[Emisión] Se supone que al cumplir los dieciocho años sería el comienzo de una vida que YO misma iba a controlar, pensaba que podría salir de estas personas con la patética etiqueta "familia" sin embargó, no es así.
No pensaba que desde ese día, mi...
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¿Y si no me levanto?
Nadie notará mi presencia en el almuerzo, excepto por la Señora Sara, estoy segura que ella estará con la preocupación a mil si no me ve comiendo. Pero no tengo hambre, no quiero comer, porque al intentar, sé que mi estómago lo rechazara y solo tendré que vomitar hasta tener ese dolor en mi garganta que, tanto detesto. Sé que tengo que hacerlo por ella, no por mí ni mi familia, es por ella y Ruby que debo seguir comiendo, solo es difícil.
Suspiró profundamente, mientras con algo de pereza me levanto de la cama y estirarme todo el cuerpo que es satisfactorio escuchar como mis hueso suenan por la mala posición que duermo a veces.
Al lado del tocador se pueden ver dos puertas azul pastel. Arrastró mis pies pesadamente y entré al baño, en tanto, enciendo la luz y mis ojos se quedan en el inodoro por unos segundos, considerando si tomar una ducha o bajar a desayunar en pijama.
Resoplo con irritación, recordando la última vez que bajé con este atuendo, y al hacerlo me hierve la sangre de ira, pero el caso es que no quiero ducharme tan temprano. Después de debatir si bañarme o no, y es obvio que tengo que hacerlo, me quito los pantalones de seda que me llegan por encima de las rodillas y una sudadera blanca que tiene un dibujo de un gatito y debajo deja la palabra "Miau" en tinte negro. Una a una, mi ropa cae en el cesto de la ropa.
Ya completamente desnuda. Finalmente, me dirijo a la bañera, abro la cortina transparente y entro. Cuando el agua cae en cascada, doy un pequeño grito por el frío que está ‟ ¡Maldita sea, debí haber cambiado la calefacción! "Mi cabello se pega a mi espalda y mis senos cubriéndolos, las pequeñas gotas resbalan por todo mi cuerpo y me froto con el jabón por todo el cuerpo y cuando termino la espuma desaparece por el desagüe. Cierro el grifo y saco la cortina, se vuelve mucho más transparente que antes debido al agua que ha sido salpicada por mis bruscos movimientos, dejando que las gotas se deslicen.
Mis ojos recorren la habitación comprobando si la toalla está aquí, pero al ver que no está por ningún lado, me preocupo. Al salir, el piso se siente frío bajo mis pies debido a las baldosas de tonos blancos. El agua se escurre por todo mi cuerpo creando un enorme charco bajo mis pies y al caminar deja un rastro de este.
Me asomo por el pequeño espacio que hice contra la puerta y la pared, observo si hay un movimiento en la habitación y no al ver una me cubro mi intimidad y senos. Mis pies corren a dirección donde vi la toalla la última vez que sería en el perchero ¡Joder, no está!, ¿Cuál fue la última vez que lo use? Fue anoche, después de eso lo lleve a la lavandería porque se había ensuciado con un poco de pintura que deje mal puesto en el escritorio, y de eso se lo lleve a Brenda.
"¡Genial!, ¿Ahora con que me secaré?"
Camino donde mi armario que es la puerta y saco unas prendas viejas para enrollarlo en mi cabellera, y unas para mi cuerpo.
Estando medio seca, agarro ropa interior Beige y unos conjuntos de vestir, me apresuro a vestirme antes de que vuelva la señorita, me hago un moño sin importarme que después queden unos nudos casi imposibles de desenredar, me voy a mi cama y me apresuro para agarrar el celular y salir de la habitación antes de caminar de regreso, cierro la puerta; Como precaución a mi privacidad. Todas las puertas están cerradas, sin embargo, sé cuál es la de mis hermanas y la de mis padres, excepto dos puertas, que es un baño y una habitación de invitados. El sonido de una puerta abriéndose llega a mis oídos; así que, sin más preámbulos abajo corriendo las escaleras, sin intención de detenerme en el pequeño pasillo.
