D̶O̶N̶'̶T̶ ̶T̶E̶L̶L̶ ̶M̶E̶

93 20 38
                                    

Para tener veinticinco años, me estaba comportando como un crío total de cinco ante esta situación, y es que me preguntaba cuándo fue que decidí enviar todo a la mismísima m*erda luego de haber conocido a la mujer más maravillosa de toda mi estúpi...

Oops! Această imagine nu respectă Ghidul de Conținut. Pentru a continua publicarea, te rugăm să înlături imaginea sau să încarci o altă imagine.

Para tener veinticinco años, me estaba comportando como un crío total de cinco ante esta situación, y es que me preguntaba cuándo fue que decidí enviar todo a la mismísima m*erda luego de haber conocido a la mujer más maravillosa de toda mi estúpida vida; ____ había sido un grano en el trasero pero una linda casualidad de haberla conocido, y haber golpeado a todos esos malditos idiotas que habían intentado robarle aquella vez donde trabajaba fue la mejor decisión de toda mi existencia.

Nuestros encuentros eran demasiado intensos, desde discusiones idiotas hasta terminar poseyéndola como si fuese una bestia hambrienta luego de tantas peleas.

Y la cagué, realmente que lo hice.

Dairine terminó siendo el punto de quiebre entre _____ y yo, cuando nos descubrió en aquella cama juntos y desnudos.

¿Cómo podía explicarle que no era lo que parecía, cuando la escena prácticamente gritaba «infidelidad» por donde lo vieras?

A veces pensaba que el haber estudiado en la escuela de negocios no me hizo más inteligente, sino más estúpido para las cosas de la vida. Ser un vago, beber hasta perder el conocimiento y montar a caballo era todo lo que hacía.

Ah, agregando la guitarra eléctrica que tenía desde la secundaria que a veces tocaba cuando se me daba la gana, o la motocicleta que tenía desde hace mucho tiempo y que amaba más que a mi estúpida existencia, una Harley Davidson que contrastaba con mi aspecto de capullo en potencia.

Pero sería bueno dejarme de ir por los ramos, cuando el verdadero golpe de realidad estaba frente a mí, en ese bar de West Sussex donde Killer me había obligado a ir como el imbécil insistente que era, pero había sido todo una maldita mala idea.

Porque verla a ella cantar con su grupo, tocando una canción alternativa que sabía era de la cantante Avril Lavigne, no estaba para nada dentro de los planes de esa noche.

M*ierda... ¿por qué tenía que usar justamente esa maldita falda de cuero ajustada a su figura? ¿Por qué tenía ese maquillaje que provocaba quitarle el labial a besos?

¿Por qué ella ya no era mía?

Oh, claro que ya recuerdo por qué: porque soy un hijo de p*ta.

Y aún sabiendo que verla me hacía daño, mis ojos ambarinos la seguían mirando fijamente tocar junto al duende idiota de Bucky, Dex y Henreid, haciéndola brillar con esa voz tan perfecta que podía hacer a cualquier hombre caer de rodillas. Habían pasado exactamente dos años desde la última vez que la tuve en mis brazos en Castle White, donde fue la última vez que la vi para nunca volver a saber de su existencia hasta hoy.

Estaba más preciosa que nunca, cantando esa canción que si no fuera un narcisista de pura categoría diría que no era para mí, pero la letra era bastante clara.

«Did you think that I was gonna give it up to you this time?
Did you think that it was somethin' I was gonna do and cry?
Don't try to tell me what to do
Don't try to tell me what to say
You're better off that way»

D̶O̶N̶'̶T̶ ̶T̶E̶L̶L̶ ̶M̶E̶ || ᴇᴜꜱᴛᴀꜱꜱ ᴋɪᴅ☠️Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum