CAPITULO 7

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MinGi chasqueó la lengua con pereza. Tenía la boca seca y un gusto dulce al final del paladar que pronto reconoció.

YunHo.

Sonriendo con solo el recuerdo, MinGi se removió en su cama. Adormilado, extendió su brazo derecho en búsqueda de ese cuerpo tibio y largo que había recorrido por las últimas horas. Recorrido con sus manos, ojos, lengua...

Frunció el ceño, su mano palpando el tibio vacío.

Extrañado, siguió buscando, sus cejas uniéndose en su frente cada vez más ante la falta de su amante. Conjeturas comenzaron alzarse en las esquinas de su mente, hasta que una suave risa las derribó.

El repentino peso extra sobre la cama, el movimiento sobre su cuerpo y unos suaves labios apoyándose contra su pecho y ombligo, le trajeron de vuelta la paz que necesitaba. Sonriendo y abriendo los ojos apenas, miró en dirección a esa cabeza castaña y ojos brillantes que lo miraban con diversión desde su abdomen.

- ¿Me buscabas?- consultó YunHo, besando el hueso prominente de su cadera.

- Si, creí que te habías ido

- ¿Y dejarte solo con tu mano otra vez? No, señor – bromeó sonriente.

Tan bonito.

Dejándose arrastrar por ese pensamiento, MinGi rodeó la mejilla de YunHo con su mano, este aceptando la caricia igual que minino.

- Lamento haberme quedado dormido- se disculpó ligeramente avergonzado, su dedo acariciando la tersa piel de su mejilla.

- No te disculpes, yo también me quedé dormido después de la última vez que lo hicimos. Me desperté solo hace unos minutos...

- Hum...debo compensarte esos minutos

- Sé que lo harás – aseguró YunHo brillante antes de besar su palma, e iniciar una serie de besos contra su abdomen, MinGi dejándolo hacer.

Aún adormilado, MinGi fue despertando dulcemente con las caricias de YunHo al igual que MinGi Jr., su perezoso pececito alzándose interesado ante los mimos que recibía. Después de horas de sexo, las hormonas del celo estaban más calmas, en ese instante ninguna exigencia urgiéndolos más que disfrutar la mutua compañía de forma lenta y agradable.

Siguiendo esa misma atmósfera, YunHo se incorporó y montó lentamente al alfa. Le encantaba montar a MinGi, sobre todo por la expresión de goce que se dibujaba en su rostro al bajar por su tiburoncito.

Tan pronto llegó a la base, comenzó con un movimiento perezoso. Subía y bajaba lánguidamente, ambos disfrutando de estar unidos y de las vistas que la posición entregaba. Desde la perspectiva de YunHo, MinGi se veía adorable con el pelo rosa y esa expresión adormilada, el deseo despertando poco a poco en sus ojos.

Desde la perspectiva de MinGi, YunHo se veía impresionante. Con su pelo siendo un remolino marrón y el pecho lleno de marcas, YunHo se veía hermoso y confiado, un alfa en todo su nombre. Irradiaba dominio y poderío al montarlo, pero sin llegar a desafiar al alfa de MinGi, eso despertando cálidos sentimientos en su interior.

Deseaba protegerlo. También poseerlo.

Quería abrazar todo el alfa en YunHo, y adorarlo.

Era algo tan intenso y poderoso, que MinGi no sabía cómo procesar todo aquello. Cómo tampoco lograba procesar que estaba pasando su celo con YunHo. En un rincón de su mente todavía albergaba cierta incredulidad, y es que, considerando todos sus prejuicios, era realmente sorprendente para él estar con su amigo alfa. Un amigo que era más alto que él.

Alfa Acomplejado [YunGi]Where stories live. Discover now