La Leyenda De los Doce Dragones

Parte 2

Después de unos segundos, una figura se veía a lo lejos, esta se acercaba a gran velocidad y

cada vez se hacía más clara. Y al estar más cerca, las suposiciones de Mael resultaron ser ciertas. Se

trataba de una damisela, la cual se encontraba corriendo de un enorme Jabalí, el cual muchos

afirman que su altura era de dos metros, de las pesuñas a la cabeza. Este se encontraba persiguiendo

a la damisela sin motivo aun descubierto. Para Mael, la damisela se veía cansada, y sin duda seria

embestida por la bestia.

Con rapidez, Mael se acercó a ambos, por un momento se hizo a un lado, tomando impulso

para seguidamente dar un salto hacia ellos, tomando una gran velocidad, y pudiendo interceptar a la

damisela, logrando apartarla del jabalí. Mael sujetó a la damisela con ambos brazos con velocidad y

usó su cuerpo para protegerla de cualquier herida, seguido de caer y dar un par de vueltas en el

suelo. Para el alivio de Mael, la damisela no se hizo ningún daño visible.

—¿Estás bien? —Preguntó el caballero con preocupación.

La damisela estaba pasando el susto, pero casi al instante reaccionó, y al ver a Mael, esta

comenzó a calmarse poco a poco.

—¿Estás bien? —Volvió a preguntar el caballero, pero esta vez un poco más calmado.

—Ah, sí, si estoy bien. Gracias. —Respondió la damisela liberando toda la presión y

comenzando a notarse más calmada.

—No hay de qué. —Dijo Mael liberando una leve sonrisa, mostrando su alegría y alivio.

En ese instante, Mael reaccionó, tomó y comenzó a cargar a la damisela, para seguidamente

quitarla de ese lugar a tiempo, pues el Jabalí volvió a realizar una embestida. Pero por suerte,

lograron evadirlo. Mael colocó a la damisela en el suelo y se dio la vuelta hacia el jabalí. Pero antes

volvió a mirar a la damisela una vez más.

—Quédate aquí, y no hagas ningún movimiento brusco, por favor. —Dijo Mael para

después tomar rumbo hacia el jabalí.

Comenzando a acercarse al jabalí, Mael toma una piedra y se la arroja, pegándole en la

cabeza. Esto hace molestar al jabalí, provocando que comience a perseguir a Mael.