Un Artista Del Escape [Solarballs]

Un Destelló Fugaz.

[...]

Venus fue un destello fugaz.

Un mundo que brillaba por su gran belleza.

Venus era más que solo un planeta; era una obra maestra celestial, una joya en el vasto lienzo del universo. Su esplendor radiante dejaba ciego a cualquier mundo que lo miraba, ya sea planeta o luna, un mundo que parecía haber sido esculpido por los dioses mismos con un cuidado meticuloso.

Su atmósfera densa y cálida creaba un efecto invernadero que mantenía una temperatura agradable en su superficie. Los cielos adornados con nubes blancas y brillantes, que reflejaban la luz del sol y daban al planeta un aspecto celestial. Los océanos cubrían vastas extensiones de su superficie, reflejando el cielo azul.

La luz del sol se filtraba a través de las profundidades del agua hasta cada rincón de ese destellante planeta. La vida, aunque aún por nacer, parecía latir en cada rincón de este mundo prometedor, esperando el momento adecuado, esperando y esperando el instante donde encontrará el camino.

Eso no había sido discutido en el sistema solar y era una verdad.

Venus iba a crear vida.

— ¡Auch! — La queja de Tierra hizo reír un poco por lo bajo a Venus. — ¡VENUS, ESO DUELE!

Ese estúpido planeta de magma que había perdido estrepitosamente una de las tantas carreras contra Mercurio y se había estrellado a toda velocidad contra el cinturón de asteroides, un estruendo que había resonado incluso hasta en la órbita de los planetas enanos. Venus al principio estuvo preocupado, pero la sonrisa apareció cuando Tierra salió "ileso", como él había dicho, de los asteroides con heridas muy visibles en su superficie, mareado eso sí. Marte y Mercurio lo tuvieron que ayudar, y Venus, él ahora se encargaba de ayudar un poco con las heridas.

— Te dije que era una mala idea, Tierra. — Habló "enojado" Venus, pero luego de estar enojado estaba casi muriendo de la risa por repetir en su mente esa imagen de su amigo cayendo estrepitosamente contra los asteroides. — Siempre te digo que es una mala idea y no me escuchas.