ALYON

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                         Un rostro que cuando estoy despierto no puedo evocarlo

                                              tan perfecto como lo veo en este sueño.


De un susto me levanto. Como si hubiera tenido una pesadilla, pero no la tuve. Es más, ni siquiera recuerdo mi sueño. Pero mis gatos han saltado encima de mi estómago mientras dormía, con fuerza los desgraciados. Se que son ellos porque continúan corriendo por la habitación, jugando entre ellos. Soy víctima indirecta de sus juegos. Miro el reloj, son las cinco de la mañana.

Me levanto cansado, casi en estado zombie, a abrirles la puerta de mi habitación y que vayan a jugar a cualquier otra parte de la casa. Puedo intentar volver a dormir. Pero qué sentido tendría si de todas formas debo salir temprano, y si logro dormir de nuevo seguramente no despertaré a la hora, me conozco. Veo que el sobre con el manuscrito continúa intacto en mi escritorio. El límite de entrega es hasta hoy a mediodía, pero mejor entregarlo antes de las diez de la mañana.

¿Por qué estoy participando? Me corrijo. ¿Por qué quiero participar? No soy escritor, si bien escribo son cosas personales mías, no para publicarlas o que alguien las lea, es simplemente algo que hago. Pero desde que supe de esta convocatoria era como si la historia ya estuviera en mi cabeza, solo debía escribirla, darle forma, detalles. Una curiosidad y motivación que no llegaba a comprender totalmente me impulsaba. ¿Qué pierdes? ¿Qué ganas? Incluso si la historia ganaba no me importaba. El objetivo era otro pero aun no entendía cual. Algo me decía que lo entendería con el tiempo.

Pero luego estaba el hecho de que la historia me parecía demasiado fantasiosa, demasiado personal. No es que cualquier persona que la leyera entendería que hay demasiadas cosas personales plasmadas, es más,las personas que leerán esto ni siquiera me conocen. Y todo va con un seudónimo. De todas formas me dije que si no la terminaba no la enviaría. Y la había terminado, ayer. Las últimas líneas escritas habían sido escritas al atardecer, y la revisión general hasta media noche.

¿Por qué tengo esta sensación? Miedo, pero también exitacion.

Salgo de mi casa, debo pasar por media ciudad para llegar a la editorial. Decido ir caminando hasta la parada, de ahí tomaré un bus al centro. Son apenas las ocho de la mañana así que muchos de mis vecinos están paseando a sus perros.

— Buen día.

— Buen dia — Mi vecino un señor que le calculo unos cincuenta años como máximo, pasea a su Beagle, Luca. Quien al verme comienza a desesperarse por acercarse y olerme — Creo que huele a mis gatos — comentó.

— Es un hiperactivo — jala de su correa para darme paso.

— La verdad los perros me gustan pero me ponen un poco nervioso. Soy más de gatos. Pero Luca es muy juguetón así que no hay problema. — Yo me acerco y le tiendo mi mano para que la olfatee, luego le doy una caricia — Hasta luego — Me despido.

A mi alrededor empiezan a salir más vecinos con sus mascotas. Me apresuro, ya que es verdad que por el momento solo me agrada Luca. El resto son unos chapis o chihuahuas que se ven bastante agresivos, al igual que sus dueños.

Espero el bus, debería llegar pronto. Mayormente voy en otro bus al trabajo y en otro horarios. Enseñar música en diferentes instituciones o privadas no es el trabajo soñado pero me gusta, me gusta enseñar, no es que me gusten mucho los niños o adolescentes. Pero hoy debo ir al centro dejar este sobre, y después podría pasear por el centro, hace mucho que no voy. Podría pasar por algunas librerías, creo que una feria acaba de inaugurarse.

El mundo de los GatosWhere stories live. Discover now