—Tanto me críticas y ni siquiera pudiste entrenar la macro que querías— Comente.
La cara nostálgica de Aris cambio repentinamente, le había tocado una fibra sensible.
—Mucho mejor que vos, que vaya a saber con quién habrás tenido que arrastrarte para llegar a ser un mísero escalón— Me contesto.
—Un honor habrá sido entrenarme— Contesto arrogante.
—Cállate, sos un fracaso, ni un macro podrás hacer— Intento herir.
— ¿Para aprender una que ni quiero como vos?— Respondi, estaba atento, podía bardearlo y responderle a todo.
Pero no siguió, había un silencio importante. Lesa nos miraba a ambos indignada.
—Miren al fondo del pasillo hay una diana, ¿Por qué no van a jugar a los dardos?— Comento Lesa señalando el pasillo.
—No, gracias— Comento Aris.
— ¡Siii!, ¡Vamos!— Dijo emocionada Tote.
—Vamos— respondí, mientras mi compañera me pasaba pequeños cuchillos improvisados.
— ¿Jugas?— Pregunto la chica, ofreciéndole un pequeño cuchillo a Aris.
—No se va a arriesgar a perder contra mí— Le advertí.
Aris inmediatamente se levantó y le saco el cuchillito ofrecido.
—Para que te replantees ser codero, para que veas la diferencia abismal que tenemos— Desafío Aris— Empeza vos—
Mire fijo a la diana que tenía puntos decrecientes desde el centro hasta los extremos desde el cinco hasta el uno.
Cerré un ojo, con la derecha calcule un par de veces al centro y tire.
El cuchillo se clavó en la pared del ferrocarril, algo lejos de la diana.
Aris tiro sin calcular, su cuchillo se clavó justo en la orilla de la diana.
—Y sin nunca haber jugado esto...— Presumió.
Cuando de repente entre los dos pasa un cuchillo, vemos hacia la diana y vemos como acertó en el centro perfecto.
—Anotemos los puntos rápido, que no se quedan materializados mucho tiempo— Dijo sacando hoja y papel— Martin cero, Aris uno y yo ¡cinco!—
Sorprendidos quedamos. Apure a buscar mi "dardo" y pasarle el suyo a Aris.
—Bueno, ella se nota que a practicado con sus cuchillos toda la vida...— Comento Aris
—Gana el que llegue a cien— Apure.
Apunte fijo y tire dándole en tres puntos.
Siguio rápido Aris y dio en dos puntos.
Seguida tiro Tote, volviendo a dar en el cinco.
— ¡Bien!, voy ganando y ustedes empatados con tres puntos cada uno— Comento.
Completamos veinte tiros cada uno.
—Bien, llegue a cien— Dijo anotando su puntuación.
—Sí, si, ganaste, anda a sentarte— Ordeno Aris algo furioso.
— ¿Y cómo vamos?— Pregunte.
—Vos 54 y yo 57— Respondió el apurado Aris.
La compañera asintió y nos dio los cuchillos.
—Me voy a sentar, pero van a tener que ir a buscar los que siguen— Dijo algo enojada.
Tire rápidamente y por pura suerte di en el cinco. Volví a pasarlo.
Estaba expectante del tiro del rival. Tiro y dio al dos.
ESTÁS LEYENDO
Coderos.
ActionMartin, un chico normal de 15 años es destinado a ser un codero. Donde será sentenciado a practicar scripts y macroscript. Cambiando su vida drasticamente.
Capitulo 3: Viaje y confrontación.
Comenzar desde el principio
