La Orden Real

4. Las piezas

— ¿Qué opinas del comportamiento de Harry? —es la primera pregunta que recibe y ya la esperaba, igual permanece en silencio sin comprender del todo la extraña situación. Le tomó por sorpresa el primer llamado del director hace una semana, y le sorprenden aún más las preguntas que le ha realizado sobre los estudiantes de la escuela, más que todo del niño dorado de Hogwarts, y se siente un poco mal por las cosas que ha dicho.

— ¿A qué se refiere exactamente?

—Te parece que ha cambiado desde el primer año, puedes verlo más tiempo que yo o algún profesor.

—No profesor, se ve igual que siempre.

Su respuesta dio lugar al silencio, a que el director de la escuela analice sus palabras. Realmente no le parece que actúe de forma diferente, lo ha observado con más detenimiento desde que se le pidió que lo hiciera, cada vez que hablan le parece igual, lo ve en la sala común, en el gran comedor y en clases, Hogwarts no deja mucho espacio para que alguien tenga planes ocultos, o al menos eso prefiere creer.

—Me tranquiliza que pienses así.

—Aunque profesor, quizás es importante que le diga esto.

— ¿Qué cosa?

—En la sala común de Slytherin se escucha más de lo normal el nombre de Harry.

— ¿Relacionado a qué? —Antes que pudiera responder el director se adelantó—, imagino que a Draco Malfoy.

—Sí —silencio otra vez—, ¿Puedo preguntar, por qué el profesor Snape piensa que trama algo? Es a final de cuentas el niño que vivió, qué razones tendría para hacer el mal, no lo comprendo.

—Un suceso que no tiene relación, nada de lo que preocuparse —en realidad no esperaba que el director le respondiera, así que no le iba a confirmar que el niño que vivió andaba mandando cadáveres como regalo.

—Pero igual quiere que lo vigile a él y a los demás.

—Es solo por precaución, necesitamos por el bien del mundo mágico que Harry se encargue de algunas cosas.

— ¿Por qué él y no otra persona? —no era la verdadera pregunta que deseaba hacer.

—Sí mi teoría es cierta y estoy casi seguro de que no presenta fallas, es una misión únicamente para Harry, solo él puede hacerlo.

— ¿Qué cosa?

—Sacrificarse por un bien mayor.

— ¿Tendrá que morir?

—Cuando llegue el momento todos moriremos, es una certeza de la vida —el rostro del director pronto reflejo una emoción extraña, una que no pudo entender.

— ¿Él lo sabe? —si Harry realmente tenía un plan secreto, le hallaba sentido.

—Es mejor que no, hay que evitar cualquier contratiempos que impida que cumpla su papel, es la razón por la que te pedí acercarte a...

—Eso se está complicando —interrumpió al profesor.

—Tenemos todo el año.

—Es el mismo tiempo que le ha dado el que no debe ser nombrado a...

—Al joven Malfoy si —completo el director—. Sí todo sale bien, no podrá cumplirla y serán lamentables las consecuencias que deberá enfrentar con Voldemort, pero en una guerra siempre habrá víctimas y necesitamos a Harry de nuestro lado.

—Dudo mucho que Harry le preste atención, aunque fue raro su encuentro hoy.

—Sí tan solo hubieses escuchado.