𝟎𝟐𝟔: 𝐌𝐚𝐲𝐛𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐲

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【CAP. 26】
꧁𝐓𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐳 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨꧂

Tres semanas habían pasado y cada vez faltaba menos para llegar a la Región Sambas, donde Fujihama se encontraba. La nave de Nao era tres veces más grande que la de mi tripulacíon y contaban con más suministros para no tener que hacer paradas, así que todo el recorrido que a nosotros nos había tomado meses a ellos les tomaba semanas. Esta nave era mucho más rapida y me preocupaba que sea muy tarde para el momento que vuelva a ver a mis amigos.

Luego de muchas noches pensando había llegado a la conclusión de que debía ceder más ante Nao y así ganar un poco de su confianza para poder estar más libre en el barco y una vez que lleguemos no piense que escaparé. Iba a intentar hacerlo de todos modos, pero al menos estaría menos vigilada para ese entonces.

-¿En qué tanto piensas?- me dice Nao llamando mi atención.

Abro la boca para contestar pero fingo no poder decir nada y vuelvo a cerrarla logrando que la curiosidad de Nao aparezca.

-¿Qué sucede?,dime.- pregunta intentando sonar amable.

-No es nada sólo...- comienzo diciendo mientras miro las cartas en mi mano.

-¿Sólo...?

-Estoy empezando a disfrutar de tu compañía.- miento intentando sonar algo tímida.

Nao curva sus labios y deja sus cartas en la mesa.

-Me alegra oír eso.- dice y yo fuerzo una sonrisa.- Comienzas a agradarme más ahora que ya no te comportas como antes.

-Sólo me faltaba pasar tiempo contigo para conocerte más.- digo e intento no poner cara de asco en el proceso.

-Deberíamos cenar juntos.- sugiere levantándose.

Lo miro y asiento.

-Por mí está bien.- digo y Nao sonríe.

-Iré a encargarme de algunos asuntos y en la noche iremos a cenar. Ponte bonita.- dice y se va dejándome sola.

Suspiro relajándome nuevamente. Era realmente difícil fingir que me agradaba. Si bien ahora que estaba pretendiendo agradarme estaba comportándose menos agresivo e impulsivo lo seguía odiando.

Me levanto a ver en el gran armario que Nao había ordenado traer a la habitación en la que estaba. Toda esa ropa era lujosa y de telas muy finas. Era el tipo de ropa que llevaban las mujeres a las fiestas a las que Fujihama me enviaba a bailar.

Elijo uno de color verde,jamás me había gustado ese color,pero en estos últimos meses se había convertido en mi color favorito.

Recordarlo me dolía,quería estar junto a Zoro y no poder estar con él me demostraba cuanto lo necesitaba en mi vida. Era mi lugar seguro y ahora me sentía en peligro constantemente.

-Señorita Kaly.- me llama Kino desde la puerta.

Me giro a verlo. La sonrisa que puse al momento de escuchar su voz se desvanece al ver el golpe que tenía en la mejilla.

-¿Qué te sucedió?- pregunto acercándome rápidamente y tomando su pequeño rostro.

-No ha sido nada.- miente y suspiro.

-¿Fue él?- pregunto aunque ya sabía la respuesta.

Kino guarda silencio y fue respuesta suficiente. Era apenas un niño comenzando a ser adolescente y debía lidiar con un maldito como Nao.

Me acerco a uno de los cajones que había en la habitación y saco una pequeña caja con cosas para limpiar su herida.

-No se moleste.- insiste pero lo ignoro.

𝐌𝐲 𝐭𝐫𝐞𝐚𝐬𝐮𝐫𝐞 | 𝖹𝗈𝗋𝗈 𝖱𝗈𝗋𝗈𝗇𝗈𝖺 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora