— Estamos poniendo a Hina en su lugar — Mahito se burla — Hasta el momento esta yendo bien, presiento que para el final del día ese cerebro suyo estará totalmente lleno.
— Lo dices como si hubiera abandonado la universidad — me quejo cruzándome de brazos — Realmente solo debo terminar un par de tareas más y estaré al día. ¿Qué haces aquí, proyecto, tarea?
Choso lo piensa. Él nunca tiene nada que hacer aquí, de ser así solo sería para buscar algún manual sobre una vieja cámara pero del resto la biblioteca era un lugar que él jamás pisaba.
— Algunas cosas — responde nervioso.
— Escuché que tu proyecto recibió buenas críticas y quedó en segundo lugar a nivel nacional ¡Felicidades! — Ambos fingimos aplaudir porque de hacerlo la señora de la biblioteca nos callaría sin pensarlo — Siempre supimos que tu mal gusto por las películas no interfería con tu talento.
— Ustedes no aprecian el buen cine, creen que Avengers es una buena película — se queja el mayor un tanto ofendido.
— Es una buena película, puedo mirar a Scarlett y por el otro lado a Tom Hiddleston — responde con obviedad Mahito haciéndome reír un poco — Como sea, cuando hagas una película y ganes el Oscar recuerda mencionarnos ¿ok?
— Por supuesto — Choso acepta — Dire que gracias a Hina y Mahito la universidad fue menos aburrida y entretenida.
— No olvides agregar que soy grandiosa — bromeó por último inflando el pecho con orgullo haciéndolos reír a ambos.
El mayor asiente, sabe que quejarse con él es imposible ya que lo ignorara. Me gusta esto, me gusta estar sentada en una mesa con él y saber que aún podemos hablar como antes, me gusta saber que incluso después de todo puedo decir que aún seguimos siendo amigo, tal vez ya no los mejores como antes pero aún estaba ahí ese compañerismo y cariño que tuvimos en aquellos momentos.
La película termina. El vaso de café medio vacío ahora lo está por completo. No siento que el mundo se acabe. Puedo disfrutar de mi día y también seguir extrañando a Kento. Le deseo un buen día y espero que él esté pensando en mi como yo lo estoy haciendo pero también deseo que él pueda también pensar en él mismo y que todo esto al final podría valer la pena.
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El pasillo es considerado un lugar "neutral", no es territorio mío ni tampoco de él así, sabemos que es casi imposible que en algún momento del día el y yo nos encontramos ahí, ya sea que él vuelva del trabajo o que yo esté yendo a la universidad. Cuando nos encontramos ahí al día siguiente de decidir qué deberíamos tomarnos un tiempo pude ver la tristeza reflejada en todo el rostro de Nanami y él pudo notar mis grandes ojeras por pasar una mala noche llorando y calmando mis sentimientos que me abrumaban.
La segunda vez y el resto de las veces que nos hemos encontrado este día solo nos limitamos a saludarnos, no preguntamos si nos encontramos bien, no nos preguntamos por el clima, ninguno menciona a Yuuji y yo sobre todo evitamos mirarnos directamente al rostro, es como si ambos supiéramos que él momento en que nuestras miradas choquen la tentación de estrechar al otro en nuestros brazos nos llevará a cometer locuras. Cuando salgo del ascensor con las bolsas de plástico en mi mano y mi mochila colgando del hombro lo último que espero es verlo ahí, parado frente al ascensor y a su lado una mujer. No es aquella señora que armo el alboroto en su oficina, de ser ella habría roto en llanto en esos momentos, es una mujer diferente, tiene el cabello castaño y lacio, le llega un poco más abajo del hombro, tiene unas grandes ojeras que van un poco al color morado intento, casi como si se trataran de algún golpe, lleva una bata blanca como la que usan los doctores y un cigarro en sus dedos que está encendido.
