-32: I can do it with a broken heart.

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El día se siente extremadamente lento, la biblioteca está llena pero se mantiene en silencio siendo solo las manecillas en el reloj lo único que puede hacer ruido, hay libros frente a mi, hojas con garabatos y apuntes que intento entender, en el portátil de Mahito se reproduce una vieja película de acción de los años 80's con malos efectos, la ha puesto en mute con subtítulos, tenemos vasos de café medio vacíos que han servido para mantenernos despiertos, este era mi hábitat, esto era lo que hacía día con día y regresar a mi departamento a e hacía de las peores de las cosas porque era volver a estar sola. Cambiaron cosas, deje de hacer esta mi vida y quería estar todo el tiempo en mi departamento, pase de Choso a Nanami, pase de enfocarme a mi a enfocarme solo en mi pareja y eso estaba bien, hubiera estado bien si al menos en ese tiempo aun siguiera haciendo mis cosas, teniendo mi vida y no solo pensar en que si no lo hacía en ese momento todo terminaría.

Han pasado dos semanas. No he caído en la locura y extrañamente no he llorado, tal vez porque Mahito ha estado pegado a mi todo el tiempo o porque a pesar de no hablarnos aún así Yuuji viene cada mañana a despedirse de mi, luego cuando llega la noche él llega a mi departamento y cena conmigo para contarme de su día. El Niño no menciona a su padre y tampoco pregunta qué es lo que ha pasado, parece que él entiende mejor las cosas, creo que solo soy yo la que tiene que pelear con mis ganas de preguntarle sobre su padre "¿ha comido? ¿Ha dormido bien? ¿Me está extrañando? ¿Te ha dicho si quiere dejarme?" Pero en cuanto algunas de esas preguntas golpea mi cabeza yo rápido pienso en Mahito y la paliza que me dará si termino con el contacto cero.

Si tenía que ser sincera me sentía bien regresando a este ritmo, me sentía bien el volver a esa vida que tenía, esa en donde escuchar música era lo mejor, esa donde cenar ramen era una bendición, esa en donde solo era yo y mis pensamientos que tanto extrañaba. No era culpa de nadie que yo volviera a las personas a mi lado mi mundo, no era culpa de nadie que yo me olvidara de mi misma porque estaba enamorada, creo que eso solo era problema mío y debía lidiar con él antes de regresar...si es que regresábamos.

He recibido un golpe en la cabeza, he apartado los ojos de la página del libro en la que llevo minutos y que no comprendo. Mi amigo señala algo detrás de mi, es como si acabara de ver un fantasma, uno del que ambos pensamos que jamás sabríamos de nuevo pero ahí estaba. Choso Kamo cruzaba la entrada de la biblioteca con su vista clavada en su teléfono, con su ropa negra y dos tallas más grandes de las necesaria, con el cabello en dos coletas y con la piel igual de pálida. No recuerdo cuando fue la última vez que los tres estuvimos sentados en la misma mesa y es que cuando él levanta la vista y nos ve en aquella mesa se detiene por unos segundos, es como si alguien nos estuviera jugando una mala broma, es incómodo, es raro pero también es gracioso.

En otro momento el hubiera caminado en nuestra dirección sin dudarlo, se hubiera sentado a mi lado y bebería de mi café sin importarle un poco el compartir el vaso, nos preguntaría qué hacíamos ahí y luego nos diría que fuéramos a almorzar. Pero ahora el camina a paso lento, encogido de hombros y casi lo veo pasarnos de largo a no ser de que Mahito le detiene para decirle algo.

— Aún tengo ropa tuya en mi departamento — Menciona el de cabellos celestes en su dirección, el mayor se detiene frente a nuestra mesa y le mira enarcando una ceja — Fue cuando te quedaste toda esa semana llorando por-

— ¡Iré por ella! — exclama deteniendo el parloteo de Mahito quien ríe, él vuelve a encoge de hombros de nuevo y evita mirar en mi dirección. Puedo entenderlo, es raro porque ninguno de los dos se imaginó que en algún puntos los tres seríamos de esta forma, incluso llegue a creer que nos graduaríamos y aún así seguiríamos siendo los tres — ¿Proyecto?

Cuando hace esa pregunta la hace mirándome a mi. Le he sonreído amablemente y puedo ver como su cuerpo se relaja un poco, Mahito puede notar eso también así que de forma casi disimulada empuja con su pie aquella silla vacía invitándolo de una vez por todos a que se siente con nosotros.

daylight ── ❛NANAMI KENTO; JUJUTSU KAISENKde žijí příběhy. Začni objevovat