Bueno, no estás seguro de que no se pudiera. Tal vez tendría que investigar en internet después de todo.

-A demás, nunca dijiste que te gustaran las flores. O los regalos.

El rostro de Stiles debe reflejar la decepción y molestia que atacan su cuerpo en ese momento porque Hale, de manera muy descarada, se ofende.

-Nunca me regalaste flores. No podrías saber si me gustan o no.-Sisea Stiles.-Y por supuesto que me gustan los regalos, gran imbécil.-Comienza a caminar hacia la entrada del lugar, Derek lo sigue de cerca.

-¿Quieres flores? Bien, ¡te compraré flores!.-Derek exclama mientras eleva sus manos. Una rosa sale disparada fuera del ramo.

-No.

El peli-negro gruñe, irritado, y camina más rápido para poder pararse frente al rubio. Stiles deja de caminar. En serio, en serio, desearía poder estar en su cama.

-¿Qué diablos quieres entonces?.-Derek pregunta, observando a su pareja.

-Sabes exactamente lo que quiero.-Responde con simpleza.-Es algo que tú también quieres.-Le asegura y, antes de que Hale pueda decir algo más, se apresura a entrar al lugar.

La tortura no termina allí.

Talía los espera dentro, con una sonrisa emocionada y un grito ahogado cuando nota las flores que su hijo le trajo.

Cuando Stiles observa a Derek ser abrazado hasta la asfixia por la mujer que le dio la vida, ve el rostro del hombre sin emoción alguna. Incluso parece resignado.

El rubio rueda sus ojos. Derek víctima Hale.

Talía hace que ambos se cambien. Ciertamente a Stiles le gustaba mucho su vestimenta. Era algo relajada, un gran buzo color crema y sus pantalones marrones favoritos. Se suponía que la sesión de fotos sería informal, así que no creyó que fuera un problema. Pero terminó con un traje dos talles más pequeños, cortando la circulación de su cintura, y demasiado maquillaje en su rostro.

El oji-marrón se sentía un poco mareado. ¿Era por la fiebre o por la falta de aire por el traje?

-Muy bien, par de tórtolos, acerquense.-Habia dicho el camarógrafo, señalando la marca que había en el set. El rubio obedeció de inmediato (cuanto antes mejor) y fue seguido por Derek.

El set detrás de ellos era un fondo claro, con un par de telas para simular un efecto visual, pero nada más que eso. Stiles llevaba un traje gris (color que no era el preferido no favorecía a Stiles) mientras que Hale tenía un traje negro tradicional.

Ambos se pararon a un lado del otro. Una pequeña brecha de distancia entre ambos.

El camarógrafo los observó por un momento, extrañado.-Pueden acercarse. No sean tímidos.-Los instó.

Talía, entonces, comenzó a ladrar órdenes, recordándole a Stilinski que estuviera derecho y sonriera. Ambos se acercaron más a pedido del camarógrafo y de la mujer dragón: Derek rodeó con sus brazos, de costado, el cuerpo de Stilinski. Ambos sonrieron hacia la cámara.

Quintín no parecía verdaderamente contento con los resultados.

Les pidió que cambiaran una vez más. Stiles estaba incómodo, entre los brazos de su prometido, sintiendo que se asfixiaba.

El sudor comenzó a empapar su rostro perozaún así, se esforzó por esbozar una sonrisa mientras eleva su rostro y miraba a Hale.

Su pecho dolía un poco. Por muchos años, soñó con esto: su boda. Casarse con la persona que amaba. Realizar una fiesta no muy grande, con las personas que adoraba y en un lugar privado. O tal vez al aire libre. Su traje hubiera sido celeste, tonos pasteles, y su padre sería quien lo acompañara al altar, no una de las hermanas de Derek.

Plan: odia a Stiles Stilinski.-Sterek. Where stories live. Discover now