo todo lo posible para que su hermana aceptara una beca de estudios a estados unidos con la promesa de que el cuidaría de su madre enferma. Sakura lleva a 2 años en el extranjero, la veíamos para navidad cada año.

Cuando pensé que ese año no me podían ocurrir más sorpresas llegó Beomgyu a mi vida.

-          Los tengo -  salte de bruscamente frente a Soobin en la oscuridad, metí las manos a mis bolsillos y dejé caer varias pastillas de chocolate al suelo.

-          No hagas eso otra vez- me dijo con voz bajita – lo haces propósito para asustarme – no se lo discutí porque era cierto, y las golosinas me parecían más divertidas en ese momento.

-          Escuche algo mientras vigilaba la puerta – me dijo mientras se llevaba una pastilla a la boca.

Me contó iba a llegar alguien nuevo mañana temprano, que la secretaria repetía al telefono lo estresada que se encontraba por la llegada de un omega.

-          Que es un omega? - le respondí con la boca llena de chocolate.

- Alguien como mamá – agacho la mirada mientras se le quebraba la voz.

- Esta bien no llores no me cuentes si no quieres- escupi apresuradamenre, no gustaba cuando se ponía así.

Derrepente se detuvo y levantó la mirada mientras se rascaba los ojos.

-          Ellos huelen muy bien – soltó, mientras se echaba otra pastilla a la boca.

Y como dice el dicho la curiosidad mato al gato! así que fuimos los primeros en levantarnos esa mañana. Vimos llegar un auto negro frente a las puertas.
La rectora bajo del vehiculo mientras modulaba algo que no alcanzabamos oir.
Cuando lo vi.
Con pasos tímidos, un niñito palido y flacucho, con el cabello castaño rojizo pegado a la cara. Me quedé helado.

Sin embargo lo que más me sorprendió no fueron las  heridas en sus rodillas y sus brazos o el enorme collar negro en su cuello, que se veía pesado para que alguien de su tamaño lo cargará, si no la gran necesidad que tenía de quitarselo...

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Vamos a intentar sacar esto🫠 Sinceramente no tengo las ideas muy claras, así que si veo que les gusta intentare continuarla pronto.

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⏰ Last updated: 4 days ago ⏰

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